Cap. 7: Palabras

39 4 3
                                    

Un bicho de tres metros e alto es lo que me ha hecho volar hasta aquí. Negro, totalmente negro. Todo en él, su ropa, su piel, creo que tiene hasta las encias y los dientes negros. Es puro músculo. Su pelo, como no, negro, asciende
en punta, dándole aún más altura al este ser. Al lanzarme hacia él, mi puño choca en su abdomen. Su abdomen, que está a la altura de mi cara, está recubierto de acero reforzado, porque sí no es así no entiendo como me ha podido doler. Cuando retrocedo dos pasos para dolerme, el me coje del pescuezo, y de una patada, me proyecta muy alto. Tanto que me da tiempo a reaccionar.
Pero, cuando estoy a punto de atacar, veo que Noelia le ha clavado su mandoble en la garganta. Caigo de pie y me quedo mirándola con una mueca de sorpresa y pregunta a la vez. Ella me mira y dice:
-Jason Diok. Estudiaba en el mismo instituto que nosotros antes de la Apoteosis. Me caía mal. No te emociones. No lo he hecho por ti.
-Vale... pero ¿cómo es que me ha logrado hacer daño?
-También tiene un Alma.
-¿Cuánta gente tiene Alma?
- En las Polis también hay policías y esas cosas. Pues cada jefe de policía tiene una.
-Entonces, esa gente era policía y acabamos de matar a el Jefazo de policía de esta Poli.
-Sí. ACABO de matar al Jefazo de policía de esta Poli. Pero hay tres en cada una. Y si no me equivoco, ya estamos en búsqueda y captura. -dice ella mientras empieza a desnuda al cadáver de Jason.
-¿¡Qué!?-grito. Con Jason ya desnudo, saca del traje un chip y dice:
-Este chip va pegado al pecho. Tiene un sensor que detecta los latidos. Sí no los detecta inmediatamente manda una señal a la central de policía y se investiga la más que posible muerte del agente que lo lleva.
-¿Pero no saben que hemos sido nosotros verdad?
-YO, explícitamente, no. Pero sí un agente muere fuera de una Poli se sabe que ha sido un rebelde. Un Coko no dispone de medios ni habilidad suficiente.
Oigo pasos detrás de mi. Me giro bruscamente pero al darme cuenta de que es Bill me relajo.
-Joder, hermano- dice entre bocanadas de aire, exausto por el mini spint que acaba de dar.
-¿Qué tal?-dice al recuperar un poco la campostura. Después de todo, tampoco es que haga mucho ejercicio.
-Bien.-respondo- A demás, tengo una buena idea.
-¿Cuál?- pregunta Noelia.
-Hemos matado a...-hago la cuenta rápido y sigo-...seis sin contar a mi colega Jason. Ok. Noelia, ve quitando los chips esos de los trajes, cuando lo hagas yo y Bill esconderemos los cuerpos donde sea. Mientras los escondemos trae a toda la tropa hacia aquí.
-No pensaras en entrar a la Poli de aqui ¿no?- dice Bill con una cara que expresaba su total desacuerdo con lo que imaginaba.
-Nah, que va...- le respondo con un saracasmo muy notable. El rie y añade mientras se aleja para fumarse un cigarrillo casero.
-¿Por qué todos los niñatos de hoy en día estais como putas cabras?- me rio yo tambien. Es curiosa mi relación con él. Hace diez minutos queria meterme un balazo en la cabeza, y ahora me estoy riendo con él otra vez. Me acerco a donde Noelia y le digo:
-Me sorprende que estés colaborando.
A lo que ella responde:
-No hay que ser Einstein para saber que no confias en mi. Y tampoco para saber que lo que hize estuvo mal. Pero si para algo hay que ser la antítesis de Einstein es para confiar en mi otra vez. ¿Lo harás?
-Ya lo hago.
-¿Se puede saber por qué?
-Ahora mismo necesito al máximo de personas que pueda conseguir. Y si me traicionas solo voy a matarte a si que... No tengo nada que perder.-respondo mientras doy un trago de mi petaca de ron. Se la tiendo a Noelia, pero me la rechaza.
-Creo que debería dejar esa mierda.-se excusa.
-Para lo que vamos a hacer, creéme que te va a hacer falta.

