Capítulo 15

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“Oh por dios”

“¿Su alteza acaba de besar a su majestad?”

“¿Su majestad no estaba saliendo con la bailarina?”

“Olvidate de eso, ¿No eran ellos dos hermanos?”

“Si. Esto... Es asqueroso y enfermo” Puso una cara de asco, mientras miraba como Claude y Anastasio dejaban la sala.

“Tenga cuidado con lo que dice señorita” La voz alta de Félix, hizo que la mucama se sobresaltara un poco “Decir tales cosas de la familiar real frente aún caballero, podría meterla en graves problemas" El tono seco y frío del pelirrojo, solo provocó que un escalofrío recorría a ambas mucamas.

“L-lo lamentó” Susurró entrecortado, mientras su cuerpo temblaba y su rostro estaba algo azul por el miedo.

Félix solo la miro con una sonrisa en su rostro, no le tomo importancia que la mujer temblará por el miedo. El nunca iba a permitir que nadie hable mal de las dos personas que el quería mucho.

“Espero que no vuelva a suceder” Expresó con aquella sonrisa vacía, que lo hacían ver aterrador.

Su aura era tan aterradora que algunos guardias que estaban en el lugar temblaron. Nadie se metía con Félix, o mejor dicho, nadie se metía con las personas que el quería como una familia.

* * * *

Anastasio solto un suspiro cuando los sirvientes en el Palacio miraban sorpedidos, el como Claude se acurrucaba a él y lo besaba de vez en cuando.
Incluso cuando habían llegado a la habitación de Anastasio, Claude seguía apegandose más a el.

“Te extrañe mucho” Se acurrucó aún más para que de un momento a otro ocultara su rostro en el cuello de Anastasio y aspiraba el aroma que esté soltaba.

‹Yo también, te extrañe mucho› Acaricio la cabeza de claude con cariño y lo acurrucó más en el.

“¡Ah!, Me acordé que compre algo para ti” Claude saco algo de su abrigo y se lo entrego al mayor con cuidado.
 El rostro de Anastasio era de curiosidad, con cuidado abrió la caja y se quedó asombrado.

‹Claude, ¿Que-›

“Son colgantes de brazalete” Interrumpió rápidamente. El rostro de Claude estaba algo rojo “Esos colgantes... Simbolizan la unión de los amantes” Susurro algo bajito, pero alto para que el mayor lo escuchara.

Ante la revelación, Anastasio automáticamente se puso nervioso y también su rostro tomo un tono rojo.

‹Entonces... Lo cuídare y lo llevaré de ahora en adelante› Sonrió para luego besar los colgantes que todavía estaban en la caja.

“Puedo ponértelo si quieres” Las malas elecciones de palabras hicieron que Anastasio malinterpretara todo.

‹¿¡Eh?!›

“Los colgantes, puedo ayudarte a ponertelos”

‹O-oh. Está bien› Suspiro aliviado y estaba algo apenado de malinterpretar las cosas y buscar cosas que no están ahí.

“Realmente, te quedan bien” Miro aquellos colgantes enganchadas en ambas muñecas del mayor.

Son hermosas, pero son caras ¿verdad?,¿Cuánto gastaste por ellas?›

“Oh, no son tan caras. Gaste por lo menos unos 20.000 monedas de oro”

La sonrisa que tenía Anastasio se rompió y su mirada se fijó fijamente en aquella caja con los colgantes. El silencio se formó en la habitación mientras que Anastasio trataba de procesar el formación.

‹Repite. ¿Cuánto gastaste en esto?›

“Gaste 20.000 monedas de oro” Repitió con naturaleza. Como si no le importará haber gastado esa cantidad de dinero.

‹Y-yo, ehm, eh..› Balbuceo un poco para luego suspirar pesadamente ‹Estoy agradecido de que me hayas comprado esto para mí... Pero-›

“Esta bien, soy rico. Puedo comprar cualque cosa que tú desees y también puedo regalarte lo que yo quiera” No metía con eso.

