¡No soy una niña! | SaHyo.

d i e c i n u e v e

Jihyo quiso dar la vuelta al pasillo cuando vio a una reconocida castaña, pero esta la vio antes de hacerlo, cosa que la hizo gritar su nombre de forma animada.
No quería estar ahí.

Vio a la ex de su novia mientras fingía una sonrisa, pero notó que ésta no tenía una igual que la suya. Sólo parpadeó algunas veces.

—¡Jihyo! No esperé que viniéramos a la misma tienda.—Hizo una mueca asintiendo, e hizo un puchero.—Mira, quiero pedir perdón, me comporté como una zorra cuando apenas te conocí, no sé por qué actué así, supongo que me seguía gustando Sana.

—Eso es raro de hablar con la actual novia de Sana.

—Sí, lo sé, pero te quiero pedir disculpas por si te hice sentir incómoda e insegura, fui muy mala contigo.—Ahora la menor sonrió, asintiendo, estrechando manos con la pequeña castaña.

—Bueno...

—No se si tú quieras ser amigas o simplemente dejarlo así, pero-

—En realidad quería hacerte una pregunta, ¿Cuándo... Podrías pasarme tu número? Es una pregunta algo...

—Oh, entiendo, entiendo.—La codeó levemente y comenzó a susurrar.—¿Tu primera novia?

—No, o sea, no es mi primera novia es sólo que...—Sus mejillas teñidas de rojo, sus labios que eran humectados de forma constante y tragaba saliva.—Puede que sea mi primera vez... tú sabes.

Ve a Tzuyu verla con un gesto lleno de sorpresa, la ve suprimir sus labios, y luego los abre en una 'o', sorprendida.

—¿Ya quieres tenerla? ¿Y con Sana?—Y cuando las mejillas de la pequeña castaña se vuelven rojas, Jihyo chilla, poniéndose más nerviosa aún.—¿Qué te ha dicho sobre ello?

—Oh, ella cree que yo soy muy pequeña para eso.—Un puchero que hace que Tzuyu cubra sus ojos por la ternura que expulsa la chica, el brillo natural que tiene y lo linda que es. La castaña traga saliva antes de volver a hablar.

—Pues, sí, porque...—Sus dedos haciendo una distancia, sus cejas alzadas cada segundo, y guiña, volviendo a repetir la acción. Jihyo sólo frunce su ceño, confundida.—¿No sabes? Sana tiene...

—¡Oh, sí, de eso si sé! Pero no sé por qué me dice pequeña, ya soy mayor, tengo 18 años.—Tzuyu asiente, muerde sus labios, y luego vuelve a verla.

—¿Qué te parece si de aquí vamos a alguna cafetería para hablar más cómodo? No es normal hablar de esto en una tienda, si gustas puedo darte consejos para hacer que no duela tanto, como hacer... esas cosas, ya sabes, ven, vamos.