Capítulo 18

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Ah. No puedo concentrarme. ¿Porque siempre estas cosas me pasan a mí?. Los pensamientos de Anastasio se volvían cada vez más negativos y con toques de amargura.
Suspiro pesadamente y salió de su despacho para caminar por los pasillos con lentitud. Eso hasta que vio a Claude acostado sobre las hierbas verdes.

"¿Escapando del entrenamiento?" su voz hizo que Claude abriera uno de sus ojos y sonriera seductoramente.

"En realidad, Félix es el que está escapando del entrenamiento" respondió, para sentarse y agarrar una de las manos de Anastasio y besarla.

"Ya veo" sonrió, para sentarse entre las piernas de Claude y acurrucarse en este.

"¿Sucedió algo?" Pregunto Claude con suavidad, aquella suavidad que hacía derretir a Anastasio cada vez que la escuchaba.

"No... Solo estoy algo cansado" mintió con amargura, pero aún así el preferiría mentir a decir tal verdad que le dolió cada segundo que pensaba en ella.

Claude miro unos segundos a Anastasio y decidió no preguntar lo que realmente le pasaba. Pero a cambio lo compenso con palabras dulces y toques suaves que hacían que el mayor se derritiera en las piernas del menor.

"¿Felix no te estará buscando en este momento?" pregunto Anastasio con una leve sonrisa, Claude soltó una ligera risa y asintió con la cabeza.

"Estoy seguro que está muy desesperado buscándome. Pero no saldré se lo merece por desaparecer en mí hora de entrenamiento" dijo mientras soltaba algunas que otras risas. Anastasio vio eso con cariño, este es el adolescente que Claude de Obelia original no pudo ser.

Con cuidado llevo su mano a la mejilla de Claude y la acarició con suavidad. Anastasio nunca lo admitiría pero... Le encantaba este Claude. Este que no tuvo lazos engaños. Este que sonríe sin necesidad de aparentar. Este que es tan cálido e irradiaba protección y felicidad.

"¿Te gusta lo que ves?" pregunto Claude con una sonrisa algo malvada en su rostro. Anastasio estaba tan sumergido en sus pensamientos que nisiquiera se había dado cuenta que estaba mirando a Claude. Se sonrojo y decidió contracar.

"Si, me gusta y mucho" sonrio con picardía. El no sería el único que saldría perdiendo en esto. Con lo que dijo pudo ver cómo las orejas de Claude se ponían rojas suavemente, y sonrió por lo que había logrado.

"Si tanto te gusta. ¿Quieres probar algo más tentador sobre mí?" Susurró con aquel tono ronco y peligroso. Anastasio se estaría arriesgando su dijera que si, pero ¿Quien lo detenia en este momento?

"Si, ahí algo que me a estado tentando. Tu también quieres probar lo mismo, ¿verdad?" pregunto suavemente haciendo que sus labios se vean muy tentadores para Claude, el cual estaba muy concentrado en ellos.

"Si, realmente quiero probarlos en este momento" dicho y echo acercó su rostro al de Anastasio y sus labios quedaron a unos centímetros de distancia, la cual fue cortada gracias a Claude.

Un ligero hormigueo paso por el estómago de ambos, sentian cómo sus labios bailaban suavemente con mucha coordinación. Estuvieron así unos minutos y el beso se volvía cada vez más fogoso y caliente. Anastasio soltaba suaves gemidos cuando sentía la lengua de Claude recorrer cada centímetro de su cavidad bocal, incluso podía sentir como las manos del menor agarraban su cadera y trataban de subir su camisa para tocar su piel.

Caliente. Muy caliente y sofocante. Pensó Anastasio mientras se seguían besando, hasta que se separaron por falta de oxígeno y solo un pequeño hilo de saliva los unía. La mirada de Claude hacía sentir a Anastasio como un pequeño cordero que estaba apunto de ser devorado por un lobo. Cosa que no se equivocaba.

Claude había comenzado a morder el cuello suave y terso de Anastasio, dejando algunas marcas y chupones que luego se volverían de un color oscuro, como un hematoma. Anastasio soltaba algunos gemidos que trataba de callar con su mano.

