No lo puedo evitar

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La besé como si la vida se me fuese en ello, acaricié más su piel y me encandiló su tersura.

Gemí en su boca y abrí los ojos.

Me sentí la peor persona del mundo.

Sus ojos estaban totalmente abiertos y cristalizados. Varias lágrimas recorrían sus mejillas y llegaban a esos labios tan suaves e hinchados...

Su cuerpo temblaba como una hoja que está a punto de ser llevada por el viento.

Se veía tan frágil...

¿ Qué estuve a punto de hacer?

Oh, no.

Tenía que arreglarlo.

---Evangeline... lo siento mucho, no sé que me sucedió, bueno si sé. Siento tantas cosas hacia ti. Estoy flechado contigo--- intenté acercarme, pero ella se alejó---. No puedo evitar sentir lo que siento, deseo estar a tu lado todo el día y cuando no te veo, siento mucha angustia.

--- Debo irme, yo no...- me acerqué a ella rápidamente y la abracé a mi.

---Eva... no te vas a ir de aquí. Ya eres mía - susurré a su oído y ella trató de alejarme.

--- No soy suya- quiso apartarme, antes de que lo lograra, ya la había tomado en brazos----. Déjeme ir, por favor- rogó.

Avancé por la oficina, y cuando llegué a la puerta de la habitación contigua, la abrí.

En ella estaba la cama.

---No te haré nada, pero por favor, no me dejes solo- cerré la puerta con pestilllo y luego procedí a llevarla a la gran cama.

--- Quiero irme a casa- dijo entre sollozos.

---Acepta conocerme por favor- rogué---. No te irás de aquí, a menos que prometas que me darás una oportunidad- sentencié.

---Señor, yo...- la interrumpí.

---Ian, llámame Ian- acaricié su labio inferior con mi dedo pulgar.

--- I-Ian, yo quiero ser mo-monja- su voz trémula al igual que su cuerpo, me hicieron sentir peor.

---Pero aún no entrarás al convento, déjame intentarlo, sé que todo empezó mal, pero prometo portarme bien. Sólo, no me dejes- la abracé más y ella suspiró---. Una oportunidad- pedí mirándola a los ojos y ella asintió.

--- S-Si- la besé con ternura y luego la abracé a mi cuerpo.

---Gracias-besé su frente.

La abracé a mi pecho y después de un tiempo, sentí su respiración acompasada.

Se había dormido.

La tomé en brazos, me puse de pie y fui hasta la salida. Ya sabía en dónde vivía.

Vivía en el mismo bloque de apartamentos que yo, pero yo vivía en el PentHouse y ella en uno normal.

La dejé en el auto y me metí yo en él. Puse el auto en marcha y nos dirigimos a casa.

Entré a su apartamento y fui directamente a su habitación. La dejé en la cama y luego de quitarle los zapatos, la arropé.

---Descansa, mi hermosa princesa- besé sus labios y me alejé.

Llegué a casa y allí estaba mi nana.

---Gracias por cuidarlo- ella asintió.

---No hay de qué, mi niño- me abrazó y yo a ella---. Tenle paciencia- frunci el ceño---. A ella, apenas se debe estar haciendo a la idea- me guiñó el ojo.

--- Está bien - bajé la cabeza y me separé de ella. Miré a Matt, en el suelo. Estaba despierto---. ¿ Aún despierto? - pregunté a mi nana.

--- Al parecer te esperaba- dijo mirándolo también.

Lo tomé en brazos y lo acuné, se acomodó y al poco rato se quedó dormido.

Al parecer, todo el mundo encontraba comodidad en mi cuerpo hoy.

Gracias por leerme. Lamento la tardanza y es que les haya gustado el capítulo.

Besos.

Comenten y voten si quieren. ♡♥♡♥

Acorralada©Where stories live. Discover now