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—Mi jefe quiere crear un hotel para perros y me puso a cargo, es ridículo—se quejó Yuu mientras comía de su carne.
—A mi me gusta la idea...—dijo secamente el adolescente pelinegro.
—¡Siempre haces cosas diferentes! Ni siquiera entiendo tu trabajo—los interrumpió Gojo mientras ponía su brazo alrededor de los hombros del otro hombre y siendo alejado casi al instante.
—Me encargo de varias cosas, no solo contesto mails—le contestó con indignación.
—Me dijiste que estudiaste contaduría, porqué te pondrían a cargo de un hotel de perros—dijo Gojo mientras tomaba su bebida.
El rostro irritado de Yuu cambió drasticamente e hizo una pequeña sonrisa de orgullo. Trató de ocultar su arrogancia y se tapó la boca para dejar de sonreir.
—De hecho, tengo varios títulos, por lo que estoy perfectamente capacitado para esto—le explicó con soberbia. Él no solía ser engreído, pero no hacía nada mal aprovechar un momento así y resfrejar sus títulos universitarios con un promedio casi perfecto.
Nobara, que parecía aburrida de ellos, comenzó a interesarse un poco más, o mejor dicho en Yuu, y empezó a hacerle varias preguntas.
—Bueno... realmente no era tan buen estudiante y me inscribí a la universidad cuando tenía más de veinte—contó un poco avergonzado.—Estudié dos carreras a la vez y al mismo tiempo trabajaba como asistente en la empresa donde ahora estoy, realmente estaba agradecido de que me hayan aceptado.
—¿¡Acaso eso es posible!? Ni siquiera podrías dormir—dijo asombrada Nobara mientras lo miraba.
—Tienes razón, no dormía—contestó sonriente mientras recordaba como no dormía por días.—Cuando terminé la primera volví a inscribirme a otra y por suerte pude completarlas sin problema, dejé de estudiar a los veintiocho—concluyó felizmente mientras disfrutaba de los halagos de la adolescente y tenía un corto intercambio de palabras con Fushiguro.
—No puedo creer que mis alumnos te quieran más a ti que a mí—se quejó Satoru, esperando a que ellos también dijeran algo bueno sobre él.—Hasta Maki me preguntó por ti, dime tu secreto.
—Espera, me estan llamando del trabajo, vuelvo enseguida—lo interrumpió Yuu mientras se paraba e iba al baño del restaurante de donde estaban.
—Tardaste en contestarme.
—Te había dicho que tengo un horario complicado, si quieres hablar conmigo debes esperar a que yo llame—contestó con frialdad.
—¿Por qué no tratas de ser más colaborativo? Tú me contactaste... me gustaría preguntarte como pudiste encontrarme. Espero que puedas venir a verme pronto, pareces reacio a venir—se quejó el otro hombre.
