capitulo 23

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Narra Noah

Luego de casi dos semanas de citas y todo lo que conlleva volver a conquistar a una chica lo logré. O bueno en cierta parte.

Acepto volver a EEUU, nada mas, no besos o abrazos,menos sexo. Me voy a morir de tanto esperar pero la amo y lo hago por ella.

Venimos en el avión los cuatro, creo que en cierta parte acepto vernir por él bebe. Necesita un padre y no dejaré que cualquier imbécil que conosca me malcrie o maltrate a mi hijo.

Nicoe esta bastante emocionado con volver y volver a hacer amigos en la escuela.

Ya en la mansión, Nicolás volvió a su habitación normal pero Isabella fue a una de lqs habitaciónes de invitados. Y yo me quede en nuestra recamara.

Me sentía solo en esa inmensa cama sin nadie a mi lado. Muy solo sin su fragancia, su presencia y sus caricias y mimos antes de dormir.

A la mañana siguiente comencé a hacer todo con normalidad y ella también. Preparó el desayuno aunque dije que no tenía que hacerlo lo hizo de igual manera. Y acompañamos a Nico al colegio.

De ahí fuimos a la ginecóloga, tenía cita desde hace unos días y los expedientes de rusia tardaron en ser enviados.

_¿Tienes algún caramelo?_ preguntó mientras se acomodaba en el asiento del auto.

Rebusque en mi saco y pantalones pero nada.

_No, no tengo. ¿Por?_ la ví remover se mas en el asiento y me preocupé._ ¿Que sucede?¿Estas bien?

_Si, si_ respondió agitadamente_ solo me empezó a incomodar el pantalón, esta apretado.

Se desabrochó el botón del pantalón y se volvió a remover en el asiento. Acaricié su panza y le hice caricias durante un rato.

_¿Mejor?_ pregunté mientras le abría un poco mas los pantalones y lo le ajustqban demaciado.

Ella asintio en silencio mientras me dejó seguir con las caricias.

Cuando llegamos se abrocho el pantalón y la ayudé a bajar del auto. Caminamos de la mano por los pasillos del hospital hasta llegar al consultorio.

_¿Tienen cita?_ preguntó la muchacha y asentí. Le dí los datos y nos sentamos a esperar a la ginecóloga.

Cuando nos llamaron entramos juntos. La doctora hizo a Bella sentarse en la camilla con una bata . Le abrió las piernas y metió un pequeño aparatito por abajo.

_Este es su bebe, mama y papa_ en la pantalla se veía un hermoso bebé de 7 meses y sus hermosos pies.

No pude contener la emoción y unas cuantas lagrimas derramé. Isabella agarró mi mano y la acarició mientras veiamos la pantalla. Pedimos unas copias de la imagenes y nos fuimos del consultorio.

Al llegar a casa, ella se fue a recostar porque le dolían los pies y yo me fuí a mi despacho a terminar de arregar algunos papeles.

Estaba hablando por teléfono cuando entró la nana por la puerta y me hizo señas.

_La señora no ha bajado a Almorzar y ya lleva mas de unas horas sin comer_ informó mientras me dejaba una taza de café.

Asentí con la cabeza y terminé la llamada. Caminé a la habitación donde estaba durmiendo y la ví.

Estaba acostada con las piernas abiertas hacía la puerta y con los ojos cerrados. Entré sin hacer ruido, podía escuchar sus gemidos por toda la habitación.

Tenía un vibrador de unos 15 o 17 centímetros cerca de su vagina. Le subía y bajaba a la velocidad y gemía de forma descomunal.

Sus piernas temblaban y sus manos se aferraban mas al vibrador para que no se cayera de entre sus dedos. Pude ver como estaba por llegar y sus dedos resbalaron del vibrador.

Me acerqué con sigilo y la escuche lloriquear. Me subí a la cama y por primera vez abrió los ojos. No dijo nada y dejó que yo siguiera.

Tomé el aparato en mis manos y lo volví a pegar su vagina.

_Noah, mas fuerte._ subí la potencia mientras ella gemia .

Cuando estaba por llegar lo baje y repetí el proceso unas dos o tres veces hasta que la dejé llegar.

Con la respiración entrecortada, me acostó en la cama y bajó la bragueta de mis pantalones. La miré sorprendido y ella solo me sonrió.

Comenzó a mover su mano de arriba abajo sin parar a dejar besos en mi glande y a lamer de arriba abajo. Metió la mitad en su boca y lo lamió como a una paleta.

Cuando me vine lo tragó todo sin pensarlo. Se acostó en mi pecho y terminamos dormidos los dos juntos.



Estaba desayunando cuando escuchó gritos en la parte de arriba.

_Señor!, Es la señora. Esta sangrando._ grita la nana.

Subo corriendo las escaleras y llegó a la habitación.La veo tirada en el suelo con las piernas llenas de sangre.

_creo...creo que lo perdí._ yo niego con la cabeza y la alzo.

Bajó corriendo las escaleras y me subo al auto con ella en brazos. Llegamos al hospital y las enfermeras la suben a la camilla. La llevan adentro y me dejan en la sala de espera.

El médico y la enfermera me indican que necesitan hablar conmigo.

_¿Como esta, esta bien, el bebe?_ el médico me espera con paciencia a que termine las preguntas y responde.

_Ella esta bien, pero el bebe no. Al parecer se movió y su cuello esta enrredado con el cordón unvilical. Necesitamos hacer una cesárea de urgencia y lo mentendremos en una encubadora para que terminé de desarrollarse._ mi mente comenzó a congelarse.

_¿Y Isabella?_ pregunté procupado.

_Ella estaría bien. Solo se usaría anestesia local y podrían escuchar y ver el nacimiento.

Yo asentí y me metí a la habitación. Estaba con las manos en su estómago y lo acariciaba.

_cariño...

_¿Que sucedió?¿Estamos bien?

_tendran que hacerte un cesaría. El bebé está mal posicionado y necesitan sacarlo. Estaran bien, ambos_ ella derramó un par de lágrimas y re reincorporo cuando él doctor entró.

_Lista?_ ella asintio y se la llevaron.

Luego de cuatro horas en el quirófano, los doctores la llevaron de regreso a la habitación e informaron que en unos días podriamos ver al bebé.

Isabella y yo estabamos del otro lado del vidrio viendo a nuestro hijo en la incubadora. Estaba quieto y tenía varios tubos conectados a su cuerpo. Ella lloró durante un rato mientras lo miraba y suplicaba por tocarlo y yo la abrazaba con un nudo en la garganta.

A los pocos días nos dejaron verlo y allí estabamos en la habitación de hospital con un pequeño bebe de menos de 1kl y unos pequeños piesecitos. Su madre lo amamantaba y yo solo observaba.

La nana tomo una foto de los cuatro con Nicolás incluso y la guardó.

En menos de dos meses todos estabamos en casa y todo volvía a la normalidad sin problemas.

Pero yo sabía lo que ahora quería, en ese tiempo en el hospital Isabella y yo nos volvimos mas cercanos y mucho más intimos, no como al inicio de todo. Ella lloraba y yo la consolaba o yo lloraba y ella me consolaba.

Así que antes de regresar a casa de la oficina pase por una joyería y compré un anillo que sabía le encantaría.

Aqui uno de los últimos capítulos
Espero les guste
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Besos y abrazos

vendida a un mafioso (Terminada)® Where stories live. Discover now