Alguien Para Ti

Capítulo 4

Rayla

El silencio recorre por completo la calle. No hay absolutamente nadie, aparte de nosotros dos. La luna y unas cuantas lámparas, que transmiten una luz amarillenta, es lo único que alumbra el ambiente.

Él me mira a mi, y yo lo miro a él, ambos estamos sorprendidos. ¿Qué probabilidad había de que nos encontráramos de nuevo? ¿Fuera de la escuela? ¿En este mismo lugar? ¿En este mismo momento?

Tal vez ninguna, sin embargo, aquí estamos ambos.

Ninguno de los dos se mueve, simplemente nos miramos el uno al otro. Incluso los dos lanzamos miradas desarpecibidas a la cornisa del puente, pensando que hacer.

Callum

"¿Qué está haciendo ella aquí? Y mucho mejor, ¿por qué ahora? ¿Por qué justo cuando pienso en hacerlo, ella aparece? Pareciera que ella lo sabe y... quiere impedirlo. Pero, ¿por qué quisiera hacer algo como eso?" pienso.

No puedo moverme. La tensión, la simple sorpresa al verla me deja sin movimiento, sin habla, sin respiración, acelera mi corazón, pero ¿por qué?

Veo que ella tampoco se mueve. Se ve nerviosa, al igual que yo. Voltea a verme justo cuando yo la veo y aparta la mirada.

Y entonces recuerdo a lo que venía. Venía con la idea de intentarlo otra vez, porque nadie me comprendía, porque creí que ya no quedaba nada, pero me olvidé de ella. La persona que alguna vez me salvó.

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—Te veo mañana en la escuela

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Y ahora, ¿lo haría de nuevo? No puedo contestar la pregunta que me hago de porque esta aquí... al igual que yo. Tal vez debería...

—Hmn, ¿h-hola?— le digo con un tono de voz algo bajo y apartando la mirada.

Ella me mira confundida. Tal vez esta procesando las cosas, ya que puedo ver si esta decidiendo si mi voz es real o no.

—Ho-hu, ¿hola?— ella me devuelve la misma palabra que yo le dije.

—Hola, este... ¿qué haces aquí?

Trato con todas mis fuerzas de parecer lo más casual posible, y puedo ver que ella también. Pero, de alguna manera, ambos sabemos que este no es un momento casual.

Rayla

Estoy a punto de responderle con cualquier cosa: "Salí a correr", "Oh, pues... nada". Pero eso no era a lo que realmente venía. Todas serían mentiras.

Eso me llevo a pensar: ¿Qué hace el aquí? No era una coincidencia encontrarlo aquí, dónde lo hize la última vez. Él esta aquí por algo, y me da miedo que fuera la razón en la que estoy pensando.

Volteé a mirar lo cornisa. Él se dio cuenta de la dirección de mi mirada y por un segundo su expresión cambio. ¿Preocupación? Tal vez ¿miedo? O simplemente ¿incomodidad?

Tal vez solo estoy algo confundida, pero algo me molesta, como la última vez. Me vería como una entrometida por hacer esto, pero aún así...