Tiempo. [Edward Cullen] ✓

Capítulo 4.

Viaje al pasado.
←←★→→

←←★→→

Música, risas, aplausos, pláticas, murmullos, era todo lo que se escuchaba. El ambiente había cambiado ya no se escuchaban los pájaros cantar, o el río que estaba cerca, ya no era de día, parecía que el sol se había ocultado en minutos y ahora la luna había ocupado su lugar, miraron hacia el cielo observando como las estrellas brillaban por doquier.

Estaban en un jardín, con rosas, tulipanes, lirios y cualquier tipo de flores. Los arbustos los ocultaban. Los Cullen miraban todo con asombro mientras los lobos quienes habían caído en el suelo miraban todo con desconcierto.

Personas empezaron a caminar por dónde se encontraban ellos, algunos simplemente los ignoraban y otros los miraban con desagrado o extrañeza. La vestimenta de aquellas personas era extravagante, elegante, usaban vestidos y trajes antiguos pero se veían impecables. Los Mcfly miraban todo con miedo, no sabían en dónde estaban y tampoco en que año estaban.

¿Dónde estaban?

Se preguntaron todos.

—¿Porqué esas personas visten así?— preguntó extrañado Seth.

—¡No tienen sentido a la moda!— se reprochó Alice mirando mal a las personas que pasaban.

Edward miró hacia todos los lados extrañado, ¿En dónde estaban?. Parecía un lugar de hace Miles de años, observó con admiración lo delicado y acomodado que estaba todo el jardín parecía de la realeza. Agudizó su oído y pudo escuchar la suave y tranquila música que se escuchaba, un violín y un piano siguiendo el ritmo de una dulce melodía, no era nada comparado a la música que escuchaban los adolescentes en Forks la cual era muy ruidosa y para nada tranquila.

—¿Dónde estamos?— preguntó Carlisle.

—Viajamos a otra época, pero no sabemos a qué año viajamos— contesto un alarmado Ernest.

Los presentes se sorprendieron ante tal declaración.

¿Cómo era posible aquello?

¿Viajar en el tiempo?

—El collar tiene muchas funciones, puede llevarnos a otras épocas pero no es recomendable hacerlo porque podría afectar la línea temporal— informo Lorraine mirando muy mal a Paul.

Los lobos rápidamente se pararon del suelo para mirar alarmados a cualquier lado, una mujer que venía en compañía de un hombre miró hacia ellos para después desviar su mirada asustada, el hombre miró demasiado mal a Paul quien no llevaba camisa.