Capitulo 22

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Narra Isabella.

Y este quien se creyó. Que vendría y saltaría a sus brazos y lloraría y cogeríamos y todo se volvería a arreglar. No . Un rotundo NO.

Estuve sola, y puedo continuar así. Era una niña idiota, no digo que haya madurado demaciado o que mi edad haya subido descomunalmente. Pero ya no soy tan ingenua como antes, tengo que pensar las cosas antes de tirarme al vacío, por... Por... Por Él.

Ahora ya no solo tengo que pensar en mi. Sino en los niños. Que va a ser de su futuro si me voy con Noah. Que se supone que hare. Ni siquiera terminé la escuela secundaria u preparatoria. No es como si en muchos lugares me fueran a aceptar.

Noah. Bueno él, estaba cambiado. Su mirada tenía otro brillo. Era como si estuviese seguro que podría llevarme con él. Pero no pudo, y eso lo enojó.
Que no me haya podido recuperar, que no lo haya besado ni abrazado. Ni siquiera se me cayeron lágrimas.

La mañana llegó. Solo habían pasado horas desde que lo había visto y me sentía igual que la primera vez. Nerviosa y un poco aterrada.

Comienzó mi día como cualquier otro. Preparó el desayuno, levanto a Nico. El cual no deja de repetir que anoche vio a su padre. Me cambió y escuchó sonar el timbre.

_ Nicolás, ¿Puedes abrir?_ digo mientras terminó de abrochar los últimos botones de la camisa y me colocó los zapatos.

Caminó ya lista a la sala y lo veo. Allí parado con su traje de marca y sus zapatos lustrados. Una bolsa en una mano y una caja en la otra.

_ya desayunamos. ¿Que traes en la bolsa y caja?_ el pone cara de desilusión al saber que ya desayunamos pero le entrega la caja a Nico y el se sienta en el sillón para abrirla.

Adentro hay un pequeño teléfono móvil. Mas una funda integrada de animales. Unos audífonos y un cable de carga.

Mi cara pasa de enojo a furia pura. A caso cree que con darle regalos lo comprara. O no. Iba a sacar el teléfono de las manos de Nicolás pero su cara me detuvo. Era pura ilusión. Sabía que era el que quería pero yo no podía pagarlo hasta dentro de unos meses.

_dejalo._ susurra Noah en mi oido y se colocó atrás de mi._ me lo dijo anoche mientras hablábamos de ti y tu trabajó.
Fue un poco feo y asqueroso ver como otro hombre ponía sus manos encima de tí.

Richard. Lo miré a los ojos pero él solo me evadió y pasó sus brazos por delante para acariciar mis pechos y luego mi estómago. Mi gran vientre en el que crecía su hijo. Su primogénito y su heredero.

_se lo que piensas. Y aunque considero a Nicolás como mi primogénito e hijo, los jefes no lo verán así._ el sigue acariciando mi vientre y besa mi cuello_ yo los protegeré, a los tres. De lo que sea, incluso de mi si es necesario.

_ estamos bien. No necesito protección._ me alejo de él y voy hasta Nico me agacho a su altura y le beso la cabeza_ papa te llevara a la escuela, si? Esperó pueda hacerlo.

Tomo mi bolsa y mi llaves. Los hombres de Noah estaban en la puerta. Voltee a ver a mi hijo y sonreí.

_ Volveré a las 4. No hables con él, si?_ me acerque a él_ no quiero que vuelvas con un moretón de nuevo.

El asintió porque me entendió pero su padre no y el muy curioso pregunto.

_¿Quien te golpea?_ dijo mientras se sentaba a su lado y abría su traje.

_ ¿No que hablaron?._ sonreí con suficiente de lado y me fuí.

Ya en el trabajo. Ayudé a tener camas y les hice el desayuno a varios y cuando terminé la jefa me llamó.

vendida a un mafioso (Terminada)® Where stories live. Discover now