| 𝐊𝐈𝐓𝐓𝐄𝐍

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 male reader!

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— Tamaki, ¿¡por qué llevas un plu- —exclamaste sonrojado por lo que pueda traer dentro.

—Un quirk le afectó y se volvió híbrido. — se apresuró a hablar Mirio antes de que soltaras esa puercada.

—Oh.

Silencio.

Volviste a mirar al peliazul, estaba durmiendo en posición fetal sobre su cama.

Sus orejas eran del color de su cabello y se veían palpables, la cola no era muy larga y se movía de vez en cuando. Mirándolo bien se veía jodidamente adorable a tus ojos, tu lindo novio era un kitten, literalmente.

Cubriste tu rostro al emocionarte de más, era inevitable con lo precioso que era Tamaki.

— Mierda, es muy lindo— susurraste y escuchaste la risa de Mirio.

—Cuidalo cuando se levante, está muy sensible y asustado. Lo primero que pidió luego de ser afectado era verte...— no dijo más y se retiró de la habitación.

Te acercaste a tu novio y acariciaste su cabello, automáticamente pequeños ronroneos tiernos salieron de él. Sentiste como el corazón quería salir de tu pecho.

Pegaste un salto en tu lugar cuando se puso en cuatro patas de la nada mirándote con los ojos feroces. Vaya que nunca lo habías visto así y era una faceta que te comenzaba a gustar, no era muy característica del tímido.

— Tamaki, cariño, soy yo. — levantaste las manos en señal de rendición a ver si se calmada. Sus ojos feroces pasaron a ser unos suplicantes y sin esperar más se aventó hacia ti.

Sus pequeño cuerpo temblaba contra el tuyo, sus brazos rodeaban tu torso y su rostro se encontraba escondido en tu cuello, dejándote sentir su acelerada respiración que se iba calmando con tu olor.

Dejaste caricias sobre su cabello intentando relajarlo. Su rostro se restregaba contra tu piel causándote ternura, era literalmente un gatito mimoso.

— Te extrañé, gatito. — susurraste contra sus cabellos. Su cuerpo tembló ante tu susurro.

— Y- yo también. — contestó con timidez.

¿Era normal sentirlo más frágil de lo normal? Siempre fuiste más grande y formado que él, debido a tu descendencia, así que Tamaki era para ti un muñeco de porcelana, pero ahora parecía aún más débil. Es más, parecía que se había vuelto más pequeño.

— ¿Huelo bien? — preguntaste. Desde que te abrazó no dejó de olerte. Sentiste como su cabeza se movía en señal de afirmación. — Mírame. —pediste.

Lentamente el peliazul se despegó de ti aún con los brazos a tu alrededor. Pudiste observar su rostro sonrosado y avergonzado por la condición en la que se encontraba.

Con la zurda tomaste su mejilla acariciando y este se inclinó para sentir más tus caricias. Era tan adorable que podías morir ahí mismo.

—Eres tan lindo. — susurraste contra su rostro para luego pegar tus labios a los suyos, este no se negó, en cambio subió ambas piernas sobre tus caderas sentándose encima tuyo profundizando el beso.

Soltó tu torso para abrazar tu cuello. Llevaste tu mano a los cabellos de su nuca acariciándolos suavemente.  Abrió ligeramente su boca y aprovechaste para introducir tu lengua a su cavidad bucal, no hace falta decir que fue bien recibida. Saboreaste todo su interior para terminar en un juego de lenguas. Al separarse un fino hilo de saliva aún los unía, hasta que se cortó por la distancia.

— Veo que me extrañaste mucho. — volviste a hablar y el contrario asintió buscando tus labios una vez. Soltaste una pequeña risa grave para darle piquitos sonoros. — Te adoro.

Tomaste ambas mejillas con tus manos aplastándolas un poco para depositar un largo beso sobre sus belfos, luego de ello te encargaste de repartir besos por todo su rostro.

— Quiero dormir...contigo. — habló con más firmeza. Le sonreíste coqueto y este se sonrojó a más no poder. — ¡Dormir!

—Está bien, gatito. Ven aquí y durmamos juntos. — extendiste tus brazos sintiendo como su delgado cuerpo se acoplaba al tuyo perfectamente.

Su rostro se restregaba sobre tu torso mientas tu acariciaba sus orejitas con toda la delicadeza del mundo. El cuerpo de Tamaki era cálido, aún así pusiste una sábana sobre los dos.

Te encantaba tanto tu dulce novio.


 𝐒𝐂𝐄𝐍𝐀𝐑𝐘 ━━ tamaki amjk. Where stories live. Discover now