Mi culpa

154 24 3
                                    

-¿Estás bien? -preguntó Erika preocupada tocando ligeramente su hombro para llamar su atención al no recibir respuesta verbal.

Sabía de antemano que Bokuto cambiaba bruscamente de estado de ánimo, cuando Akaashi hablaba de él siempre lo mencionaba. Pero no pensó que se pondría tan mal en pocos segundos, Bokuto quién siempre tenía un semblante radiante ahora lucía terriblemente pálido, sin una gota de sangre adornando su cara, sus manos temblaban ferozmente en un apretado puño sobre la mesa y las lágrimas mal contenidas se derramaban en sus mejillas.

Cualquiera que los viera ahora pensaría que Erika lo estaba hostigando.

-M-mi culpa. -balbuceo Bokuto entre murmullos-. Es todo mi culpa...

-No, cariño, no lo es. -intentó apaciguarlo.

-Sí lo es. -espetó Yuki dejando de mala gana sus bebidas sobre la mesa. No le gustaba escuchar conversaciones ajenas pero la quietud y falta de clientela a esa hora del día hizo imposible no oírlos.

-¡Yuki! -exclamó Erika molesta.

Pero Yuki la ignoró, él odiaba hasta la médula a los idiotas que eran demasiado idiotas como para darse cuenta por si solos cuando metían la pata, que arrastraban a todos los demás en su mierda y que al final eran perdonados por su naturaleza idiota, sin enfrentar las consecuencias de sus actos, sin hacerse responsable de ellos... sin aprender de sus errores. Lamentablemente conocía lo suficientemente bien a Akaashi, sabía con certeza que cuando ese idiota pelos parados hablara con él, terminaría siendo Akaashi el que diera las disculpas.

Y pensar en eso le hervía la sangre.

-¿Sabes porqué estuvo en cama durante tres días con fiebre alta, no? -preguntó retóricamente, con burla mal disimulada después de notar que Bokuto temblaba más fuerte-. Porqué un borracho impertinente irrumpió en su departamento a mitad de la noche para balbucear tonterías ¡Y después salir corriendo abruptamente! Akaashi estaba preocupado por qué lo conocía y salió detrás de él para buscarlo, sin celular y sin abrigo. -suspiró de forma prolongada. Le costaba retomar la historia.
Peinó con sus dedos unos mechones sueltos acomodandolos detrás de la oreja, tomando su tiempo para escoger las siguientes palabras cargadas de cansancio-. Cuando lo encontré a un par de cuadras del departamento él estaba temblando, sus labios comenzaban a mostrar una tonalidad azul... al igual que la punta de sus dedos... -guardo silencio, por un momento le fue difícil seguir hablando-. Temí que muriera de hipotermia esa noche. -susurró temblando, el peligro había cesado pero todavía estaba grabado en su memoria el pánico que vivió esa noche, poco sabía sobre que hacer en casos de hipotermia, la mayoría lo aprendió en películas, así que el miedo latente de arruinar todo no había abandonado su piel, aunque Akaashi ya estaba mejor.

Bokuto solo podía estar ahí, sentado. Sintiendo como su cuerpo temblaba involuntariamente, su respiración se entrecortaba y lágrimas pesadas rodaban en sus mejillas sin cesar mientras que su espalda se llenaba de sudor frío, nunca antes había experimentado todo eso junto, ni siquiera podía discernir cuál era su estado de ánimo actual, estaba nervioso, asustado, triste. Culpable.

Entre bruscas bocanadas de aire atinaba a murmurar "losiento" pero ya no sabía a qué o a quién se refería cuando decía esas palabras, sólo quería escapar lejos de ahí, necesitaba hacerlo.

Necesitaba volver a respirar.

Sí las palabras de Erika o de Yuki estaban dirigidas a Bokuto, él no lo sabía. En cuestión de minutos ese acogedor cafecito se había vuelto demasiado pequeño para Bokuto y sus pulmones necesitaba aire fresco.

La mano de Yuki en su hombro y la voz preocupada de Erika gritando su nombre pasaron a segundo plano.

Salió corriendo a la salida sin preocuparse de embestir a algún inocente transeúnte o en pedirles disculpas. Creyó ingenuamente que apenas saliera y sintiera el aire fresco en su cara podría respirar de nuevo, pero su respiración no mejoró, podía ver su pecho subir y bajar mucho más rápido que cuando corría un maratón, la falta de aire lo ponía cada vez más y más ansioso, haciendo que su laboriosa respiración se tornará aún más difícil, poniéndolo más nervioso y haciendo que le fuera más difícil respirar, atrapandolo en una banda de Moebius, sin poder romper ese círculo vicioso. Todo a su alrededor daba vueltas y le era ajeno, causándole más confusión y pánico. Se puso en cuclillas a un lado de la cafetería, apoyando su espalda en la pared, cerrando los ojos fuertemente y concentrándose en calmar su penosa respiración, en el frío de la pared que se filtraba en su espalda y en el dolor punzante de sus uñas enterradas en las palmas de sus manos desde quién sabe cuánto tiempo.

