La Niebla Dentro de un Corazón Herido

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YO SÉ QUE NO TENGO EXCUSA PARA HABERME TARDADO TANTO, PERO LA UNIVERSIDAD DE VERDAD QUE ME CONSUMIÓ ;-; Sobretodo el tema de la tesis, mátenme porfa dfnlkdml 

PERO YA TERMINÉ ESTE SEMESTRE Y ES LO QUE IMPORTA <3 Así que podré actualizar más seguido durante estas vacaciones de invierno uwu DISFRUTEN

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Annie bostezó tapando su boca, dio un sorbo a su té y continuó con su tarea. Siendo la prodigio que era con la tecnología, no se le permitía saltarse las clases de la universidad.

Suspiró aburrida, su tarea era de un taller que al que tuvo que inscribirse obligatoriamente para obtener créditos extra y poder graduarse antes. ¿En qué consistía? Un informe sobre el propósito del equipo Ox.

Era tan simple para ella que le daba una pereza enorme terminarla. Hubiera preferido tener que dar una presentación, así solo tendría que hablar de sus tareas diarias y presentar a Tibbers frente al salón. No pudo evitar reír al imaginarse el terror de su maestro ante el oso gigante.

Hablando sobre la historia de su equipo, alzó la vista de la banca en la que estaba, se encontraba en el tejado cerca de donde dejaban sus armas para la ceremonia de año nuevo. Vio todas las armas de sus compañeros flotando dentro de sus cristales, al mismo Tibbers en el pedestal que tenía su nombre.

Dejó a un lado su libreta y comenzó a caminar entre ellas. La lanza de Jarvan, había pasado por todas las generaciones de su familia. La espada de Fiora, alguna vez manchada con la vergüenza que dejó su padre, pero que ahora brillaba orgullosa de ser blandida por alguien digno como lo era la mujer. Se detuvo frente a otra espada.

Parecía hecha de un material dorado que lucía apagado, en la empuñadura estaba grabado el rostro del dios Toro. Annie sintió un escalofrío, la espada emanaba una energía extraña. Vio el nombre grabado en la placa de la plataforma.

—Viego...—. Susurró volviendo a mirar a la espada. Tocó el cristal con cuidado, la espada pareció brillar ante el toque.

—Annie—. Se sobresaltó alejándose rápidamente del arma volteando hacia Alistar. El minotauro lucía muy serio.— ¿Qué haces?

—Estaba haciendo un deber de la universidad sobre la historia del equipo Ox—. Aclaró la pequeña antes de volver a mirar la espada.— La espada de Fiora y la lanza de Jarvan son armas con historia dentro de las generaciones del escuadrón, me preguntaba si esta también lo sería.

—Lo fue, pero...—. Alistar se tensó.— No creo que te sirva...

—Por favor no hagas eso—. El capitán le miró con sorpresa. Annie tenía el ceño fruncido.— No es la primera vez que pregunto, ¡y no solo tú! Siempre que pregunto por esta espada me evaden.

—¿Te evaden?

—Tú lo hiciste la primera vez. Cuando le pregunté a Darius frunció el ceño y miraba enrabiado la espada, dijo que no debía importarme. Aphelios no tiene idea, y es al único que le creo. Y cuando fui con Fiora, se tensó y solo dijo que lo olvidara, que no era algo importante. ¡Si no fuera importante no tendrían problema en decírmelo! ¡¿Es por ser la mocosa del escuadrón?!

Alistar estaba sin palabras viendo como la más joven de su equipo se desquitaba, sus ojos ardían con la rabia de una niña que sabe que la están desestimando. Era impresionante como lograba seguir sorprendiéndolo a medida que crecía.

Por otro lado, Annie se calmó sintiendo como el arrepentimiento enseguida subía por su pecho. Le había gritado a su capitán, a quien la cuidaba como un padre. Se iba a disculpar cuando el minotauro hizo algo que no esperaba.

La Danza del DragónWhere stories live. Discover now