Cap. 3: ¿La rubia?

124 11 2
                                    

Una cabina enorme con aspas encima. Totalmente negra. Es increíble. Es como una libélula de acero negro. Hace casi cuatro años que no veo un helicóptero.

-¡Dios mío! ¡Es increíble! ¿Quién ha hecho esta cosa? -es increíble. Lo miro más de cerca. Es de acero puro. Veo la ametralladora del Coko que mató a Anais y a Laura acoplada a la parte inferior de la cabina. También hay lanzacohetes a los laterales del helicóptero. Sergei se acerca a mí.

-Creo que soy culpable de tal barbarie -Sergei es un chico fuerte y bajito. Pero lo mejor que tiene es la inteligencia. Es increíblemente listo. De pequeño sufrió una deformidad facial. Sus ojos azules miran su creación orgulloso. Su cara esta manchada de aceites o algo por el estilo. Está ahora mismo como las chicas de los pósters de Bill. -Aquí te presento al "Black Dragon". Mil quinientos kilos de velocidad y agilidad. Capacidad de treinta misiles en cada batería lateral. La ametralladora la he mejorado. Cañon nuevo de muy larga vida. Y por si eso fuera poco, control para inexpertos.

-¿Qué quieres decir?

-¿Te acuerdas de los antiguos juegos bélicos en los cuáles, a veces, había misiones en las que debías conducir este tipo de vehículos? -asiento- Pues en la cabina hay un mando estilo videoconsola con el cual se controla todo el vehículo.

-Entonces... ¿no necesitas un cursillo de formación ni nada por el estilo?

-Solo necesitas acordarte de como se controlaba en videojuegos.

-¡Eso está genial!

-Lo que necesitamos ahora es un valiente que se atreva a probarlo...

-Yo mismo. -digo sin pensarlo dos veces.

-¿Estás seguro? Recuerda que es casero. -dice Toni.

-¿Tiene asiento reclinable?

-Emm... sí... -dijo Sergei, un tanto confuso.

-Suficente... ¡metedme ahí!

Ya dentro tengo todo preparado. Es extrańo ver la cabina solo con un mando. En las películas te lo solían pintar como con muchos botoncitos y LEDs y cosas muy raras. Pongo en marcha el motor. Menos mal que la "chatarrería" tiene en el techo un tragaluz enorme abierto. Empiezan a girar las aspas. Tengo el corazón a mil. Empiezo a elevar el helicóptero pulsando la tecla "X". Veo a Sergei, Toni y veo a entrando a Noelia. Me mira y me saluda. Fue mutuo. Consigo salir del edificio escucho una comunicación.

-Bueno... ¿qué tal ahí arriba?
-Bien de momento ¿cuál es la situación desde abajo?
-Bien. Tendrás que probar la velocidad máxima,

-Der loco. -eso es una expresión que solíamos usar Peter y yo al decir que algo nos gusta, que estamos bien o que estamos de acuerdo.

Empiezo a acelerar girando un "Joystick" hacia arriba. Miro el velocímetro mietras giro sin parar alrededor del ParqueSur. Hasta que llego a un máximo.

-Sergei, velocidad máxima de 312'3 Km/H...

Nadie responde. Esto es muy raro. Pero me decido seguir dando vueltas. Hasta que en la entrada del edificio veo a un barullo de gente. ¿Qué estarán haciendo? Me acerco y distingo a la chica rubia. ¡Ha despertado! Estoy a casi diez metros del suelo pero aún así salto. Gracias a que reparto el peso entre mis piernas y brazos no se me rompen los puntos de Bianca pero sí me duele un poco. Al alzar la vista en su dirección distingo a Toni y a Sergei en el suelo con Meso y Peter. También veo a Noelia y a Mike luchando contra la rubia.

-¿Qué esta pasan...? -me interrumpe el ver el cuerpo de Mike y de Noelia volando. Miro a la rubia. Ahora mismo se fija en mí. Es muy guapa, tiene ojos grandes, y no paro de fijarme en ellos. Básicamente porque uno es morado y el otro verde. Pero un verde estilo manzana muy fuerte e inusual. Mejor dicho, un verde imposible. Al principio me mira con cara de odio puro. Pero luego, al fijarse mucho, me lanza una expresión simpática e inocente. Pero, de repente, aparece un escuadrón de élite, liderado por Ali Samouh, un primo lejano mio.

El himno de los SolesWhere stories live. Discover now