Tres días

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Tres días.

Llevaba tres infernales días sin saber noticias del pelinegro, nisiquiera un mísero like en facebook y mucho menos algún mensaje o llamada desde que irrumpió a mitad de la noche en su departamento.

Bokuto sintiéndose inmensamente culpable esperó mansamente a que Akaashi se contactará primero. El sentido común que rara vez usaba le dictaba que cualquier persona que viviera lo que sucedió anoche no dudaría en llamar preguntando "¿Qué diablos fue eso?" O mandandole un mensaje muy pintoresco mandandolo a la punta del barco antes de bloquearlo indefinidamente pero superando sus amargas expectativas Akaashi no intentó contactarse con él.

Y eso lastimó más su corazón ya herido, pensando que nuevamente Akaashi lo trataba con indiferencia y indignación.

No aguantando más la ley del hielo intento comunicarse por Kakao pero su ola de spam y stickers de gato llorando no fueron leídos, probo por otros medios que se le ocurrieron  -excepto por paloma mensajera, señales de humo y hablar en persona-, pero no tuvo éxito alguno, cuando intento llamarlo fue directamente a buzón el cuál lleno de lágrima y disculpas hasta saturarlo.

Parecía que Akaashi se había desconectado de todas sus redes sociales y que su teléfono estaba apagado o él estaba fuera en un lugar sin señal... ¿Lo había bloqueado? ¿Tan enojado estaba Akaashi con él?

Qué estúpido. Era obvio que sí.
Akaashi solo se desconectaba completamente en temporadas de exámenes, cosa que actualmente no era y como cereza de pastel su desconexión coincidía con su abismal metida de garra alcohólica. "Tal vez era una noche importante para él y su novio" pensó amargamente mientras se hundía en la mesa del restaurante familiar en el que estaba postrado. Lo único que quería era fundirse con ese objeto inerte y que sus problemas desaparecieran por arte de magia.

-¿Tan rápido ya estás borracho?  -preguntó Konoha tomando lugar frente a Bokuto y soltando su mochila-. No deberías beber alcohol a esta hora, es un restaurante familiar después de todo, piensa un poco en tu reputación.

-¡No he tomado ni una sola gota de alcohol! -exclamó Bokuto disgustado y levemente avergonzado al observar a los comensales que voltearon a verlo curiosos de su arrebato. Principalmente estaba molestó con él mismo, si la otra noche no hubiera ingerido tanto alcohol, no hubiera tomado tan malas decisiones y justo ahora estaría feliz de la vida mandandose mensajitos y memes con Akaashi-. ¡El alcohol y yo estamos peleados hasta nuevo aviso!

-¿Así como tú y Akaashi? -bromeó Konoha mientras tranquilamente ordenaba una bebida a la camarera e ignoraba abismalmente haber golpeado dónde más le dolía a Bokuto actualmente.

Las palabras de Konoha le restaron puntos de vida a Bokuto, que estuvo al borde de las lágrimas desde hace 3 días, él no había querido admitir en voz alta que estaba peleado con Akaashi pero todos sus amigos pensaban eso al respecto y era por que Akaashi realmente parecía enojado con él, no, furioso.

Akaashi no era alguien que explotará cuando se enojaba, era reservado y su enojó era glacial.

Solo lo había visto un par de veces enojado en el pasado (si se podía considerar enojado, ya que si le preguntaban a Bokuto era más enfuruñado que furioso), ambas veces eran debido a Bokuto -como cuando no quedó en el top 3 de los mejores As en preparatoria o cuando no lo escogieron para entrenar en el equipo juvenil de Japón- pero su enojó jamás había sido por tonterías hechas por el mismo Bokuto, nisiquiera cuando se metía en problemas con Kuroo.

-¿Hablaste con él? ¿Te dijo que está enojado conmigo? -preguntó Bokuto nervioso e impaciente, la razón por la que quedó de verse hoy con Konoha era porque es el más cercano -geográficamente hablando- a Akaashi y varias veces habían salido juntos a beber luego de una agotadora semana en la universidad.

Redescubriendo a AkaashiWhere stories live. Discover now