Sakura y Shaoran 12

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Parte 1 de 4 La navidad de la familia Li sxs
Quién lo diría… ahí estábamos Touya y yo, intercambiando miradas mientras hablábamos de cosas de hombres. La verdad me sorprende lo listo que es, heredó la inteligencia de su padre, aunque no puedo quejarme de mi pareja Sakura, su única debilidad es la matemática y bueno… Yo, pero eso ya lo saben.
—Shaoran, ¿se irán a Hong Kong mañana? —me preguntó en un tono neutro.
—Así es señor Fujitaka —le dije—. Quiero que Sakura conozca a mi familia.
—Mi ave ya casi abandona el nido —lamento Fujitaka.
Me sonroje al escuchar eso, y más aún con la mirada de Touya mientras se terminaba el café.
—No se preocupe señor —le manifesté—. Nadie cuidará a su hija más que yo, le aseguro que no le pasará nada.
—Eso lo se Shaoran —me sonrió—. Se que no le harás nada que ella no quiera…
A estas alturas estaba tan rojo que parecía un tomate, allí se hallaba el padre de Sakura, diciéndome esas cosas en las que yo no había pensado, y Touya... no ayudaba, no dejaba de escudriñar mis ojos con su mirada insistente.
—Señor Fujitaka, no entiendo a que se refiere —le mire con timidez.
No se porque dije eso, quizás el tema hubiese muerto allí. Fue sorprendente lo que pasó después, padre e hijo se sentaron a mi lado en el mueble, observándome con como si fuera ladrón de comida.
—Espero que sepas lo que vas a hacer Shaoran —me dijo Touya—. Sakura es muy inocente todavía.
—No entiendo a qué te refieres Touya —le comente con nerviosismo.
—¿No sabes a qué nos referimos, por qué estás sudando? —preguntó Fujitaka.
—No es lo que piensa señor —le expresé acorralado—. Yo…
—Shaoran ya estoy lista —se escuchó la voz de Sakura que bajaba desde su habitación.
—«ufff he sido salvado» —pensé
Rápidamente noté como los rostros de Fujitaka y Toya cambiaron, El señor Kinomoto volvió a ser un ángel y Touya fruncía su ceño nuevamente a todo suceso. Yo estaba sudando y mi corazón latía con premura.
Al verme así Sakura se acercó.
—Shaoran… ¿Qué tienes, estás enfermo? —me preguntó muy preocupada.
—No es nada, solo me falta el aire —comente.
—Que extraño… no recuerdo que el aire te falte con facilidad —dijo Sakura.
Estas palabras hicieron que Touya y Fujitaka, se miraran al instante. ¡Ay! la inocencia de Sakura.
—Hija eres toda una mujer, puedo sentirlo en mi corazón —manifestó Fujitaka.
—¿De verdad lo crees papá? —ella se miró en el espejo de la sala.
Al cabo de un rato nos marchamos, dormiríamos en casa de Tomoyo y de ahí al aeropuerto al otro día.
Cuando llegamos el sol ya casi desaparecía, y el rostro de Tomoyo al recibirnos no me daba buena espina, la conocía muy bien y esa sonrisa encerrada entre sus palmas me asustaba.
Estuvimos hablando un rato, la noche era joven aun, yo no podía dejar de ver a Sakura, era la primera vez que teníamos tanta privacidad, estaríamos solos los dos, habíamos dejado de ser unos niños, aunque aún no éramos mayores de edad. Tenía tanto tiempo al lado de esta chica a la que tanto amo, y sin embargo, no podía evitar arrugar mi corazón cuando ella entre los diálogos con Tomoyo, me miraba de reojo.
—Tomoyo —mencione—. Quisiera ir a dormir ya —ella volvió a reír así otra vez…
Me despedí de Sakura, ambas dormirían juntas, ya que ella y yo no hemos pasado aun de los besos. Tomoyo me guio a la habitación, me bañe y me acosté, había pasado una hora más o menos cuando sentí que abrieron la puerta en la oscuridad.

Momentos Sakura y ShaoranWhere stories live. Discover now