。彡✧*̥₊˚‧☆ ❪ FAKE KISSES ❫
❛ Si el destino de nuestros
labios es encontrarse,
¿para qué alargarlo mas? ❜
━━━━━━━━ ㅍㅀㄽㄼ∵≋
ೋ EMMA KELLER acepta un trabajo de profesora de inglés en Corea, y lo último que espera es acabar arruinada y sola, vagand...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
★彡
¿Qué es? ¿Qué va a decir?Mi mente se tambaleaba con las posibilidades. Justo cuando Eunwoo estaba a punto de abrir la boca para hablar, una voz estridente atravesó nuestra burbuja.
-¡Eunwoogie! ¡Emma! -Eunwoo apretó los dientes, molesto. Su madre, y un hombre que supuse que era su padre, ocupaban ahora la única mesa visible desde la nuestra. Se acercó a nosotros.
-Como no estabas en casa para cenar, hemos decidido salir a comer también.
-¿Al mismo restaurante?
-Nunca nos dijiste a qué restaurante ibas. Es una coincidencia que estemos todos aquí. ¿Tal vez debería preguntar si podemos unir nuestras mesas.
-No es necesario. Casi hemos terminado de comer y nos iremos pronto.
-Yeobo, déjalos -dijo el padre de Eunwoo.
-Esta es la chica de la que te hablé -le explicó la madre de Eunwoo-. Se ven bien juntos, ¿no crees?
-¡Emma! -dijo Eunwoo.
-Está bien, está bien. No te molestaré más. Terminen su comida -Se retiró a su mesa enfadada.
-Lo siento -dijo Eunwoo, devolviendo su atención a mí.
Comió otro trozo de pescado, pareciendo olvidar lo que estábamos hablando antes de la interrupción. No podía dejarlo pasar. Necesitaba saber qué tenía que confesar.
-¿Qué ibas a decirme?
Eunwoo se tragó el bocado-No puedo decirlo con mis padres ahí, espiándonos.
Suspiré-Me parece justo. Dímelo luego, cuando estemos solos.
Asintió con la cabeza y siguió comiendo. Jugué con mi comida, perdiendo repentinamente el apetito.
-¿Has terminado? -preguntó Eunwoo cuando hubo vaciado su plato.
-Sí. Ha sido demasiado para mí.
Nos bebimos el resto del vino antes de levantarnos para irnos. Hice una rápida reverencia a sus padres mientras Eunwoo me empujaba hacia la barra. Intentó pagar la cuenta, pero le dijeron que sus padres ya habían pagado. Eunwoo suspiró.
-No tenían por qué hacerlo -murmuró.
El aire fresco de la noche nos golpeó al salir del restaurante. Eunwoo se puso la sudadera y se tapó la cabeza con la capucha.
-Vamos -dijo-. Te acompañaré a casa.
Echó una mirada cautelosa a su alrededor antes de que nos pusiéramos en marcha, caminando uno al lado del otro por una ruta tranquila a través de calles residenciales, tenuemente iluminadas por las luces de la calle y la resplandeciente luna llena.