Niños Prodigios y Metiches

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WENAS, volví a la universidad, perdón por el tiempo, pero de esta historia no me olvido aunque me obliguen sjansdjnsaj También me tardé más porque el cap me estaba quedando más largo de lo común, así que lo corté un poco para el siguiente cap y hacer este fic más duradero <3 Disfruten su lectura uwu

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El equipo Ox se encontraba en sus cuarteles entrenando. Fiora estaba luchando con Jarvan obligándolo a que peleara con más ganas, le había dicho que debía dejar de procrastinar y mejorar su técnica, los miembros del equipo debían ser los mejores. Más que una pelea, era Jarvan esquivando la espada de Fiora gritándole que no le lastimara el rostro.

Annie los veía desde una banca con la cabeza apoyada en sus manos muy aburrida, Tibbers estaba junto a ella. Darius no estaba, había ido a patrullar, Sarah estaba haciendo trucos con sus patines en la pista y Alistar estaba levantando pesas en una esquina. La niña suspiró, no había nadie con quien jugar, Aphelios aún no volvía de su viaje.

Frustrada, se recostó en la banca mirando al techo, alzó a Tibbers lanzándolo al aire. Necesitaba hacer algo, lo que fuera, por más que fuera una genio de la tecnología, seguía siendo una niña que necesitaba soltar energía y que solo quería jugar. Fue hacia su capitán cuando notó que terminó de entrenar.

—Alistar, ¿podemos jugar?—. Pidió tirando de su manga.

—Claro—. El minotauro la alzó subiéndola a sus hombros, ella sonrió.— ¿A qué quieres jugar?

—¡Quiero...!

—Alistar—. Ambos voltearon, Darius había vuelto.— Lamento interrumpir, pero el alcalde te está buscando, quiere hablar sobre los resultados del desfile de año nuevo—. El minotauro suspiró.

—Bien, iré enseguida—. Tomó a Annie de sus hombros y la alzó frente a él.— Lo siento pequeña, tendremos que jugar más tarde.

—No es justo, ¿no puedes dejarlo para después?—. Se quejó la niña haciendo un puchero.

—No Annie, ya jugaremos luego—. La puso en brazos de Darius palmeando su cabeza.— Te la encargo.

—¿Me ves cara de niñero?—. La prodigio frunció el ceño sacándole la lengua.

Alistar no respondió, simplemente se dio la vuelta y se fue. Los dos se quedaron viéndolo antes de mirarse entre ellos, Darius hizo una mueca dejándola en el suelo, nunca fue bueno con los niños.

Annie abrazó a Tibbers en silencio, era difícil ser una niña entre tantos adultos, pero quiso formar parte del equipo Ox igual que lo fueron sus padres en el pasado, fallecieron protegiendo la ciudad a manos de una bestia, ella quería honrar su legado. Sujetó con más fuerza su oso.

Con Aphelios se sentía cómoda, el joven la comprendía y, aunque lo negara, se preocupaba por ella siempre dispuesto a jugar o solo acompañarla. Alistar era protector, no la subestimaba y la incentivaba a mejorar. Eran como su propia familia, y ahora ninguno de los dos estaba cerca.

—Extraño a Phel—. Murmuró con tristeza intentando aguantar las lágrimas.

Darius entró en pánico, si ya era malo con los niños era peor si lloraban. Ya escuchaba el regaño de Alistar si veía a Annie llorando. "Justo cuando te necesito aquí chico religioso" Se quejó mentalmente.

—Él... Eh... Volverá pronto, tranquila—. Trató de calmarla, no sabía si debía palmearle la espalda o alzarla.

—Lleva una semana afuera, Alistar no me dijo donde fue o cuando volvería, solo dijo que era importante para él—. La niña sollozó.— ¿Y si le pasó algo?

La Danza del DragónWhere stories live. Discover now