Claude desde pequeño a sido un genio y gracias a eso, se podía mover entre las sombras. Vendía libros bajo un nombre falso, el cual se volvió famoso y así ganaba dinero. Técnicamente hablando de volvió rico por sus propios medios.

Anastasio no tubo otra que suspirar y tomar las mejillas de Claude entre sus manos.

Claude, estoy agradecido, pero ahorra más ¿si?› Sonrió cálidamente para luego besar las mejillas del mencionado.

“Yo... Entiendo, ahorraré más de ahora en adelante” Obviamente mintió en eso, pero le sonrió al mayor con ternura para cubrir su mentirá “No te quites los colgantes. Estos son artefactos mágicos de protección, esto te protegerá en momentos de riesgo” La voz seria del menor hizo que Anastasio mirara los colgantes y asintió con la cabeza.

‹Entiendo, no me los quitaré entonces› Sonrió para darle un beso en la comisura de los labios de Claude.

Las cosas son hermosas en el momento... Hasta que ya no lo son.

• • • •

Ahh, esto, no está funcionando. Desde que estoy acargo las cosas mejoran y aveces no.
La pobreza en los barrios bajos ya no eran tan notorios. Las personas de bajos recursos se le dio trabajo para que puedieran mantenerse en pie. Las mujeres embarazadas o con niños, le daba un poco más de ayuda y apoyo.
 
Pero cuando eso comenzó a mejorar, otras cosas comenzaron a empeorar. Un grupo de personas, que se hacen llamar los revolucionarios. Comenzaron a quemar y saquear algunos de los estados, las personas comenzaron a tener miedo y pedían que hiciera algo y eso... Estoy haciéndo ahora.

‹Las cosas con ustedes se están pienso tensas, revolucionarios› Expresé con una mirada vacía.

“Fue un honor hacer tales estragos, solo para llamar la atención de nuestro hermoso emperador” Solté un gruñido de disgustó, por la expresión lasciva que tenía el hombre.

‹¿Porque llamar mí atención?, ¿Porque crear el grupo de los revolucionarios?›

“Je. Lo sabrá pronto su majestad, nuestro jefe lo visitará pronto” Suspiré por su amenaza y directamente apuñale el pecho del revolucionario.

La sangre tiño el suelo de rojo y me gire sin mirar atrás.

“Su majestad, ¿Regresamos al palacio?”

‹Si, comunica al caballero robane de lo sucedió y que se haga cargo del resto› El caballero a mí lado asintio a la cabeza. Me subí al caballo que tenía en frente y comencé a cabalgar de vuelta a casa.

* * * *

“Su majestad, me alegro que esté de regreso” Mire a Erina. Ella me sonreía mientras me ayudaba a sacarme la armadura sangrienta.

‹Me alegro de estar de regreso› Sonreí una vez que estaba libre de esa armadura. Puse una mueca de disgusto cuando sentí el sudor y la sangre en mí cuerpo ‹Necesito un baño urgente›

“El baño está listo su majestad. Lo preparé para cuando regresará, puede ir cuando guste” Agradecí en voz baja por lo preparada que ella estaba en estás situaciones.

‹Gracias Erina, ¿Que haría yo sin ti?›

“Tal vez estaría todo sucio ahora su majestad”

‹Touche› Susurré para meterme en la bañera y soltar un suspiro.

El agua era tan cálida que hacía que mis músculos se relajaran y la sangre que había en mí cuerpo se deslizar hasta caer en el agua.
Una vez que termine de bañarme me pongo la pillama y me acuesto en la cama suave y esponjosa.

‹Ah... Estoy tan cansado› Murmuré para cerrar mis ojos de apoco.

Mañana sería un día muy acalorado y es mejor tener energía para ese día. Con pesadez comencé a caer en los brazos de morfeo y Suspiré cuando caí dormido.

Me Convertí En El Hermano Mayor Del Emperador Loco ¿Como Evito Mí Final?Where stories live. Discover now