En ese momento Claude dejo de hacer lo que hacía y respiro profundamente para exhalar y mirar el rostro rojo y algo lloroso de Anastasio. Eso hizo que cerrara los ojos para poder controlarse, ya que no iba a tocar a su pretendiente (prometido) en medio del aire libre.

"Tengo que irme, Félix debe de estar buscándome como un loco y llorando si es posible" sonrió débilmente cuando miro los ojos decepcionados de Anastasio. Los cuales decían a leguas que siguiera con lo que estaban haciendo.

"Si, será mejor que vayas" dijo mientras se levantaba de las piernas de Claude y lo ayudaba a levantarse.

"No parezcas decepcionado, estoy esperando el día de la competencia para reclamar mí regaló... Anastasio" esa simple oración hizo que el rostro de Anastasio fuera un rubí en llamas. No importa cuántas veces Claude dijera su nombre, nunca dejaba de hacerlo sonar tan caliente.

"Y y-yo... Estaré esperando para dartelo con gusto" Con eso dicho salió corriendo del lugar, sin mirar como el rostro de Claude se iluminaba de un ligero carmis y de una sorpresa palpable.

* * * *

Oh, por dios. ¿Cómo pude decir eso?, ¿En qué estaba pensando?. Suspiré con tan solo escuchar los pensamientos arrepentido de mí subconsciente.

"¿Por qué suspiras tanto?" aquella voz suave, hizo que me sobresaltara un poco, me di vuelta y me encontré con Diana la cual tenía una sonrisa de orgullo.

"Suspiro tanto gracias a qué mí pobre subconsciente el cual está arrepintiendose de cosas últimamente" explique con algo de vergüenza, mientras caminaba junto con Diana hacía ningún lado en específico.

"¿Quieres decir a la exhibición que hicieron Claude y tu en el jardín del palacio esmeralda?" apenas dijo eso la mire con mí rostro lleno de vergüenza y trate de seguir mirando al frente y sin hacer contacto visual con ella.

"¿Como sabes eso?"

"Bueno... Felix estaba desesperado buscando a Claude y le ofrecí mí ayuda. Cuando lo encontramos, usted estaba con el en besoslandia para ser más exactos" explico con una sonrisa malvada, mientras se delaitaba con mí vergüenza.

"Oh por dios. Félix nos vio, ya no podré darle la cara de nuevo" oculte mí rostro entre mis manos y mire de reojo a Diana la cual se reía, pero aún así me daba unas palmaditas en mi espalda.

"Si. Sabes que no es solo por eso que estoy aquí, ¿verdad?" la voz suave de Diana siempre se mantuvo intacta aunque su seriedad en sus ojos, me decía que por lo que vino es de suma importancia.

"¿Qué está por pasar?" pregunté está vez siendo más serio que en otras ocasiones, después de todo Diana tiene un poder. Ese poder es de visiones del futuro, una que se le fue otorgado cuando reencarno

"...Cosas, cosas muy malas" su voz temblaba levemente mientras me miraba con aquellos ojos llenos de horror y su mano echa puño temblaba ligeramente. "Todas esas cosas... Se tratan sobre Claude y sobre el trono" eso hizo que mí corazón sangrara y soltara un suspiro tembloro.

Lleve mí mano hacía mí corazón dónde la espada de Claude en mis sueños se había clavado y senti un escalofrío recorrer mí cuerpo. Mire de nuevo a Diana, la cual seguía teniendo sus ojos contemplados de horror y temí por lo peor.

Dios... ¿Qué más quieres de mí?, ¿Que cosas horribles nos harás pasar a todos?. Mire el jardín y el resto de sirvientas junto con los caballeros que había en el lugar, todo esto... Estará en peligro muy pronto sino descubrimos pronto como solucionarlo de antemano.

"Cuentame... Lo que viste" con ello dicho, me lleve a Diana a mí habitación de trabajo y cerré la puerta de apoco, no sin antes mirar a los lados. Cuando no vi a nadie la cerré y me dispuse a escuchar lo que Diana tenía que decir.

Me Convertí En El Hermano Mayor Del Emperador Loco ¿Como Evito Mí Final?Where stories live. Discover now