un día laboral fuera de lo común.

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era lunes otra vez, por lo que me encontraba trabajando, solo que con unas ojeras impresionantes, las cuales no pudieron ser tapadas con maquillaje. la pijamada que tuvimos con los chicos, siguió hasta ese mismo lunes, osea que estuvimos todo el fin de semana juntos, quedándonos charlando hasta altas horas de la madrugada, tomando y saliendo a fiestas, y aunque había sido increíble, también fue agotador.

las ganas de matarme se incrementaron al escuchar una ya conocida risa, proveniente de lee minho, el estúpido paciente que solo lograba ponerme los pelos de punta y acelerar mi corazón, aunque no iba a admitirlo en voz alta.

- estás destruida, ¿qué sucedió?

- ¿no deberías estar almorzando? ve al comedor.

- no pienso seguir comiendo la mierda de comida que hay acá, es repugnante y no creo que ni las ratas la quieran comer.

- ya sé que es fea, pero tenes que comer, no hay otra cosa.

- no pienso hacerlo, así que ni te gastes en intentar hacerme cambiar de opinión.

sin más que decir, se da la vuelta y se va, dejándome con la palabra en la boca, cosa que no iba a permitir, por lo que lo tomo de la muñeca y lo jalo hasta uno de los baños de los psiquiatras, fijandome que nadie nos haya visto.

- deja de contradecirme y empeza a hacerme caso que es por tu bien.

- ¿hacía falta que me traigas hasta el baño para decir eso?, ¿o es solo una excusa para que estemos solos y así pueda cumplir con tus sueños húmedos?

abro la boca para opinar y la cierro luego de unos segundos, no sabía qué decir y las palabras tampoco es como si pudiesen salir, se quedaban atoradas en mi garganta.

- ¿a la sexy psiquiatra le comió la lengua el gato?

- cerrá la boca, lee, sabes muy bien que no te traje acá por eso.

- ¿no?, entonces... ¿no querés que haga esto?

aviso: se viene una escena +18, no afecta ni cambia nada en la historia, así que, a las personas que no les guste este tipo de contenidos, sigan de largo hasta el próximo aviso ♡.

en un rápido movimiento, me toma del cuello y me pone contra la pared, viendo como abre mis piernas y pone una de las suyas entre las mías, frotando parte de su rodilla y muslo contra mi zona baja, sacandome un pequeño jadeo.

- ¿tampoco puedo hacer esto?

doy un pequeño saltito por el susto al sentir sus manos en mi trasero, el cual comenzó a masajear a su gusto por sobre mi falda, haciendo una pequeña mueca al sentir que comenzaba a correr mi falda ya que sus manos estaban bastante frías.

- ¿o quizás esto?

suelto pequeños suspiros al sentir suaves besos en mis clavículas, aunque estos no duraron mucho ya que bajaron hasta el borde de mi camisa, que de un segundo al otro, ya no la tenía puesta al igual que mi sostén.

- minho, detente.

murmuro lo suficientemente alto para que me escuche y le doy un empujón al ver que no me hacía caso, terminando por tomar las prendas de ropa que estaban en el piso con rapidez, dándole otro empujón para meterlo a uno de los cubículos y cerrar la puerta del mismo con seguro en cuanto estuvimos dentro.

- ahora callate de una buena vez porque te van a escuchar.

me siento sobre su regazo y beso sus labios con desesperación, moviendo mis caderas en círculos para hacer una muy satisfactoria fricción entre nuestras entrepiernas. sin pensarlo dos veces, le saco la camiseta y la tiro al piso junto con las otras prendas que me había sacando anteriormente, mordiendo mi labio inferior al ver su torso desnudo, este mismo estaba marcado y adornado por varias cicatrices.

