un día lleno de sorpresas

1K 77 23
                                    

ese día tuve que despertarme más temprano para poder ir a la farmacia a comprar la pastilla del día después. en mis planes no estaba quedar embarazada y menos de él por obvias razones.

al llegar a mi lugar de trabajo, lo primero que hago es ir a buscar un vaso de agua para poder tomar la pequeña pastilla salvadora, yendo a los pocos segundos a buscar a mis compañeros y nuevos amigos para charlar un poquito antes de tener que ir con mis pacientes.

- channie!

voy rápidamente hasta él al encontrarlo, dejando un pequeño besito en su mejilla y despeinado su cabello, evitando soltar una risita por lo tierno que se veía.

- buenos días, enana, ¿por casualidad viste a hyunjin? no lo vi llegar.

- nop, pero ya va a aparecer, no te preocupes.

nos quedamos hablando por unos minutos hasta que llegó la hora de trabajar, por lo que nos despedimos y nos fuimos cada uno por nuestro lado.

por suerte había sido un día bastante tranquilo, teniendo solo un pequeño inconveniente cuando jaebum no quiso irse del comedor para uno de sus exámenes por querer quedarse con jinyoung. quitando aquello, había sido un día bastante bueno, aunque cada vez se acercaba más la hora de ir con minho, y esto me tenía demasiado nerviosa.

cuando faltaba tan solo una hora para irme, decidí que ya era el momento para ir a verlo, yendo hasta su habitación y tocando la puerta de la misma antes de entrar.

- buenas tardes, minho... ¿minho?

me quedo mirando la escena un poquito confundida, ya que minho estaba contra uno de los rincones de la habitación, dándome la espalda mientras veía que ocultaba algo.

- ¿qué es eso?

me acerco con cuidado a él y veo que tenía la navaja de uno de nuestros primeros encuentros, por lo que me hago hacia atrás con miedo a que me haga algo, observando que me miraba con algo de confusión.

- ¿qué haces con eso? sabés muy bien que no podés tenerlo, vas a lastimarte a vos o a alguien más.

veo que se para rápidamente y se acerca a mi, ocultando algo detrás de su espalda, aunque no le di mucha importancia a eso por la navaja que tenía en la mano.

- minho, detente...

murmuro mientras sigo caminando para atrás hasta chocar con la pared, quedando "cara a cara" (que claramente es una forma de decir ya que él es bastante más alto que yo) con él, cerrando mis ojos mientras esperaba que pase lo peor, aunque, al no sentir nada, abro los mismos, encontrándome con un pequeño panda hecho de madera, mirándolo con sorpresa.

- para vos, escuché que tu animal favorito es el panda.

lo veo sonreír y me relajo, sonriendole de nuevo y dejando un suave beso en su mejilla, tomando la figura de madera con cuidado.

- es muy hermosa, minho, muchas gracias.

guardo el osito en mi bolsillo y sonrío encantada para el bonito gesto que había tenido, llevándolo hasta su colchón para que nos sentemos a hablar un poquito.

- veo que se te dan muy bien las manualidades, ¿nunca pensaste en dedicarte a eso?

- a mi padre nunca le agradó la idea, así que nunca tuve la oportunidad de hacerlo.

su papá, alguien del que nunca había hablado y que, probablemente, sea uno de los causantes para todo el problema.

- nunca me hablaste sobre él, ¿te gustaría contarme un poco más?

- era un idiota y bueno para nada, así que no quiero hablar de él.

- entiendo, no hablaremos de él si así lo deseas. ¿y tu mamá?

- ella siempre me cuidó y me protegió mucho, aunque ya no quiere ni verme. mi hermana es la única que me entiende y me sigue apoyando después de todo lo que pasó.

anoto aquello mentalmente para luego poder ponerlo en su informe, ya que si me ponía a escribir ahora, se daría cuenta de lo que pasaba y no querría seguir hablando.

- tu hermana parece ser muy buena, ¿siempre se llevaron bien?

- realmente si, es mi hermanita así que siempre me encargué de cuidarla de todo y de todos para que estuviera bien, siempre nos tuvimos confianza.

- eso es muy bonito, minho, ¿no lo crees?

- supongo que así es, aunque pasamos por muchas cosas como te podrás imaginar.

asiento con la cabeza y me lo quedo mirando a los ojos por unos segundos, sintiendo que mi corazón se aceleraba y mi estomago cosquilleaba al igual que mis dedos.

- sos hermosa, no sé si ya te lo había dicho.

siento cómo mis mejillas se calentaban y una risita avergonzaba se escapaba de mis labios, agachando la cabeza para que no lo note.

- ya, deja de decir esas cosas que soy tu psiquiatra.

- eso no pensabas ayer, ¿o debo recordarte lo que pasó?

ruedo mis ojos y niego con la cabeza, suspirando suavemente, siendo besada por el mayor segundos después, correspondiendo a su beso sin dudarlo dos veces.

- me gustas, doctora...

psychopathy- imagina con stray kidsWhere stories live. Discover now