En eso estamos de acuerdo

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Yibo respiro profundo tranquilo cuando llego a su casa. Había conseguido no perder la 《¿pero a que precio?》, se pregunto contemplando el cheque que Xiao se había a dado.

Se sentía vejado, humillado, frágil. Aunque por increíble que pareciera, tampoco podía dejar de pensar en esas manos fuertes y fuertes acariciando su trasero. Ese por varonil inundandole los sentidos mientras lo poseía contra los fríos azulejos del baño. Cerró los ojos tratando de entenderlo. Era una sensación brutal. Era como si hubiera descubierto el sexo de verdad. No con el que todos soñaban cuando imaginaban esa primera vez especial y resultaba ser un gran fiasco, sino con ese sexo que no se puede describir, solo sentir. Sexo con un hombre guapísimo que sabia meterla bien. Lástima que ese hombre fuera un hijo de puta al que al mismo tiempo odiaba.

Despertó a el día siguiente con el zumbido de su móvil. Abrió los ojos, somnoliento, y cuando leyó el mensaje el suelo se le esfumó de un plumazo.

Señor gilipollas:

Buenos días. Esta noche te recogeré a las nueve en la puerta de tu casa. Por favor, se puntual y no me hagas esperar. Me he tomado la libertad de consertarte una cita a las dice en el salón de Magnolia. La señora Prinston conoce mis gustos y te asesorará como es debido. De todas formas, procura que el traje no sea excesivamente impudico, pero si lo suficiente para que pueda presumir de acompañante.  Ah, y también quiero que escojas un buen lencería. Me gustan las bragas y los ligueros de encaje.

P.D. No te hará falta llevar dinero.

Yibo contesto muerto de rabia....

Mi putita:

Aún no he decidido si quiero ser tu zorra. Así que métete tus  exigencias por donde te quepan, cabronazo.

P.D. Aquí el único imputual eres tú.

Tan pronto le dio enviar se tiro de los pelos. ¿pero qué había hecho? Acababa mandar de paseo al hombre del cual dependía su suerte.

Un minuto después su movimiento móvil volvió a vibrar. Sabía que era el y su cuerpo se echo a temblar.

Señor gilipollas:

¿TE has despertado de mal humor? Pues espérate a ver lo que es dormir a la intemperie.  No me desagües, Yibo. Sabes que puede sacarte de tu casa de una patada en el culo.

P.D. No se te ocurra escoger un conjunto de lencería blanco. No me gusta follar con puritanos. Además tu y yo sabemos que no te queda ese color.

A yibo le volvieron a rechinar los dientes mientras su pulgar volaba por el teclado táctil.

Mi putita:

𝙻𝚘𝚟𝚎 𝙳𝚎𝚋𝚒𝚝 [𝙰𝚍𝚊𝚙𝚝𝚊𝚌𝚒ó𝚗 𝚉𝚑𝚊𝚗𝚈𝚒]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora