Tres

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-¿Por que no te vas?.- respondió groseramente.

-Por que no quiero, ademas tú me debes mi cigarrillo.- le digo sincera.

-No te debo nada.- asegura.

Ella se alejó de mi tomando su celular caminando de un lado para otro, me limite a observarla apoyada sobre el capo de mi auto sacando otro cigarrillo para ponerlo en mi boca.

De alguna manera estar al lado de ella disminuía cualquier indicio de ansiedad, los nervios y que mi mente fuera más rápido que un Ferrari, simplemente porque a su lado me dedicaba a disfrutar el presente. Así fue cuando me enamoré completamente de esta mujer, pero sabía que ella era inalcanzable para mi, era alguien superior y con una vida distinta que la mía.

Y no, ella no es una mujer arrogante, creída por tener dinero, de hecho Julián es más que ella porque estudia Derecho. Sabía que ella había elegido la medicina porque su vocación era ayudar a los demás, ser útil en el día a día, que estar en lo alto de la política como su padre. Sabía que le gustaba la idea de salvar vidas, así como no pudo si madre salvar la vida de su hermana Sofia, quien murió a los 3 años debido a un tumor cerebral.

Conocía a esta chica, la conocía y estaba enamorada de ella pero simplemente no podía estar con ella por un montón de razones que me agobiaban.

-¡Deja de fumar!.- exclamó sacándome de mis pensamientos.

-No quiero, y tú no debes preocuparte, para ti no existo.- le recuerdo y ella rodó los ojos.

-No existes y no quiero que nos vinculen Lauren.- aseguró ahora tomando el cigarro para botarlo al piso. -Pero se que esto no te ayudará para calmar tu ansiedad.-

-No tengo ansiedad.- contraatacó.

-La tienes...- ella paso la mano por su cabello, soltando un leve suspiro. -Tengo examen en media hora Lauren.-

-Pide un Uber.- digo segura.

-Que amable.- bufo.

-Tu dices que no existo y vienes a tomar autoridad sobre mi vida, ¿Por que debería importarme la tuya?.- la miro directamente y ella gruño por lo bajo.

-No me agradas, y has sido el mayor error en mi vida, pero necesito que me lleves a esa maldita universidad.- me miro seria.

-Tu también fuiste un maldito error para mi.- tenia orgullo. -Y no pienso llevarte.-

-Lauren, eres mi única opción ahora, el Uber no llegará en 30 minutos, y yo necesito dar ese maldito examen.- me miro suplicante.

-¿Que gano yo?.- cuestionó.

-No volver a hablar conmigo.-

Asentí, a pesar de que era lo menos que quería.

Ella subió a mi auto soltando un suspiro de alivio, mi mirada se centró directamente en el camino a la Universidad, sin palabras, sin miradas, todo lo contrario a lo que una vez fuimos. Era difícil pensar que alguien tan importante puede pasar a ser nada en un día, así fue con ella.

Ella no me quería, solo era algo momentáneo, pero yo estaba babeando por ella hace un tiempo y todo lo que sucedió simplemente hizo que esas cosas aumentaran, aunque yo creía que se me iba a pasar nunca sucedió.

-Gracias.- ella bajó del vehículo y yo solo asentí. -De esto a nadie.-

-Tu tampoco sobre lo otro.- le recuerdo.

Ella se dio la vuelta casi corriendo a su sala de clases, solté un largo suspiro esa mañana sabiendo que Camila era una de las personas que podía desatar mi mayor secreto.

El amor está subestimado Where stories live. Discover now