Sintió pequeñas caricias circulares en su espalda y palabras dirigidas a él pero que no podía darle un sentido coherente y para sus oidos sonaba más como ruido blanco que japonés, alzó un poco su cara, intentando dislumbrar algo pero su cabeza no daba para más, todo era demasiado brilloso y difuso por las lágrimas, algo duró y plastificado tocó sus labios y se interpuso entre ellos, está vez se forzó a abrir ligeramente sus ojos intentado descubrir que era aquello que intentaba hacerse pasó en su boca, viendo un pequeño artefacto azul parecido a un aerosol en spray invertido en las pequeñas manos de Erika.

Quería preguntar qué rayos era eso pero no tuvo tiempo de siquiera de intentar mover los labios. Si boca se llenó de un humo sin sabor.
Al principio sintió que se atragantaba con ese spray extraño que inundaba su boca, estaba a punto de abrir la boca y toser, cuando sintió una suave mano sobre su boca, tapandola.
-¡No lo escupas! -exclamó Erika severa-. ¡Respira profundo ese humo! ¡Que llene tus pulmones!

El cerebro de Bokuto estaba roto, era de esos momentos dónde su mente se apagaba y su cuerpo inconsciente actuaba por instinto como se debía, como un reflejo involuntario -debía admitir que se enorgullecía mucho de ello-. Aunque su primera idea al sentir ese vapor llenando su boca fue entrar en pánico y toserlo, en el momento que escucho que debía inhalarlo, su mente en blanco lo ejecuto sin demora.

Solo rezaba que no fuera alguna droga ilegal porque podrían sacarlo del equipo.

Ajena a los caóticos pensamientos de Bokuto, ella siguió dándole palmaditas mientras le murmuraba "buen chico"
-Bien, una vez más, Bokuto. -prosiguió Erika-. Cuando sientas el vapor en tu boca inhala profundo. Asegúrate de retenerlo un momento en tus pulmones.

Bokuto como el buen chico que era hizo lo que le indicaron y cuando exhaló el humo de ese pequeño artilugio, Erika se alejó un paso para escudriñarlo con la mirada.

-¿Cómo te sientes?

¿Cómo me siento?’  Bokuto se detuvo un momento para examinarse. Su pecho ya no subía y bajaba de forma violenta y ya no sentía difícil respirar. Todavía le dolía la cabeza y las palmas de las manos pero podía ver y escuchar mejor.

-Como una mierda. -Murmuró con una sonrisa asomandose en la punta de sus labios. Aunque ya no sentía que se estaba asfixiando todo su cuerpo se sentía abatido.

-Me imagino. -respondió Erika empatizando con el peliblanco y parándose de nuevo, alisando su pantalón con brusquedad-. ¿Es la  primera vez que hiperventilas por un ataque de pánico?

Erika no le dio tiempo de responder, se acercó de nuevo al café donde Yuki se encontraba con un teléfono a mano, intercambio unas cuantas palabras con él y después de observar un momento a Bokuto regreso adentro.

-Yuki teme que sea algo mucho más grande que un “simple” ataque de pánico, intento llamar a la ambulancia pero les tomará un tiempo llegar hasta aquí, lo más cercano a un hospital está dentro de la universidad que está a unas cuadras, podemos esperar a que te sientas mejor para caminar y dirigirnos ahí, pero si  te sientes incapaz no te fuerces, Yuki todavía está en espera en la línea de emergencia, él te conseguirá una ambulancia.

-No necesito una ambulancia. -gruño Bokuto intentando pararse nuevamente.
Erika al verlo se acercó a él para apoyarlo y evitar que cayera pero Bokuto evitó su contacto y solo se apoyó en la pared.

-¿La universidad que mencionaste es la universidad de Akaashi? -preguntó Bokuto viendo al horizonte.

Erika asintió y luego soltó un tensó y corto "sí" al darse cuenta que Bokuto todavía esperaba una respuesta verbal.

-Por favor llévame con él. -Suplicó sin fuerzas, mientras la miraba desesperado.

__________________________________

Gracias por llegar hasta aquí, espero les haya gustado (/▽\*)。o○♡

NdA: ¿Saben algo gracioso? Gran parte del capítulo ya estaba hecho desde hace SEMANAS coffSiNoEsQueMesescoff pero no me atrevía a publicarlo pq quería describir más o menos de forma exacta lo que sentías al usar el inhalador (yo tengo uno pero en ese momento se me había acabado jaja) pero fue una tremenda decepción que intenté descifrar el sabor de esa wea pa' al final dictaminar que no tiene sabor jajajajaj

PS: No pensaba publicarlo, lo siento muy cortito pero pienso que prefieren unas migas a nada durante un tiempo más.
Sorrymasen intentaré no abandonarlo por tiempos muy prolongados -_-'

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 07, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Redescubriendo a AkaashiWhere stories live. Discover now