Prólogo
La fuerza, el poder y la riqueza, el amor, la ilusión y la esperanza estan plasmadas en el fugas recuerdo de aquel inmenso Castillo, Sus grandes Reyes y el Valiente y apuesto Príncipe Kim Nam Joon.
Pero aquel no es más que un fugas recuerdo...
Es hora de la cena y me encuentro perdido en los recuerdos de está mañana, Un golpe en la mejilla me tira al suelo y me hace reaccionar, ahí está la señora Hania tratando de escurrir de su costoso vestido, el vino que le había derramado encima – eres un inútil Seokjin, por qué no te fijas – cuando menos lo espero ella ya vacío la copa sobre mi y a mi no me queda más que agachar la vista y dejar que mis lágrimas corran libres huyendo de mi. La humillación siendo la cobija de mi cuerpo.
Dirijo mi vista a la silla del lateral izquierdo y esta tan vacía como hace ya varios días, inevitablemente escondo mi rostro de la pareja presente, Ahora Madame ya no está para defenderme, pues recientemente su enfermedad aumento, como aumenta mi desgracia y ya no sale de la habitación, no me puedo ir, porque ella me necesita y yo prometí estar para ella como ella estuvo para mí. Tampoco es como que tuviera un lugar a dónde huir.
Me apresuro a subir las escaleras y entro a la habitación de madame sin tocar, con mis lágrimas al borde y ella me observa y sonríe con amor, mientras me hace señas para indicarme que me acerque y así lo hago dejándome caer de rodillas y colocando mi cabeza en su regazo, llorando como nunca antes, hoy mi pecho duele y siento una sensación horrible, como un presentimiento,- Shhh… pequeño no llores, muchachito, perdóname – ella está llorando, me acompaña en mi dolor – perdóname, está vieja se ha vuelto inútil e inservible, me gustaría que pudiéramos irnos, sacarte de este infierno en el que estamos metidos, pero aquí ya no hay fuerza – me susurra señalando su corazón y más lágrimas rodan por sus mejillas – estoy incumpliendo la promesa que hice – yo niego repetidas veces y me apresuro a limpiar sus lágrimas con mis manos. – Madame no diga eso, por favor, usted me rescató de la calle, me dio amor y una mejor vida- ella me mira y agacha la vista, hay vergüenza pintada en su rostro y no lo logro entender – es que tú no lo sabes Jini – yo la miro más confundido que antes – Tu eres alguien más fuerte de lo que imaginas, estás próximo a tus 18 años querido, debes saber que.. – se ve interrumpida por una fuerte tos, yo me levanto a sobarle la espalda e inclinarla, su tos para mientras ella se agarra fuerte el pecho – Jini lo siento tanto yo ya no te podré acompañar en el camino, mis últimas horas están llegando – yo lloro mientras intento desesperadamente pensar en una solución y una estúpida idea cruza por mi cabeza – Madame las rosas – le digo en un susurro – yo puedo ir por ellas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ella sonríe y acaricia mi rostro – eso es valiente pero peligroso, cariño, Tu debes saber que, antes de que tu padre muriera, el me confesó que tú… Eras hijo de la diosa luna…
Yo la miro entristecido, pues seguro estoy de que a perdido la conciencia de sus palabras y que su lucidez llega a ella como ráfagas de viento. – No pequeño no me veas así, que yo se exactamente lo que digo – Me habla de forma divertida – he de Confesarte que no eras un huérfano de la calle, Yo era muy amiga de tu Padre, y un día lo deje de ver tan seguido, me preocupe y fui a su casa y de pronto lo vi con una criatura en brazos, tan pequeña y hermosa que poseía una piel lechosa, un lindo cabello plata y unos maravillosos ojos azules. – yo volteo a verme al espejo frente al tocador y me topo con mi piel blanca manchada de tizne, mis grandes ojos negros como la noche y mi cabello azabache, sonrió con ironía y volteo a verla, ella suelta tremenda carcajada y vuelve a cariciar mi rostro – con el paso de los meses esa criatura adquirió el tono oscuro en sus ojos y cabello – se apresura a explicar - pero seguía siendo hermoso, sigues siendo hermoso Jin, tienes una gran vida por delante, esto ha sido solo una mancha en esa vida..