* * * *

-Esa mujer tiene algo que aún no entiendo tío- le suelto a Bill mientras transportamos el cuerpo de Jason hacia su chabola.
-¿Noelia dices?- dice.
-No, mi prima la de Huesca, no te jode. Bill, por favor...
-Vale, perdón...
-Nah, perdoname, estoy nervioso.-me excuso.
-Yo también lo estaría sabiendo que voy a morir.-dice medio riendo.
-Gracioso...
-Bueno, ¿y por qué?
-Es como si no pudiera odiarla, aún sabiendo que no sólo ha matado a la mayoria de gente que me importaba, si no que tambien ha matado a mi anterior yo. -dije mientras tirabamos el último cuerpo (el de Jason) dentro de su chabola.
-Bueno, ya sabes lo que dicen, lo que nos hace daño nos engancha cual droga.
-Siempre he pensado que la gente que dice ese tipo de cosas son gilipollas. Básicamente, porque tienen razón.
-Ya... bueno, mierda aparte, tengo un regalo para ti.-dijo cambiando de tema solo como el sabe.
-¿Para mi?
-No, para mi prima la de Huesca, no te jode...- nos miramos y automaticamente, soltamos y unas profundas y sonoras carcajadas.
-¡Te voy a pedir el Copyrigth, que lo sepas!-le digo medio riendo.
-Te lo voy a pagar a base de pedos, ¿lo sabes no?-dice él, sin importarle lo asqueroso que haya quedado.
-Vale, pero ¿qué es?
-Ah si.-se mete la mano en el bolsillo y lo saca. Es un antiguo reproductor MP3. Con auriculares y todo. Es pequeño y rojo. Mientras que lo auriculares son grandes y en cada orejera tiene dibujada una cara sonriente. Me quedo mirandolo asombrado, con cara de ser estúpido y no saber que hacer. Al reacionar, lo único que se me ocurre preguntar es:
-¿Dónde lo has encontrado?
-Mejor no te lo cuento... -responde- Mira, tiene hasta música, aunque eso es de esperar. Todas las canciones que te gustan. Grupos del Metal esos que te idolatras tanto...-al abrirlo lo veo. Todo lleno de canciones de Breaking Benjamin, Green Day, 30 seconds to Mars y Ed Sheeran. A parte de otras bandas y cantantes que me gustan pero más minoritariamente.
-Tio, esto es demasiado. ¿Cómo has conseguido estas canciones? ¿No fue eliminado cualquier acceso a Internet?
-El tio que me pasa las armas vive en una Poli. Ahí tienen una especie de internet. El intranet. Le pedi el favor y me lo hizo.- dice mientras me coloco los cascos y selecciono una canción. Después de dar un vistazo rápido, escojo Give me a Sign de Breaking Benjamin. La calidad del sonido es genial. O eso o es que hace muchisimo que no escucho música que me guste. Cierro los ojos y lo siento, ese calor que hace que sientas cada nota, cada rasgueo del guitarrista, cada golpe del baterista, cada silaba pronunciada por el cantante. Todo se hace uno, entra por mi oreja, se entiende en el cerebro, y emociona al corazón. Es magia pura. Incluso mayor que la de las Almas. Me voy a quitar los cascos para agradecerselo a Bill, pero no puedo. Y lo digo en serio. Literalmente no puedo. Se han adherido a mis orejas o algo. Porque al tirar con todas mis fuerzas me duelen los alrededores de esa zona. Miro a Bill. Está gritando algo, pero no le oigo. Me mira con cara de incredulidad. A los dos segundos pasa de mi para centrarse en otra cosa. Me señala con el dedo a la calle de enfrente, y vemos venir a Noelia con los demás. Está hablando con Abril. Pero a ella no se la ve asustada como esta mañana. Me alegro la verdad. De repente la música para. Sigo sin poder quitarme los cascos, pero oigo perfectamente. Cosa que Bill no sabe, ya que le pillo cagándose en mis muertos. Paso de él, me levanto y recojo los trajes. Él me ayuda y para cuando los recojemos todos ya están aquí.
-Aqui los tienes.
-Sois estúpidos chavales- digo mientras le doy a cada uno un traje.- ¿Confiais en la persona que acaba de destruir vuestro hogar?
-Hey, ¿creía que ya estabamos bien?-replica Noelia.
-Tú también eres estúpida, solo te he pasado mi petaca. ¿A eso lo llamas estar bien? Joder...
-Bueno, y si no confiamos en ella, ¿qué hace aquí?- pregunta Toni.
-Buena pregunta. La necesitamos. Ella sabe como es el sistema de las Polis. Sabe como funcionan y como se rigen. Es crucial.
-¿Y si nos la vuelve a colar?-habló Volantes está vez.
-Entonces sólo habrá que matarla.

