Momentos Sakura y Shaoran

Sakura y Shaoran 24

Miraban el mar que en calma a veces les lanzaba rocío y otras veces el agua les mojaba; ellos siempre sonreían, imperecederamente juntos, apretados sin estar incómodos, respirando el mismo aire.

—Tú nunca me soltaste. —le miró mordiéndose los labios—. Siempre estuviste aquí. —Marcó su corazón con las manos.

—¿Por qué lo haría? si estar a tu lado me dio algo que jamás tuve —parafraseo él, limpiando con sus dedos el rocío de las cejas de ella.

Ella sonrió con ternura y luego respiro, sujetando con sus manos las de él.

—¿Y qué es aquello? —le preguntó con sus ojos brillantes—. Dime, Shaoran.

—La vida, Sakura —afirmó—. Tú me enseñaste a sonreír.

Kinomoto le abrazó, su respiración era notable.

—No te vuelvas a alejar de mi, ¿Si? —levantó su rostro e hizo contacto con él—. Shaoran...

Él clavó los ojos en los de ella.

—Si.