𝐒𝐂𝐄𝐍𝐀𝐑𝐘 ━━ tamaki amjk.

| 𝐒𝐓𝐀𝐋𝐊𝐄𝐑

Las luces de la ciudad alumbraban tu camino, la noche era muy oscura para tu gusto, pero aún así tenías confianza en tus dotes como héroe.

Tenías una licencia por suerte, gracias a ello te sentías más segura.

Caminaste por un callejón, era más fácil llegar a tu casa por ese camino. 

Sentiste unos pasos detrás tuyo y volteaste rápidamente, no había nadie. Quizá era producto de tu imaginación, estabas algo cansada.

Te llegó un mensaje al celular.

Número desconocido.
"Te ves muy linda con esa chaqueta azul"

Mierda, estabas cerca de tu casa así que aceleraste el paso hasta meterte a tu hogar.

¿Quién era esa persona? ¿Qué quería de ti? ¿Por qué te asustaba o acosaba de esa manera?

Llamaste a Mirio y tuvieron una larga conversación donde él te aconsejó y te ayudó a calmarte un poco, diciendo que desde ahora él junto a su amigo te acompañaran a clase y al regresar.

Estaba claro que no era la primera vez que esto te sucedía.

...

— ¡Shiro-chan!

Escuchaste a lo lejos y viste a tu rubio amigo junto a un peliazul algo encorvado, dedujiste que era su amigo por lo que te dirigiste hacia ellos.

— Mirio, te estaba esperando ¿quién es tu amigo? — preguntaste con curiosidad. Mirio rápidamente sonrió mientras te acariciaba la cabeza.

— Él es mi mejor amigo del que te hablé, Tamaki Amajiki ella es Shiro. — los presentó y lo viste sonrojarse hasta las orejas, te pareció muy tierno de su parte.

—b-buenos días sh-shiro-chan — saludó tartamudeando levemente y le regalaste una sonrisa dulce.

— buen día, Tamaki-kun. ¿Vamos a clase?

Emprendieron camino hacia la Yuuei, ellos estaban en la 1A y tú te encontrabas en la 1B. Hablaste con Mirio en todo el recorrido debido a que el peliazul era muy tímido, aunque eso ya lo sabías. Te sentiste un poco nerviosa por su presencia pero supiste disimular.

Llegaron hasta los salones y se despidieron con la mano para luego cada uno entrar al curso que le correspondía.

—Hola, preciosa —saludó un pelinegro pasando su brazo por tu hombro, rodaste los ojos para luego dejar un beso en su mejilla. Era algo que hacían desde primaria, tenías la suerte de haber coincidido con tu amigo de la infancia.

— Buen día, Kuroo. — él te soltó cuando llegó su amigo, kenma y comenzó una conversación con él, donde el teñido le contestaba con palabras cortas. Ya estabas acostumbrada a ese par.