-Lo veo factible- dijo Noelia.
-Espero que no te quede muy grande, cielo- le digo a Abril mietras le doy su traje y le guiño un ojo. Me vuelvo. Dos tres pasos atrás para ponerme a la altura de Bill. Desde mi perspectiva tengo una panorámica de ellos.
-Bien muchachos- alzo mi voz con tono imponente- vamos a hacer algo que nunca se ha hecho. Nos metemos a la Poli. Iremos al edificio central de administración, lo que viene a ser el ayuntamiento, y secuestraremos al líder/alcalde/presidente de esta Poli.
-Y... ¿para qué exactamente? -pregunta Peter.
-Para ir un paso por delante. Al descubrir que fuimos nosotros los que matamos a estos agentes vendrán a por nosotros. Bueno, finalidad aparte, ¿Volates, te conseguiste sacar el carnet de conducir verdad?
-Eh, sí... ¿hay algún vehículo que tenga que conducir?-preguntó entusiasmado.
-Sí, los policias vienen hasta aqui en una furgón blindado, armado con unos cuatrocientos caballos y una torreta en el techo. -dijo Noelia.
-Veis, es útil...-digo mirandoles a todos- ¿y dónde está el susodicho furgón?
-Debe de estar por aquí cerca. Deberiamos peinar la zona.-sugiere ella.
-Lo corroboro -digo- ¿alguien tiene algo que objetar? ¿alguien está en desacuerdo?- como nadie dice nada, añado- antes de buscar el furgón, poneos los trajes.

Con los trajes ya puestos, nos dividimos en grupos de dos. Yo voy con Peter y vamos conversando mientras comprobamos cada rincón que nos encontramos.
-Tio, este traje es tan incómodo como aquel Cosplay barato de Superman que nos pusimos en la ExpoComic. ¿Te acuerdas?
-Perfectamente y por desgracia -digo entre risas- yo iba de Hellboy, tú de Superman, Pablo de Flash y Toni de Green Lantern. ¡Que vergüenza!
-¿Porqué? Yo me lo pasé genial.
-¿No te acuerdas, verdad? No recuerdas que era una ExpoManga. Eramos como las ovejas negras.
-Siempre lo fuimos. ¡Qué buenos recuerdos tio! -le miro a la cara y veo que se le resvala del ojo una lagrimilla. Chocado por la situación miro hacia ningún punto fijo y él me sorprende con esta pregunta:
-¿Crees que algún dia el mundo volverá a ser igual? -después de titubear un momento digo:
-¿La verdad? -digo a modo de pregunta.
-La verdad -me confirma él.
-Pues pienso que no viviremos para ver ese dia. Pero lo que seguro que sé es que nosotros siete, vamos a empezar algo gordo. Vamos a tambalear sus cimientos, vamos a demostrarles que esa no es la manera, y sea lo que sea lo que nos venga encima vamos a a resistir. Somos la base de algo que será histórico. -miro su cara y adivino lo que piensa. "Pero si solo somos siete". A ello digo -Es verdad que solo somos siete. Por eso tenemos ventaja. Las revoluciones más grandes de la historia empezaron en uno y mira lo que consiguieron. Imaginate si empezamos siete puestos más arriba. Siete veces más. Siento la incredulidad en tus ojos y el desasosiego en tus palabras. Y eso, es inevitable, me decepciona en ti. Siempre fuiste un soñador, un entusiasta de lo imposible, ¿qué te está pasando hermano?
-Simplemente es que no lo veo. He perdido mi visión al ver tantas cosas horribles. -se excusa
-Perdiste tu visión al pensar con miedo encima. -le digo, con un gran mosqueo encima y me voy.
-Lo siento Amir, pero es lo que pienso. Las cosas que dices son solo eso. Cosas. Palabras.
-Es verdad. Son solo palabras. Pero te voy a enseñar las acciones que esas palabras prometieron. -digo sin mirarle. Justo simultaneamente, me llega un mensage de Volantes por el Nexus. Encontró el furgón y está lleno de armas, chalecos anti-balas y material básico de asalto, granadas de fragmentación, de humo y hasta minas y C4. Nos ha tocado la lotería. Le envio nuestras coordenadas y vienen a buscarnos. Al parecer ya están todos ahí.
Cuando llegan, Peter y yo nos metemos. De repente me sorprende con un carismatico comentario:
-Bueno, que epiece la fiesta. -En serio, ¿¡que coño le pasa a este hombre!?

El himno de los SolesWhere stories live. Discover now