Niñero 2

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-P'Mew, ¿qué haces?.- preguntó Gulf pues mientras limpiaba la barra de la cocina, el mayor se había puesto detrás de él y acariciaba su cintura.

-Solo quiero ayudarte a limpiar.- respondió el pálido con falsa inocencia, se inclinó sobre el pequeño cuerpo del moreno, pegando su pecho por completo a la espalda ajena.

-P'Mew, se que es lo que intentas.- Gulf se removió queriendo salir de la prisión que presentaban los brazos de su niñero, pero tal parece que había conseguido el efecto contrario, ya que el mayor lo tomó más fuerte de la cadera.

-No puedes simplemente inclinarte sobre la barra, mostrándome ese hermoso trasero que tienes y esperar que yo no haga algo.- se quejó Mew, restregando su creciente erección en el menor.

-No, P'Mew, lo hicimos ayer en la piscina y aun me duele.- la voz del moreno salió en un jadeo, por más que lo intentara no podría resistirse a su novio.

-Seré muy gentil, déjame hacerte sentir bien, sé que tú también lo quieres.- se podría decir que llevaban un día de novios y Mew ya quería estar pegado al menor todo el día.

Incluso la noche anterior durmieron juntos en la habitación que ocupaba el pálido. No habían hecho nada más que dormir y darse tiernos besos, al igual que esa mañana, antes de que el castigo del menor iniciara.

Limpiar toda la casa era una tarea agobiante, pero el mayor disfrutaba ver al pequeño tratar de limpiar lo mejor posible todo, además que le regalaba una hermosa vista.

Al notar que Gulf ya no oponía más resistencia comenzó a dejar húmedos besos en su cuello, mientras acariciaba su esbelto cuerpo.

Sin hacerse esperar más Mew despojo ambos cuerpo de sus camisetas, dejándolo sentir su pecho contra su espalda. La tarea de limpiar la barra había sido olvidada en el momento en que el pálido comenzó a jugar con las rosadas protuberancias en el pecho del menor.

-P'Mew...- jadeo el menor. -Deja de jugar.- suplico, pues aunque de primeras se había resistido, estaba claro que su primera vez juntos había sido tan placentera que esperaba repetirlo mientras el mayor siguiera en su casa.

-¿Quién dijo que no quería hacerlo?.- preguntó burlón Mew, pero aun así abrió el pantalón del menor para poder bajarlo hasta sus tobillos junto con la ropa interior. -Vamos, bebé, chúpalos para mí.- pidió acercando dos de sus dedos a la boca del menor.

Con algo de timidez el menor se encargó de dejar los dígitos bien mojados y cuando el mayor creyó que era suficiente se dispuso a prepararlo de forma lenta y cariñosa para no lastimarlo, pues su entrada aun estaba algo roja de su primera vez del día anterior.

-¿Crees que puedes tomarlo ahora, cariño?.- susurro en el oído del menor mientras su otra mano se encargaba de liberar su erección.

-Si... Hazlo.- rogó el menor dejando caer su cabeza en la barra.

Con lentitud Mew tomó el pequeño cuerpo de su novio, dándole placer y demostrándole que enserio le tenía cariño. Las embestidas eran lentas pero profundas y mientras tanto el pálido acariciaba el miembro del moreno, para darle aun mas placer.

-P'Mew, bésame.- demandó el menor levantándose finalmente, dejando ver su cara sonrojada y las lágrimas de placer que manchaban sus mejillas.

Mew no lo pensó ni un segundo, tomó al menor del mentón y lo acercó a sus labios, fue un beso apasionado, con sus lenguas jugando y sus labios siendo mordidos.

-Ahhh....mhhh... P'Mew...- los gemidos de Gulf se ahogaban entre sus labios, pero eso solo hacia mas erótico su encuentro.

El menor estaba sujeto de los fuertes brazos de Mew que rodeaban su cintura, pues sus rodillas se sentían débiles y temblorosas del placer.

One Shots - MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora