One Shots - MewGulf

El Chico De La Cabaña

Mew manejaba por una carretera bastante solitaria rumbo a visitar a sus padres, los cuales viven en las afueras de Bangkok. En auto era un viaje de poco más de seis horas, bastante agotador, pero no podía más que detenerse a un lado de la carretera a estirar un poco las piernas, pues por esa autopista no había ningún establecimiento, solo árboles por todo al rededor.

El chico iba a visitar a sus padres para darles la formal invitación a su graduación, que sería en dos meses, esperaba que ellos pudieran acompañarlo y por fin pudieran estar orgullosos de su hijo, el cual pronto tendría su doctorado en ingeniería industrial.

No podía estar más feliz de poder compartir con sus padres que todo el apoyo que ellos le habían dado estaba rindiendo frutos y que ahora el podría cumplir todas aquellas promesas de ayudarlos económicamente y traerlos a vivir a la capital con el.

El día había estado bastante soleado toda la mañana, tenía las ventanas del auto abajo dejando el aire entrar y mover su cabello castaño, con la música alta y cantando a todo pulmón. Decidió tomar un breve descanso pasadas las primeras tres horas de viaje y se detuvo a un lado de la carretera, salio del auto y se quedó recargado contra el mientras comía un sandwich y admiraba el cielo azul, aunque se percató de que a la lejania se apreciaban unas nubes bastante grises pero no le dio importancia, pues pensó que tenía tiempo suficiente para llegar a su destino.

Después de 10 minutos volvió a subir al auto para emprender de nuevo su viaje. Una hora después de estar manejando las nubes grises, casi negras, ya estaban cubriendo todo el cielo, lo cual lo había preocupado un poco puesto que odiaba manejar en la lluvia ya que el asfalto se volvía resbaloso y no quería tener un accidente. Su temor se hizo realidad y en menos de 20 minutos ya estaba lloviendo como si el cielo se fuera a caer, estaba en panico, si bien manejaba despacio para estar más seguro, sabía que no podría continuar si la lluvia no cesaba y se dedico a buscar a los alrededores algún lugar donde pudiera estar durante la lluvia.

Conforme las gotas comenzaron a ser más grandes y constantes su vista era menos hasta el punto de casi no ver nada. Sin darse cuenta salió de la carretera principal hacia un camino de tierra el cual estaba bastante inundado, pero la luz que pudo ver a lo lejos lo incitó a seguir su camino a donde quiera que estuviera yendo.

Una vez frente a la luz encendió el parabrisas, si bien este no funcionaba, esperaba lo dejara ver que era ese lugar y si había posibilidad de entrar a él, para su fortuna el vidrio quedó limpio unos segundos, los suficientes para ver que era una cabaña, esta tenía las luces encendidas, pero desconocía si alguien se encontraba dentro de ella.

Tomando una bolsa de plástico negra se la coloco encima y salió para tocar la puerta y comprobar que alguien estuviera ahí y pudiera refugiarlo en lo que la lluvia cesaba. Justo frente a la puerta había una parte cubierta por lo cual no caía el agua ahí. Sin esperanzas tocó la puerta repetidas veces.

-Hola, ¿Hay alguien dentro?, ¿podría ayudarme?.- gritaba mientras seguía tocando la puerta y de repente se abrió, detrás de esa puerta salió un chico un poco más bajo que el, bastante joven y de piel canela el cual lo veía sorprendido.

-Oh rápido entra, adelante. - habló rápidamente el chico haciéndose a un lado para que el pudiera pasar. -Iré por una toalla en un momento vuelvo. - volvió a hablar el chico una vez cerró la puerta. Mew se quedó ahí parado a mitad de la cabaña sin saber que hacer.

La cabaña era bastante grande, todo era de madera y lucia muy rústico, una sala con sofás café claro frente a un televisor, al fondo se podía ver la cocina con una barra y a un lado el comedor caoba, no habia notado que ahí dentro estaba calientito, haciéndolo sentir más tranquilo. El chico bajó la escalera corriendo con una toalla negra en las manos.