-Tengo miedo...- murmure.
-Lo sé.- se arrodillo frente a mi acariciando mis mejillas.
-Me siento como en otro mundo, como si nada de esto fuera real.-
-Es real, si no lo fuera no sentirías la arena... la brisa en tu cara, no me estarías viendo.- comenta.
-Dile eso a mi mente.- suelto un suspiro, pasando la mano por mi pelo. -¿Que haces aquí?.-
-Caminaba por la playa.- está vez se sentó a mi lado. -Y te vi tirarte al piso, por tu expresión supe que algo más te sucedía.-
-Por lo menos que para ti no existía.- le recuerdo, abrí la botella de agua tomando de sorbos.
-No existes, pero en mi vocación debo ayudar a los demás sin importar quien sea.- recalca. -Ademas se que tus papás se volverían locos si te sucede algo.-
-Se vuelven locos por cualquier cosa.- le recuerdo, mi mirada se centró en la arena controlando mi respiración.
El lugar se hizo silencioso por varios minutos, y ella seguía a mi lado sentada, mientras que la crisis disminuía pero a ratos quería volver. Me sorprendía que ella estuviera aquí acompañándome, ayudándome, se que no nos llevamos en lo absoluto y como varias veces me lo ha dicho, yo para ella no existo.
-Gracias.- la miro.
-Tómalo como una devuelta por el aventón del otro día.- comenta.
-Está bien, entonces volvemos a la normalidad.-
-Si, no existimos para la otra.-
-¿Te conozco?.- bromeó y ella negó.
A pesar de que quería tomar todo esto con humor no era así. Me costaba creer que yo para ella no era nadie, y solo un estorbo, e incluso me daba hasta un poco de miedo otras cosas que podían suceder. Por lo qué una hora más tarde volvía a mi casa comiendo y fingiendo que nada sucedía, la verdad era que por dentro sucedía todo.
Sabía que no podía seguir escondiéndome, continuar mintiendo a mis padres sobre lo que realmente era, pero tenía un pánico tremendo de cómo reaccionarían. A veces sentía que ni yo misma podía aceptarme completamente, cuando intenté que me gustaran los chicos, o cuando simplemente aumentaba las ilusiones de mamá hablando de alguno, pero no podía simplemente decir ciertas cosas.
Mi familia, mis hermanos, mis padres eran toda una presión, y aunque es algo "normal" ahora en la sociedad, existen muchas familias que solo lo toman como una enfermedad, una fase e incluso una confusión. Sabía que la mía no lo aceptaría y yo solo temía.
Era una de las grandes razones por la que mi mente nunca descansaba, y también el motivo de mis crisis de ansiedad, de pánico. Cada vez que estaba con una mujer sentía culpa, miedo, y me encargaba que nadie más la conociera y que yo no la volvería a ver, porque temía que ella llegara con el rumor a mi familia.
Pero debía hacerlo, sabía que debía decir que me gustaban las mujeres y por más que tratara no iba a cambiar.
-Tuve una crisis en la tarde.- le comente a mi mamá cuando se sentó en mi cama.
Su mirada cambio de inmediato a una de preocupación.
-Camila justo apareció así que me ayudo, pero pensé que me iba a desmayar.- solté un suspiro.
-Por lo menos...- ella tomo mi mano. -¿Como te sientes ahora?.-
-Mejor, pero a ratos mi corazón se acelera.-
-¿Sucedió algo más?.-
-No, debe ser el estrés de la carrera.- la miro. -¿Sinu no te dijo nada?.-
![](https://img.wattpad.com/cover/261923826-288-k499178.jpg)
YOU ARE READING
El amor está subestimado
FanfictionEl derecho de amar, de sentir, de querer es algo subestimado en el siglo XXI donde las relaciones van y vienen pero la verdad es que yo aún creía en esas cosas, mi sueño era amar, sentir, creer y disfrutar del amor. Ella lo era todo, pero ella esta...