Capítulo 11

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•Ernesto•

-Tranquilo Bashi ya paso- susurré y comencé a acariciar su espalda lentamente por unos minutos la habitación se hundió en el silencio absoluto y eso hizo que las palabras de mi hijo se grabaron en mi mente “ella era todo" caí en cuenta de que por más que me esforzara en imaginar el dolor que mis hijos estaban sintiendo no estaría ni un poco cerca de saberlo porque yo aún conservaba a mis dos padres y si bien yo perdí a mi Sofí mi otra mitad no comprendía el dolor de perder a una madre.

Su llanto volvió a ser audible y se intensificó de un momento a otro deje a un lado mis pensamientos y me enfoqué en mi pequeño, pero ninguna de mis caricias he intentos de consuelo sirvió mi niño se estaba desasiendo en llanto y yo no tenía idea del porqué, es decir no había sido para nada duro con él es más ni siquiera creo que debería llamarse castigo así que eso debía tratarse de algo más que dolor físico.

-Ya paso mi niño tranquilo- le susurre

-No, no paso porque estás enfadado conmigo y ... y aún vas a castigarme y … y me duele aquí papá- recupero su posición me señalo su pecho y lloro aún más esa confesión acababa de matarme de demasiadas maneras posibles

-Duele mucho papá- afirmo y cubrió sus ojos con sus manos como si no quisiera que lo viera llorar

-Es que una parte de mí aún espera que entre por la puerta y me abracé- confeso y sentí como si otro balde de agua fría cayera sobre mí enseguida lo abracé, pero un pensamiento se alojó en mi mente era la primera vez que castigaba a Bash y su madre no estaba para consolarlo le di un beso en la cabeza note que su mirada ahora estaba fija en la puerta como si esperara que su madre entrara recordé entonces el primer castigo que le di a Emi después de que murió su madre y que en el momento que me echo de su cuarto no aparto ni un segundo su mirada de la puerta pensé que era porque me estaba echando, pero él miraba la puerta justo como Bash la miraba ahora.

-Mírame bebé yo estoy aquí contigo- traté de que me mirara y poco a poco lo conseguí

-Si, pero enfadado- aseguro él y desvío la mirada

-Ni un poquito-le asegure

-Me lo prometes me prometes que no estás enfadado conmigo -

-Te lo prometo -  acaricie su espalda nos quedamos en silencio por un rato

-Eres muy malo y ya no te quiero- volteo a verme y puso un puchero por el tono que uso estaba seguro de que solo me lo decía para que lo mimara 

-Así que soy malo- le seguí la corriente  lo mire y alcé una ceja

-Si mucho- afirmo y se restregó en mi pecho

-Ya veo y que puedo hacer para compensar a mi bebé por lo malo que fui- él se sonrojó un poco

-Ya no soy un bebé- me replico

-Yo creo que si - di toque sito a su nariz  y él me sonrió ya se veía más tranquilo, pero sus ojos rojos me recordaban todo lo que había llorado vi como daba un gran bostezo y note que comenzaba cerrar sus ojos acurrucándose en mi pecho

-Hey cangrejito vamos a comer ya después duermes mi vida- le dije tratando de espabilarlo

-Tengo sueño papi- se quejó restregó en mi pecho

-Aunque la comida sean hamburguesas- dije de la forma más casual que pude

-En serio- me miro con ilusión y froto sus ojos  aunque a mi parecer si seguíamos basando nuestra alimentación en comida chatarra terminaríamos rodando todos en esta casa, pero hoy quería consentirlo así que no importaba un día más -Sí, anda cámbiate el uniforme mientras le aviso a tu hermano- le di un beso en la cabeza, pero él me volvió a mirar

Destruido Where stories live. Discover now