Tu tienes la culpa

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Xiao lo empujó de nuevo contra la pared, deslizó una mano hasta el borde de el pantalón de yibo y lo bajo de un tiron junto con los boxers.  Llevo tres dedos a la boca del castaño y ordenó.

- chupa.

El chico hipnotizado por el calor que comenzaba a expandirse por su cuerpo hizo lo pedido, soltando un respingo cuando Xiao retiro sus dedos y los llevo hacia su entrada. Acaricio la zona por un momento para después introducir el primer dedo.

Yibo soltó un gemido entre cortado por el sexo que le causo la acción del peligro, ese dolor transformándose poco después en un inmenso placer cuando el azabache rozó su próstata.

Terminando de preparar al castaño, acto seguido, Xiao saco un condón del bolsillo de su traje y se abrió la bragueta.  Yibo contempló con avidez como deslizaba la goma por su pene grande y grueso.

- Si, ya se lo que piensas pero te aseguro que es real - alegó de manera burlona antes de levantarle una pierna y buscar su entrada con sus dedos.

De pronto Yibo se arqueo al notar como lo penetraba de un golpe y Xiao se quedó quieto , disfrutando de la calidez placentera que le brindaba su interior. Llevaba demasiado tiempo soñando con aquel momento.

Empezó a moverse despacio, haciendo suyo cada rincón de sus extrañas. Deshizo los botones de la camisa del menor y sus pezones firmes quedaron a la vista. Era tan hermoso que le cortaba el aliento. Inclinó la cabeza y le paso la lengua por el pezón. Luego se lo mordisqueo y succionó mientras le pellizcaba el otro. Yibo soltó un quejido de placer y dolor.

- Dime que no sílabas con esto desde que entraste a mi despacho - le pregunto con la voz ronca y entrecortada.

- No - mintió entre acometidas violentas.

- Imbécil orgulloso - gruño -. Te vas a comer tus palabras.

Soltó sus pezones y le agarró los glúteos para clavarse hasta el fondo en su interior.  Yibo apretó  los dientes pero se le escapó un grito. Era un maldito animal. Un animal que filmaba de miedo.

- Nhg...

El castaño se olvidó de todo y de donde estaba y se agarró con fuerza a su nuca para soportar la violencia de sus embestidas.  Sintio como unos calambrazos horrible le recorrían la espina dorsal y sacudian sus extrañas.  Pero el dolor de le convirtió en parte del placer y pronto se describió a si mismo, guimiendo sin control y suplicando por mas.

Yibo vio atravez del espejo com o alguien asomó la cabeza por la puerta y salía disparado al encontrarse con el espectáculo. No siquiera entonces puedo parar. Era una sensación irracional que jamás había sentido antes. A pesar de la cantidad de amantes que había tenido, nunca había perdido la cabeza de esa manera. Y ahora estaba filmando con un semi-desconocido en los lavados de un restaurante dijo. Oh, madre mía, ese cabrón tenia razón. Dentro de el se escondía una zorra hambrienta.

Sin embargo para Xiao Zhan estaba siendo mucho mas que un polvo salvaje. Estaba haciendo realidad su fantasía sexual de juventud. Conocía a yibo desde que era un niño pero lo había deseado desde que lo había visto con esos pantaloncitos apretados y esas camisas que dejaban al aire libre sus clavículas. Incluso lo había amado con devoción y en silencio. Desgraciadamente yibo nunca se había fijado en el. Por aquel entonces, no era mucho mas que un muchacho pobre y fechudo. Nada que ver los tíos populares con los que el chic o solía salir. No tenia nada que ofrecerle, salvo su corazón noble y enamorado. Y lo embistióhasta el fondo mientras pensaba en y das las veces que se había burlado de el. Todas las veces a e se había enrollado con un tío para fastidiarle. Todas las noches que había despertado llorando y maldiciendo su nombre. Por que ese hombre era un demonio de rasgos angelicales, una criatura de la peor calaña que había convertido su vida en un infierno. Y lo odiaba, lo odiaba tanto que quería follarlo hasta arrancarlo de su alma.

El mayor embistió con más fuerza contra la próstata de yibo, sintiendo un calor acumularse en su parte baja, dejando claro que estaba próximo a correrse. Agarró el desatendido miembro del chic que sudado y con las mejillas ardiendo en sudor, no controlaba el volumen de sus gemidos, lo masturbo á n pudor, sintiendo como el castaño se retorcia bajo su toque.

-¡Ah! S.señor Xiao... Más fuerte... ¡Ahí!

Yibo soltó un y en do de nuevo cuando le sobrevino el orgasmo pero el azabache siguió empujando contra su cuerpo exhausto, hasta que también se corrió con un gruñido. Después, con la respiración aun entrecortada y el corazón latiendo descontrolado, salió de el con cuidado para poder perder el condón.

Yibo seguí a callado, asimilando lo que acababa de ocurrir. Sentí a una mezcla extraña de felicidad, rabia y vergüenza. ¿En qué momento habia dejado que ese hombre de enamorar a de el? Era sorprendente y frustrante como su cuerpo lo había traicionado.

- No llores - le susurro el, deslizando un dedo por sus mejillas mojadas - A ningún caballo salvaje le gustan que lo domen.

Se aparta del castaño, saco un talonario del bolsillo de su chaqueta y escribo una cifra en el.

- Ten - dijo entregandole el cheque - Con esto podrás pagar tu primera mensualidad de la hipoteca y fan en Posadas comprarte algo de ropa. Necesito que vallas lo más elegante posible a la recepción de mañana y com o supongo que has tenido que vender la mayoría de tus cosas para sobrevivir... En fin - comentó con malicia, entregandole también unos cuantos billetes en efectivo - Y este dinero es para que puedas coger un taxi hasta tu casa. Yo me tengo que ir, pero mañana te mandaré un mensaje con todas las indicaciones necesarias.

- Eres un hijo de puta - susurro yibo lleno de resentimiento.

Xiao esbozó una sonrisa retorcida.

- Así es, y tu tienes la culpa de eso - le especto. Luego se inclinó sobre el castaño y le susurró - Ni siquiera me recuerdas, pero te juro que tu deuda conmigo va mas allá de lo que puedas imaginarte.

Después de esto se cerró la bragueta, se ajustó el nudo de la corbata y salió por la puerta con la misma prontitud con la que había entrado. Yibo se volvió a quedar descolocado. ¿De qué deuda hablaba? Era cierto cierto en el que le había resultado familiar desde el principio pero no le tomo importancia. ¿Y si la tenia después de todo? ¿ Y si ya conocí a a este hombre? Yibo decidió la cabeza. Imposible. Lo habría reconocido enseguida. Alguien asi seria imposible de olvidar.

Palabras de autora:

Espero y les allá gustado el smut y no haya  quedado kk.

He aquí otro capitulo de esta bella interesante historia.

En una me da hora les traeré dos capítulos de "mute".

Gracias por sus vistas y comentarios.

Un fundashi se despide.

Chau.

𝙻𝚘𝚟𝚎 𝙳𝚎𝚋𝚒𝚝 [𝙰𝚍𝚊𝚙𝚝𝚊𝚌𝚒ó𝚗 𝚉𝚑𝚊𝚗𝚈𝚒]Where stories live. Discover now