•Iván•
Idiota, imbécil estúpido, cabrón, hijo de... pero como es que le has hecho sentir esto a tu hijo no mereces ser llamado padre en verdad crees que un simple lo siento será suficiente, no lo creo así que prepárate porque a partir de ahora solo eres Iván no tienes derecho a ser llamado padre dijiste que te controlarías, pero mentira mira como esta tu niño no espera ya no es tu niño y mejor acostúmbrate porque seguro que a partir de ahora no te podrás acercar a él porque dudo que Julián, no perdón dudo que quien si es su papá lo permita, pero espera esto apenas si empezó deja que llegue Jan no creo que a ella le parezca todo lo que estás haciendo.
Bien concéntrate Iván di algo ya después te sigues atormentando que esperas has algo me exigí.
Entonces jalé a Max hacia mi pecho y volví a abrazarlo con la esperanza de reparar lo que hice, pero él no me correspondió en ningún momento, en cambio, comenzó a removerse incómodo por él contacto a mi pesar lo separe de mí sin llegar a soltarlo lo mire fijamente, note como su labio temblaba ligeramente, vi de sus ojos brotaban lágrimas, por su mirada sabia que batallaba por no seguir derramándolas, su respiración estaba algo agitada y cuando trato de decir algo solo se escuchó un sollozo lastimero que taladro mis oídos y partió mi corazón trate de volver a abrazarlo pero él se apartó.
-Por favor no, no me abraces- suplico -Me... me tengo que acostumbrar a que las cosas no son así y si sigues fingiendo no me ayudas solamente haces que me engañe más a mi mismo y eso me lastima- soltó, sentí que mi corazón se encogía.
-Pero de que hablas monito- me extrañe porque yo no estaba fingiendo en nada
-Ya... ya sé que las cosas cambiaron eras mi papá por... porque no tenías un hijo, pero ahora que vas a tenerlo no necesitas a alguien como yo, porque seguro que el bebé, tu bebé va a ser mil veces mejor que yo y si no lo es no va a importar en absoluto porque él si va a ser tu hijo de verdad no como yo, por eso qui... quiero que sepas que lo entiendo así que no me tengas lástima voy a estar bien, en cambio, si sigues fingiendo me va a doler mucho cuando ya no lo hagas, porque sé que no va a ser tu intención apartarme como no lo es ahora y perdóname, pero no quiero quedarme aquí para ver como sucede, Así que porque mejor no vamos terminas con el castigo empaco mis cosas y mañana que venga papá hablamos para que haga el trámite de cambio de cole no será complicado acabamos de iniciar, así vas a estar más tranquilo vas a tener más tiempo y te vas a poder concentrar en las cosas que en verdad importan tu bebé, mamá tu familia- No supe en qué momento mis lágrimas comenzarón a correr me quede sin palabras preguntándome cuando paso esto, ya que en mi largo historial de cagadas nunca había arruinado tanto las cosas como ahora que es lo que había estado haciendo en estos meses en específico estos últimos tres, no sé si tenía una excusa porque la muerte de Sof, enterarme del embarazo, las complicaciones, el trabajo, la custodia de Max, eran cosas que me atormentaban a diario, pero en este momento no me parecían una excusa suficiente, me sentía perdió esto no podía estar pasándome, sentía que estaba en una pesadilla de la que no podía despertar una pesadilla que yo mismo cree.
-No llores no me gusta verte llorar vas a ver que es lo mejor aún podemos seguir siendo amigos a que si- me sonrió mientras limpiaba mis lágrimas eso lejos de hacerme sentir bien me hizo sentir mil veces peor mi niño me estaba consolando a mí cuando yo era el que debía consolarlo a él no quería que Max fuera mi amigo yo deseaba con todo mi corazón que fuera mi hijo.
Eso trajo a mi mente aquel día cuando salí por primera vez con su mamá en toda la cita me miro con recelo imagino que vigilándome apenas era un bebé convirtiéndose en un niño pequeño me dio mucha gracia que cuando le entregue el helado que compramos en el parque lo examino como si lo hubiera envenenado me dio gracia porque en mi experiencia con niños ellos solo reciben el helado felices se lo comen y es todo, pero Max no fue así él lo recibió de mi mano como si me estuviera haciendo un favor todo lo que paso ese día lejos de desagradarme me hizo tanta gracia era un niñito único recuerdo que al final cuando llegamos a su casa se me quedo mirando fijamente -vas a volver- preguntó sin rodeos lo que me sorprendió, yo asentí él frunció el ceño taladrándome con su miradita entonces sonreí
