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—¿Qué película estabas viendo antes de que llegara?—Preguntó la castaña mientras abrazaba a la menor que rió al contacto, pegándose más a ella.

—Era una película romántica estúpida,'El Diario de Bridget Jones'.—Sonrió mientras la sentaba a su lado y volvía a ponerla, pero solo habían comenzado a besarse de una manera tierna, dándose varios piquitos. Sana relamía sus labios cada que la otra le dejaba uno.

—Tus besos son lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo.—Confesó tímidamente, volviendo a besarla sosteniendo su rostro, y después se separó para verla, sonriendo.—Eres lo-

—¡Estoy viendo la motocicleta de Minatozaki afuera de mi casa, ¿Que está pasando aquí?!—Y la más alta palideció al escuchar la potente voz del señor Park resonar en toda la casa, y después la suave voz de la señora Park.

—Pues vino a ver a su novia, sonso, ya sabes que casi viene a diario.—Jihyo torció sus ojos al momento de ver a su padre acercarse a su novia, y después le apuntó.

—Vi-vine para ver a Jihyo ya que me mandó un mensaje diciendo que estaba sola, vine a ver cómo estaba.

—¿Y crees que besarla es cuidarla? ¿Toque-

—Mamá, papá, Sana y yo vamos a subir a mi cuarto.

—¿Y con permiso de quién?

—Mío, le prometí que cuando cumpliera 18 ella y Sana podrían tener la privacidad que merecen, así que cállate, déjales ir y ven.—Antes de que el hombre se quejara, la menor jaló el brazo de su novia para subir a su cuarto, que en cuanto entraron,
volvieron a besarse tímidamente.

—Parece que fue ayer cuando me metía a escondidas a tu cuarto.—Confesó en un susurro, sosteniendo su cintura, y después comenzaron a caminar a la cama besándose.—Tu papá me da tanto miedo.

—Me desagrada que te hable así de mal, como si fueras una criminal.—No supo cómo, pero Jihyo termino debajo de ella acariciando su rostro, y rió, atreviéndose a besarlo.

—Quiero llegar a caerle bien.—Admitió, y se acercó levemente para besarla de nuevo.—Quiero que sepa que amo bien a su hija.—Comenzó a besarle de manera más repetida, besándola por más tiempo, y después la vió.—Recibí tu mensaje de ayer, ¿Hay algo que necesites saber sobre el sexo? Puedo hablarte sobre preservativos, ¿Es para una ta-

—Es porque quiero...bueno, quiero saber si tú quieres iniciar a tener relaciones conmigo.—La castaña la miro, abriendo sus gatunos ojos, y después sube su mirada, encontrándose con un espejo.

Jihyo debajo de ella, sus piernas entrelazadas en su cintura y sus manos igual, pero en su nuca, y después volteó a verla de nuevo.

—¿Ma-mande? ¿Tú y yo?—Sus orejas sonrojadas, al igual que su rostro, y después comienza a respirar pesadamente al pensar en que en realidad Jihyo ya quería iniciar a mantener relaciones sexuales. Sólo tragó saliva al verla asentir.—Pe-pero...tú... estas chiquita y-

—No, no lo estoy.—Frunció su ceño y volvió a besar a la otra, casi queriéndole hacer saber que estaba realmente lista para eso, y Sana solo se separó riéndose.

—Sí, mides 5 subways, aparte, pues, no lo sé Jihyo, realmente no creo que estés segura.—Rascó su nuca.

—Te estoy diciendo que lo estoy, Sana, ¿Tú lo estás?—Sonrió, y la castaña realmente solo quería escapar de esa situación.

Tal vez Momo tenía razón y realmente pensaba que Jihyo todavía era muy pequeña para hacer eso. Sólo carraspeó.

—To-todavía no, amor, sólo, me gustaría esperar más, unos meses más para que yo también este más.—Y la otra asintió, besándola, pero no sé movió, ninguna.

—¿Sabes algo? Yo realmente-

—¡¿Que están haciendo en esa pose?!—Y ambas abrieron sus ojos, palidecieron, y voltearon a ver al fornido hombre en la puerta azotada.

¡No soy una niña! | SaHyo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora