Todos los sueños e ilusiones que tenía Na Jaemin, se destrozaron después de su fatídico accidente.
Él tiene que aprender a vivir nuevamente.
¿Podrá alguien devolverle luz a su vida?
× La pareja principal será nomin ♡
× La historia es completamente...
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- ¿Es él verdad?
- No vas a poder protegerlo siempre, tiene que aprender por sí solo.
- Lo sé, solo, estoy preocupado.
Y realmente lo estaba, desde que nació Jeno, ha sido su única familia, siempre ha estado a su lado, a pesar de su apretada agenda como doctor, tal vez, lo sobre protegió desde pequeño, pero tenía sus razones, después de todo lo que había pasado, no quería volver a pasar por lo mismo, aunque sabía que de algún modo terminarían igual cualquiera de los dos.
Cuando se enteró que su hijo estaba viviendo por primera vez la ilusión del amor, se alegró mucho, pero al mismo tiempo se preocupó, temía que lo lastimasen, Jeno era un novato en su totalidad, jamás se enamoró porque siempre gustó del pequeño estrella Jaemin, parecía buen chico, pero aún no lo conocía y esperaba que no jugara con los sentimientos de su hijo, eso terminaría por derrumbarlo.
- Tranquilo Doyoung - animaba Haechan, dándole leves golpecitos en la espalda - tu hijo es fuerte, un corazón roto no le hará nada - y cuando Doyoung se volteó a verlo con el entrecejo fruncido, se apresuró en decir - cosa que no creo que pase, a mi parecer y según mis instintos, algo bueno saldrá de ello - puntualizó.
- ¿Eres un vidente o algo así?
- Por supuesto - se echó aires de grandeza - por algo me dicen solecito.
Doyoung solo asintió sonriéndole a su amigo, a veces pensaba que Donghyuck se le había zafado un tornillo, pero de algún modo, terminaba por aligerar el ambiente y ponerlo de buen humor, solo a veces.
- Espero que todo salga bien - finalizó con ello la conversación para que ambos se dirigieran a atender al resto de pacientes.
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¿Qué hago?
Era la pregunta que se venía repitiendo en la mente de Jeno cada que pasaba por la habitación de Jaemin, no sabía que le diría cuando lo vería, así que, hasta que aclarase sus pensamientos pasaba de rato en rato por afuera, esperando que una de esas caminatas, la valentía llegara a él como por arte de magia y así pudiera abrir la dichosa puerta, pero nunca llegó.
