Un Año Más en la Vida de un Semidios

Hazel

Yo decidí que no me quedaría en ese lugar así que use mis poderes para abrir un túnel. Empecé a caminar y mis sentidos mi decían que la forma más rápida era salir a un pequeño cuarto que tenía una escalera para subir a otro ¿piso? Empecé a subir por la escalera y llegué a la parte alta de una montaña que no tenía techo. En el otro extremo estaba Atlas. Lo supe inmediatamente por que estaba sosteniendo el cielo sobre su espalda.

Si el estaba aquí entonces Caly debía estar cerca. Inspeccione los alrededores sin moverme de mi escondite usando la niebla a mi favor. Entonces la vi. Alguien la había aventado fuera de una habitación. Traía puesto un vestido estilo griego y su cabello adornado con una corona dorada. Controle la tierra para que se moviera un poco debajo de ella y llamar su atención. Por suerte funciono. Me volteo a ver con sorpresa pero la borro instantáneamente de su cara y camino hacia mi como si fuera lo más normal del mundo. Atlas estaba hablando con el mismo y no le dirigió ni una mirada a su hija.

- ¿Hazel? ¿Que haces aquí?

- Nos secuestraron a todos, estamos abajo de esta sala encerrados en jaulas de hielo. Sólo se que fue Quinoe.

- ¿Todos están trabajando juntos?

- ¿Todos?

- Hay otro chico, Octavian.

- Pero...pero eso no puede ser, el esta muerto. Todo el campamento lo vio morir, los dos campamentos lo vimos.  

- No creo que este vivo exactamente. Es como si alguien hubiera pegado las diferentes partes de su cuerpo con hielo.

- Eww

- Espera a que lo huelas. Hablando de el debo tratar de...

Alguien grito. Fue un grito de dolor, uno de los más horribles que haya escuchado.

- ¿Quien esta gritando?

- No lo sé. Pero debo irme. Notarán que estoy aquí.

Decidí volver al túnel y empezar a sacar a los demás. Primero saque a Frank y a Nico, luego fui a abriendo todos los que podía. Pensamos que solo había personas del Campamento Mestizo pero empezamos a encontrar soldados del Campamento Júpiter, no era todo el campamento pero todos los semidioses más jóvenes estaban ahí. Los lleve a la escalera y me di cuánta de que Percy y Annabeth no estaban ahí. Piper dijo que los vio salir de sus jaulas y enfrentarse a Octavian. Yo y unas hijas de Hécate estábamos controlando la niebla para que nadie nos viera. Bien, éramos casi 100 semidioses totalmente desarmados contra Atlas, Quinoe y Octavian. Los hijos de Apolo hicieron revisiones rápidas a todos los que tenían heridas, Miranda no podría luchar y Sherman tenía hipotermia, al menos otros veinte más también estaban heridos. Estábamos en una situación difícil, más que nada porque nadie tenía armas más que Percy que tenía a Contracorriente pero ni siquiera sabíamos dónde estaban el y Annabeth.

Mandamos a Nico a buscar a Calypso (Will se abrazo a el y no dejaba que se fuera, Clarisse tuvo que sujetarlo) cuando volvió dijo que estaba encadenada a una pared junto con Leo de quién me había olvidado por completo. Frank se transformó en una mosca para ver si podía dejarles un mensaje mientras Reyna organizaba a todos en caso de que tuviéramos que luchar. Note que los griegos estaban dudosos en obedecer órdenes de Reyna, era claro que aún no confiaban mucho en nosotros después de que atacamos su campamento. Necesitábamos a Percy y a Annabeth. Me arrodílle y me concentre para buscarlos pero no había señal de ellos por ningún lado.

Pasaron casi veinte minutos y Frank no regresaba. Treinta. Cuarenta. Nada.

- Debemos empezar a movernos. Tenemos que salir de esta montaña y buscar una forma de llegar a cualquiera de los dos campamentos.

- ¡No podemos dejar a Frank!

- No lo dejaremos. Regresaremos a salvarlo pero necesitamos armas.

Pequeños grupos empezaron a moverse al túnel que cree para la salida. Yo iba con Piper, Reyna y Jason en el último. Me dolía dejar a Frank pero sabía que Reyna tenía razón. No teníamos posibilidades sin nada de armamento y no podíamos arriesgarnos.

Ok, aquí otro capítulo. Se que es relleno pero se me ocurrió algo así que luego empezara a tener sentido, lo prometo. Se siguen leyendo esto pues gracias por su comprensión.