- sacale una foto para que dure más si es necesario, preciosa, pero deja de mirar y empeza a moverte que no tenemos mucho tiempo.

me toma del cabello para levantarme tan solo un poco, logrando así sacarme la falda y mi ropa interior, estando completamente desnuda frente a él. sin dudarlo dos veces, llevó sus dedos a mi intimidad y comenzó a masajear la misma, estimulando mi clitoris con su pulgar, mirándome a los ojos en todo momento, lo que me avergonzaba en cierto punto, pero no negaba que me encantaba.
solo tuve que cerrar los ojos para sentir como sus dígitos se introducían por mi entrada, sacandome más de un gemido que eran ahogados para que no nos descubran, aunque realmente se me estaba dificultando bastante la tarea de guardar silencio. uno, dos, tres y hasta cuatro dedos fueron introducidos, recorriendo mi interior y haciendo que mis piernas perdieran fuerza.

- basta, es mi turno, así que quédate quieto.

alejo su mano de mi y me pongo de rodillas en el suelo, estando entre sus piernas, comenzando a besar sus muslos, subiendo los besos hasta su entrepierna. bajo sus pantalones junto con sus boxers y suelto un jadeo ante el tamaño de su creciente erección, la cual no dudé ni dos segundos en meter en mi boca, creando un vaivén rápido y constante, haciendo el mismocada vez más veloz gracias al contrario, ya que me había tomado del cabello y comenzado a moverse contra mi, haciendo que su glande choque contra mi garganta en repetidas ocasiones.
tan solo unos minutos después, me levantó del piso y me sentó sobre su regazo, metiendo su longitud en mi entrada de una sola estocada, logrando sacarme un pequeño gritito.

- ¿voy a tener que amordazarte para que cierres la estúpida boca?

al ver que no podía contener los gemidos que eran causados por sus fuertes y certeros movimientos, tomó mi camisa y me amordazó con la misma, logrando por fin dejar de retener cada uno de los jadeos y gemidos que querían salir de mi boca, después de todo, eran silenciados por mi camisa. volvió a tomarme del cabello para ponerme contra una de las paredes del cubículo, comenzando a penetrarme contra el mismo de una forma poco cuidadosa, sintiendo sus manos recorrer mi cuerpo solo unos segundos después, cerrando mis ojos con fuerza por cada una de sus acciones. recibí pequeños golpes en mis pechos y glúteos, optando por clavar mis uñas en sus brazos en una forma de no hacer el suficiente ruido para que nos escuchen, porque si bien la camisa tapaba mucho, no era milagrosa como para ahogar todos y cada uno de los sonidos que emitía.
no duramos mucho así antes de que el mayor saliese de mi y se sentara en el retrete, entendiendo casi al instante lo que esto quería decir, por lo que me siento sobre su regazo, volviendo a introducir su miembro en mi entrada, y comenzando a saltar, intercalando los mismos con movimientos circulares, logrando sentir que tocaba ese punto en específico que logró darme una descarga eléctrica en mi abdomen bajo.
pequeños sollozos se hicieron presentes al sentir como mi cuerpo se tensaba y los dientes del contrario apresaban mis pezones, eso fue la gota que colmó el vaso, ya que logré correrme instantes después, sintiendo que salía de mí y me volvía a poner de rodillas para poder correrse sobre parte de mi boca y pechos.

sin pensarlo dos veces, comenzamos a vestirnos con rapidez, yendo a las canillas del baño para poder limpiarme el semen del contrario y así terminar de cambiarme. arreglamos nuestros cabellos e hicimos como que nada había pasado.

aviso 2: ya pueden seguir leyendo las personas que pasaron de la escena anterior.

- anda para tu habitación, yo tengo que ver a los demás pacientes.

solo recibí un suspiro de su parte y un pequeño beso en mis labios, luego de eso solo salió del baño con cuidado de que nadie lo vea, y yo hice lo mismo minutos después para no levantar sospechas.

el día laboral ya había terminado, yo ya me había despedido de mis compañeros y por fin estaba en mi casa. lo primero que hice fue ir hasta el baño para darme una buena ducha, la que duró unos 20 minutos. lo siguiente fue irme a dormir, no tenía hambre ni ganas de cocinar algo para comer, además que estaba demasiado cansada, así que solo me acosté y me dormí hasta el día siguiente, intentando no pensar en todo lo que había pasado en este último tiempo, y menos en aquel castaño que me estaba llevando a la locura.

psychopathy- imagina con stray kidsWhere stories live. Discover now