EN SUS GARRAS "NamJin"♥️

CAP 8 Origen

Holi...
Escrito con Muchito amor.

El inicio de está historia… se remonta aproximadamente hace 8 años atrás.

Cuando Un joven y apuesto príncipe luchaba fervientemente contra el tronco de un gigantesco roble, el sudor bañaba su liso rostro y el viento mecía con gracia sus mechones marrones, jadeando agotado cuando de pronto unos pasos lo alteraron, volteo de improvisto topándose con unos enormes ojos claros que le observaban con enojo.

Frunció el ceño y notó como la alta criatura se acercaba a pasos veloces, abrió sus labios en asombro.

-Tu… humano despreciable, ¿Por qué dañas a ese pobre árbol, acaso no vez que lo lastimas? – tocó con la punta de sus dedos el pecho del príncipe.

-Qué carajos eres tú? ¿Por qué vistes así y quién te crees hablándome así? ¿acaso tu no vez que yo soy el príncipe?- hablo prepotente y ella jadeo sorprendida

-¿Eres un príncipe dices?, Los príncipes no dañan la naturaleza y Yo soy una Hada. -Sonrió dando vueltas moneando sus alas.
Namjoon hizo una mueca de asco y siguió su camino. Ella le gritoneo y el la ignoro.

Ese día ellos forjaron una amistad, un Príncipe y un ser mítico.

A pesar del transcurrir de los años y las diferentes complicaciones  siguieron fieles a su amistad y ocultos de los ojos ajenos, pues muy pocos conocían la existencia de esos seres.

La principal complicación provenía del hecho de que el príncipe era apenas un joven de 14 años, que sufría día con día por esforzarse para ser el mejor, para ocupar con valentía ese puesto en la corona que requería valor y fortaleza para ejercerlo.

Pues al no estar sus padres era a él a quien le correspondía. Pus ellos en un día imprevisto murieron en una emboscada cuando regresaban del reino vecino. Dejando así a su primogénito y único hijo a cargo de semejante reino.

Pero el problema no fue que conociera a una Hada.

El problema tampoco fue que forjase una amistad con ella.

El verdadero y único problema fue a verla rechazado cuando ella se atrevió a confesarle su amor.

Pues Cuando él cumplió la mayoría de edad, esperaba encontrar a quien ocupará su corazón para formar una familia como la que él le faltaba, para así poder tomar posesión de su puesto como Rey.

Pero jamás imagino que una noche su amiga, el hada acabaría con esos y muchos sueños que se quedarían como eso, simples sueños.



Entiende pequeña. – susurró el apuesto Príncipe sosteniendo las delicadas manos de la Hada – yo te amo pero no de la manera en que tú lo crees, tu eres como mi hermanita – ella con gruesas lágrimas en sus ojos lo observó – tienes que corresponderme Yo te amo desde la primera vez que te vi, para mí eres un hombre, el hombre de mi vida. – El negó suave con la cabeza y le entrego un beso en la frente que demostraba esa hermandad que impedía  un lazo más significativo.


La frustración de no ser correspondida creció cuando las noticias de que una princesa del reino vecino vendría a conocer al futuro Rey

Esa noche Ella juro por Gea y los demonios de la tierra que ese hombre pagaría por no ser suyo.
Juro que si no era para ella, no sería para nadie.

Una copa le ofreció.

Unas gotas vacío.

Una conciencia robo.

Y la mañana siguiente cuando al despertar el príncipe la notó  a su lado en la cama, confusión brillo en su rostro

El dolor de cabeza era potente, los mareos y las ganas de vomitar lo consumían. Arrastró las sábanas y descubrió su cuerpo desnudo bajo ellas, alterado tocó el hombro de la chica y la movió – dime qué fue lo que sucedió – ella despertó con una sonrisa enorme – estamos unidos por amor cariño, ahora tu eres mío y yo soy tuya también – Mintió mientras intentaba besarlo de nuevo, como lo había echo mientras el reposaba en la inconciencia.

El negó repetidas veces sintiéndose asqueado y entristecido pues el realmente la consideraba su hermanita, su familia, aquella que había perdido - Lárgate de mi habitación Nahara, ¡Esto no puede ser! Maldición… - Jaloneo sus cabellos con frustración - ¡Te lo dije Nahara!

Furiosa gruñó – Tu eres mío… acaso no lo entiendes, tienes que estar conmigo.

-¿Tengo que estarlo? Ya te había dicho que estaría contigo pero no de esta forma, de esta forma jamás. Se puso de pie y apresuro a recoger su ropa para vestirse.

-¿Esa es tu última decisión?

-Si.

-Bien – ella se volteo y de su pequeña bolsa en el suelo saco una mallita que contenía un polvo negro – Tomad mi príncipe – arrojó los polvos directo a su rostro justo cuando se volteo

-ahhh gritó con dolor – Que demonios es esto – intentó limpiar su rostro que enrojecida con el paso de los segundos

La puerta se abrió y la nana entró apresurada observando la situación – Que hiciste – Pregunto con pesar viendo como Namjoon caía al suelo devastado con gritos
ensordecedores pues el sentía como sus extremidades se estiraban tomando una forma Dolorosa.

-El se lo busco – hablo aturdida con piscas de arrepentimiento, pues cuando la hada Mayor le ofreció ese hechizo, jamás imagino tanto dolor visible. Pero no había tiempo de arrepentirse, Pensó agarrando  con fuerza la sábana que cubría su cuerpo

Desde ese día Aquel futuro Rey perdió…

Perdió su amada  humanidad, Cualquier rasgo facial que demostrará lo que un día fue, se convirtió en una bestia que parecía no poseer un corazón, que  triste vagaba en el espeso bosque, que con su cordura pagaba la desdicha de la hada involucrada.

Una condicion le dio para revertir el hechizo,  “Que fuera para ella” pero incluso así el no cedió, ella frustrada en su afán de demostrarle que se quedaría solo amenazó a todos en el castillo que fieles quisieron permanecer junto a su príncipe y aunque Algunos al ver aquella Bestia que decía ser su Rey, se marcharon sin rechistar y los pocos que quedaron en Estatua se convertían cuando la noche llegaba, Junto a su Príncipe que al amanecer su reflejo en el espejo era el mismo de siempre pero al anochecer todo eso cambiaba.
Así como cambio su humor y su paciencia, sus sentimientos y su bondad.
Volviéndolo frío, enojado, frustrado, Volviéndolo una Bestia.

Una Bestia que recordó su Humanidad tras la llegada de un azabache que traía consigo magia divina.
Que hacía latir su corazón con desespero y armonía.

Un azabache que al parecer le querían arrebatar.

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