Un Año Más en la Vida de un Semidios

Annabeth

Octavian nos encerro en una pecera, lo unico que nos mantenia vivos eran los poderes de Percy. No había mucho que hacer así que se quedaron sentados en la burbuja pensando. Ya habíamos tratado de salir pero no parecía haber fin y mover la burbuja de un lado a otro cansaría a Percy y no sabíamos cuanto estaríamos ahí. La situación era realmente desesperante.

Entonces muy lentamente el agua fue disminuyendo y una vez en el piso una luz dorada nos envolvió.

Cuando abrí los ojos reconocí inmediatamente donde estábamos.

- El Olimpo

Percy tomo mi mano y saco a Contracorriente.

- No será necesario, héroes.

Nos giramos y me encontré con mi madre.

- Lady Atenea.

Percy palideció un poco pero mantuvo su tono de voz. Mi madre solo asintió en su dirección y luego me miró como cuestionando mis gustos.

- ¿Por qué estamos aquí, madre?

- Porque solo faltaban ustedes. La batalla termino hace unos minutos. Síganme.

La seguimos hasta el templo principal. Todos los semidioses de los dos campamentos estaban ahí, cuando Piper nos vio corrió a abrazarnos así como la mayoría de los semidioses. En ese momento me dejó de importar estar frente a los dioses. Camine a Percy y lo besé.

El sonrió un poco y no tardó en besarme de nuevo. Todos a nuestro alrededor gritaron y empezaron a actuar como niños chiquitos. Me separé de Percy y lo mire a los ojos. Esos ojos verdes que me transmitían tanta seguridad y felicidad.

- Sobrevivimos otra batalla, Cerebro de Alga

- Te amo, Annabeth.

Los semidioses volvieron a gritar.

- Y yo a ti, Percy

Todos se volvieron locos.

Los dioses solo nos estaban observando algo incómodos. Menos Afrodita, ella estaba con sus hijas gritando y celebrando.

Después de disfrutar el momento supe que había llegado el momento que menos me gusta. Me acerque a Will y con un asentimiento de cabeza él entendió. Silbo y todos guardaron silencio.

- ¿A cuántos perdimos?

- 30 semidioses romanos y 24 griegos.

Reyna dio un paso al frente y tomo una de las hojas que nos dio Will y yo tome la otra. Los demás se mantenía en silencio mientras les leía los nombres de los caídos a excepción de llantos que provenían de los mas cercanos a los que habían fallecido. No pregunte como lo habían logrado porque sabia que en ese momento era mas importante recordar a mis amigos. 

Leí la lista con voz temblorosa por el miedo de encontrarme el nombre de alguien de mis hermanos.

- Penny de la cabaña de Hecate

- Harry de la cabaña de Apolo

- Lisa, Cazadora de Artemisa

- Malcolm de la cabaña de Atenea

Me quede en silencio. Mi hermano, mi segundo al mando, el que me recibió cuando llegue al campamento. Observe su nombre en el papel, no me podía mover o pensar. Sentí a Percy abrazarme y yo oculte mi cabeza entre su hombro y su cuello. Piper tomo la lista y continuo leyendo. Tantos campistas que se habían sacrificado. 

Lacy, Miranda, Raúl, Jorge, Connor...

Mas tarde en el campamento decidí tomar una larga caminata por la playa. Percy se había ofrecido a ir conmigo pero necesitaba estar sola y aclarar mi mente. Entonces vi a Calypso dentada en el muelle con los pies en el agua me acerque a ella y me senté.

- Hola

- Hey...siento mucho lo de tu hermano.

- Gracias. ¿Noticias sobre Leo?

Ella negó con la cabeza. Leo era quien nos había salvado a todos, al parecer el proceso de hacerlo inmortal había fallado o algo porque cuando recupero la conciencia y vio la batalla a su alrededor incendio el lugar con un fuego dorado que dejo intactos a los semidioses  pero se deshizo del hielo, los monstruos y un traidor romano que apestaba. Después de eso Leo quedo en el suelo apenas respirando, se lo habían llevado al Olimpo inmediatamente porque eran asuntos de inmortalidad. Si no fueran sobre eso probablemente lo habrían dejado morir.

- ¿Crees que estará bien?

Su pregunta me tomó por sorpresa. Me estaba viendo como si yo tuviera todas las respuestas.

- No lo sé.

Le podría haber contestado cualquier otra cosa pero estaba siendo honesta. No quería darle falsas esperanzas.

No hablamos, nos quedamos sentadas ahí en silencio, observando el agua.

Se que me tarde y lo siento pero les juro que ya estoy escribiendo el último capítulo y lo voy a subir lo más pronto posible.