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- SIMÓN -

Simón da un golpe con fuerza en el escritorio después de que Raphael se ha marchado, un golpe de frustración y molestia, maldiciendo porque no puede controlar su reacciones corporales después de todo, es que su corazón está palpitando con fuerza y su cuerpo, los lugares tocados arden, la sensación de las manos de Simón en su cuello sigue ahí, aquel dedo pasando por sus labios y después el beso, sus labios queman, su parte inferior de su cuerpo, todo tiene diferente reacciones a lo normal, y no puede controlarlo, su garganta está reseca y sabe que no es por sed, sino por lo que causó aquel demonio, aquellas reacciones que despertó de manera inconsciente. Y lo peor de todo es que nunca hizo nada para sacarlo, nunca hizo nada para alejar a Raphael a pesar de que podía hacerlo, ahora tiene conocimiento de que ese demonio hizo todo porque fue influencia de ese incienso.

— Realmente lo odio— susurra Simón sufriendo nuevamente un escalofrío— no puedo caer a los juegos de un demonio.

Pero sabe que hay algo que tiene con Raphael, es un tipo de vínculo enfermizo, siempre lo considero como una figura paterna que no pudo tener al perder a sus padres tan joven, pero desde que ese demonio comenzó a chupar sangre de su labio y no su muñeca, supo que ese vínculo no era así, y ahora es peor, con toques y acciones que ni siquiera son apropiados, solo si fueran parejas podría considerarse bueno, pero son hombres y el vínculo es diferente. Además no quiere, realmente no quiere, pensar en si sus sentimientos es diferente por Raphael, porque sabe que es un humano y que sus sentimientos pueden alterarse y sentir amor por ese demonio, cuando no quiere eso, no quiere pensar en eso sabiendo el objetivo directo a la cual se están dirigiendo, es decir vengarse y entregar su vida.

Dando otro golpe a la mesa abre una carta de color más oscuro y con brillos, una carta que comienza de manera diferente a todas las que ha visto antes, lee primero la ultima parte pero solo ve dos iniciales "M. G". La carta tiene un contenido no tan largo, solo un párrafo, pero Simón lo lee de manera tranquila sin ponerse inquieto, no considera que dos iniciales puedan ser de tal influencia que pueda cambiar su estado de ánimo.

"Perro guardián, tu tarea ha comenzado, si eres un verdadero perro guardián podrás encontrar los rastros antes y actuar correctamente por el bien del submundo, la sociedad ha sido contaminada, el submundo que protegen tu familia está en peligro, y tu tarea es acabar con ellos. Cuando no puedas estar de pies, cuando vea que la guerra estás por perder, ven a los bosques de Idris e invócanos con ayuda de los Seelie rebeldes." — susurra Simón— ¿Pero quién es M. G?

— Soy yo, Magnus Bane. Fui muy impaciente y tuve que venir antes.

Simón mira como en una de las esquinas de la habitación hay dos chicos que nunca sintió sus presencias, uno de ellos le suena conocido, como si lo hubiese visto antes pero el otro que fue quien hablo, se viene acercando al escritorio, tiene un traje de color oro y sus ojos gatunos que son intimidantes. Pero ambos siguen siendo desconocidos, y están en el mismo lugar que él, quien no tiene protección alguna.

— ¡Raphael! — grita lo más fuerte que puede.

Y solo basta unos segundos para que el demonio entre por la puerta con colmillos y garras preparado para atacar, Simón mueve su bastón para desabrochar una parte de esta y sacar una espada, apuntando a aquel joven de traje y ojos fuera de lo común, viendo como el otro joven de pelo azabache y ojos azules saca su espada para también ponerse alerta para atacar, aunque las risas del chico que se autonombró como Magnus y Raphael se escucharon en la sala para después abrazarse como si se conocieran y no se hayan visto hace tiempo, Simón se quedó sorprendido.

— Dame una explicación de lo que está sucediendo, Raphael — dice Simón entre dientes.

— Oh si, joven amo este hombre que ves aquí es el jefe principal del submundo, quienes tu familia de generación en generación han protegido— dice el demonio señalando al chico de traje— la otra persona que está allá, no tengo ni idea.

Simón luce confundido tratando de procesar lo que ha dicho Raphael, es que ningún Lewis en su vida ha visto a los pertenecientes del submundo que cuidan, solo saben que es al submundo que protegen, que dentro hay secretos, poder y riqueza, pero nunca supo de que justamente alguien perteneciente a lo que han estado cuidando la familia Lewis por siglos este parado frente suyo como si nada. Y lo peor es que Raphael lo conoce, este riendo de forma natural cuando desde que se conocen no lo ha hecho, y lo tenga abrazado por hombro, ve ese acto como irrespetuoso porque aún sigue siendo un sirviente.

— Tú no lo conoces Raphael, pero tú, joven duque— dice Magnus remarcando lo último como divertido— de seguro que puede reconocerlo.

Observa al otro chico, tiene un traje negro, cuello alto y manga larga, sus manos tienen guantes, su pelo azabache esta recortado y tiene en su rostro una expresión seria como la de los adultos de la sociedad, al mirarlo a los ojos Simón vuelve su bastón a su forma original y así poder acercarse a esa persona, está confundido pero no tiene tanta falta de memoria para saber que recuerda que el primogénito de los Lightwood tenía las mismas facciones. Entonces el chico alza las cejas haciendo que Simón deje escapar una sonrisa mientras niega, Alexander levanta su mano invitando a tomarla, este acepta para chocar las manos y juntar un poco sus hombros, sintiendo la otra mano de Alexander dando palmada en su espalda una y otra vez, una manera de saludo de haberse reencontrado después de tanto tiempo. Simón creía que realmente estaba muerto, pero ahora aparece frente a él junto a quien se hace llamar jefe del submundo.

— Alexander, es bueno saber que sigues vivo y que realmente no te mataron en cacería— dice Simón.

— Realmente morí, pero fui salvado a tiempo— habla por primera vez Alexander— soy un guardián personal de Magnus Bane, todo este tiempo de tu desaparición estuve cuidando la zona, yo...

— Mi presencia aquí no es para que nos vean, sino que hay algo que necesito hablar antes de que quieran atacar a los Lightwood, ya que esta no es un ataque normal— interrumpe Magnus— sino que los Lightwood han estado ligados a demonios oscuros desde hace muchos años, y que han sido liberados. No quiero que el único perro guardián muera tan pronto sin saber lo que se espera. 

Venganza ||Saphael|| (RESUBIENDO)Where stories live. Discover now