Capítulo 1

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Rayla

Lunes por la mañana.

Yo aún me encuentro dormitando sobre mi cama, aunque no es el mejor momento para eso.

—¿...la? ¿Rayla?— es extraño como es que, aún más dormida que despierta, puedo escuchar los sonidos de mi entorno.

—¿Qué?— logro preguntar con un hilo de voz.

Con mis ojos algo somnolientos, que apenas estan abiertos, puedo ver a Ethari entrar a mi habitación rápidamente y sacudirme un poco tomándome de los hombros.

—Vas a llegar tarde, Rayla— dice Ethari. Eso parece despertarme totalmente.

No espero un segundo o quiero escuchar una palabra más. Me siento en mi cama, desconecto mi celular del cargador y lo miro.

Las 6:32.

Las clases empiezan a las 7:00.

—Ho-hu, humm— yo balbuceo levantándome de la cama y buscando por todo el cuarto mis cosas— Muchas gracias, Ethari. Me apresurare, no llegaré tarde. Lo prome...

—Rayla—Ethari me toma por los hombros haciendo que lo mire a los ojos— Tranquila— él me regala una sonrisa.

Así que yo lo miro y le devuelvo una prácticamente igual.

—Estoy tranquila, no quiero llegar tarde y no lo haré— yo logro separarme muy suavemente de él— No te preocupes, estaré lista en un minuto.

—Ok— dice Ethari sonriendome una última vez y saliendo de la habitación.

Apenas Ethari cierra la puerta de mi recámara, empiezo a correr por aquí y por allá.

Voy al baño y rápidamente me lavo la cara y los dientes. Me dirijo hacía mi armario y saco lo primero que alcanzo a ver: Unos jeans verde oscuro, unos tenis del mismo color, una chaqueta negra muy holgada y una playera azul marino igual: Todo me lo pongo muy de prisa. Y en un intento por no verme tan mal, me paso el cepillo por el cabello rápidamente, tratando que mis cuernos no me estorben.

Y en un último intento en que la habitación se vea un poco ordenada, doblo las cobijas sobre mi cama y pongo en un montón las pocas cosas que se encontraban sobre el suelo.

Alrededor de unos cinco o diez minutos, tomo mi mochila, con mis cuadernos ya dentro, mi celular y volteo a verificar la hora de nuevo.

Las 6:45.

Salgo de mi habitación y me dirijo hacia la sala. Ethari se encuentra sentado frente a la mesa leyendo un libro con una taza de café a su lado.

—¿Ya estás lista?— me pregunta Ethari volteando a verme.

—¡Si!— le digo rápidamente— No hay necesidad de que me lleves a la escuela, no esta tan lejos y corriendo llego a tiempo.

—¿Estás segura?— me pregunta de nuevo, no tan seguro de lo que le estoy diciendo.

—Totalmente segura— yo le digo acercándome a él— Te veo al rato, ¿si?— le digo al tiempo que le dejó un beso en la mejilla despidiéndome.

—Ok, tu almuerzo está en la cocina. Y, por favor, ve con cuidado— él me da un corto abrazo.

—Está bien. Adiós— le digo dirigiéndome rápidamente a la cocina.

Tomo mi comida y la echo a mi mochila. Voy hacía la puerta y, estando afuera, empiezo a correr hacia la escuela.

En serio no quiero llegar tarde.

~°•°~

Llego muy, muy cansada a la escuela, aunque afortunadamente puntual. En realidad si está un poco lejos de mi casa, pero prefiero cansarme que molestar a Ethari. Trato de recuperar el aliento y volteo a ver la escuela. Es un edificio muy grande, saco mi celular de mi mochila y le echo un ojo de nuevo la hora.

Alguien Para TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora