Cap 11

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Las dos hadas retrocedieron impresionadas mientras Jin giraba a verlas con súplica – por favor, dejenlo. – pidió en un susurro desesperado – Lo estas dañando, detente.


-Maldito mocoso, tenías que estar muerto.  – Jin agrando sus ojos con confusión y grito cuando la mujer intensificó su fuerza haciendo a Nam gruñir con los dientes apretados y las lágrimas callendo sin sesar, humedeciendo su rostro ahora enrojecido por la fuerza que ejercía para no caer rendido.


-Por favor… - Grito entre llanto afligido – Detente


-El morirá si eso implica causarte daño, maldito bastardo. – le gritó Taliva dando todo de si en esa magia oscura que lanzaba contra la bestia.


Nahara negó desesperada – Esto no era lo que planeamos, detente – se dirigió apresurada a Taliva intentado apartarla
-Sueltame inútil – le gIto arrojandola lejos con un impulso de su derecha, haciendo a la contraria jadear por el golpe en su cabeza, pasando en un segundo a la inconciencia.


-Todos son unos inútiles – reprochó Taliva – Siempre debes encargarte tu misma de las cosas, porque los que te rodean son estúpidos – lanzó mas de su fuerza.


Jin giro su rostro a ambos lados necesitaba encontrar una solución, observo a la luna – Si puedes oírme, debes salvarlo, dame fuerza para salvarlo – susurro y observo a Namjoon, su príncipe tenía los ojos fijos en el, llenos de lágrimas e impotencia, dolor y desespero.


-Detente Por favor. Te lo suplico, detente.
Sonrio, podríamos regocijarce de aver tenido al hijo de la Luna, al heredero del firmamento, suplicando..-Muy Bien… Pero quiero algo a cambio ¿Qué me ofreces? – la voz suave como el siseo de una serpiente, con una sonrisa que era  más que feroz, una mirada astuta y un movimiento sutil, disminuyó su fuerza, otorgándole al príncipe un poco de tranquilidad.


-Pero… ¿Qué puedo yo darte? – pregunto afligido, a punto del colapso mental  – No tengo nada.- casi grito, La desesperación se notaba en sus gestos afligidos


--Tienes más de lo que crees. – contesto con burla y molestia, ante el gesto confuso de Jin, continuò -Quiero...Tu vida – susurro


-Mi vida? – su mirada se perdió en la vista de los cristales esparsidos en el suelo debajo de aquel ventanal. En ellos se reflejaba la Luna fuerte y luminosa. Su mente flaqueo mientras asimilaba. Nunca había tenido nada, y lo poco que había logrado tomar entre sus manos sin pertenecerle totalmente, lo perdía, la vida había sido injusta con él desde siempre.


Parecia averlo abandonado a su suerte, una suerte tan maldita, rastrera y desdichada.


Su cuerpo era impuro desde su perspectiva, no poseía ya ningun valor moral, estaba estropeado y llevaba en su piel los rastros de un abuso enfermo, pero su corazón… ese tenia para él, un valor inmaculado, maravilloso y poderoso, porque No le pertenecía.


Su corazón era de aquel príncipe triste que sufría su pena diaria, de ese hombre que habitaba en aquella Bestia. Dirigió sus ojos a él, a su nueva razón y lo contempló con un dolor naciendo en su pecho, “Por lo menos él permanecería” . Giro su rostro en dirección a ala dama y con seguridad y dolor acepto - Mi vida, es tuya si le dejas vivir.


-¡Vaya! Mucho te importa está bestia – sonrió con sorna.


-¡No, espera!– Nam grito y dirigió sus orbes al azabache - Jin… - hablo entre dientes  – Tu vida vale más que la mía, mucho más…


--Pero… Yo no tengo nada en la vida, más que a Ti ¿De qué sirve perdurar si no te tengo conmigo? – el azabache  sollozó apretujando sus propias manos con nervios y ansiedad

EN SUS GARRAS "NamJin"♥️Where stories live. Discover now