Capítulo 11

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Lali

A lo mejor nadie lo entendía, a lo mejor me decían que había otra salida y sí, puede que la haya, pero en ese momento y por toda la presión que sentía, no solo por lo que pasó el viernes en el aula con mi mochila, eso había sido una raya más al tigre, pero esa ralla había hecho que llegue a mi límite.

Cuando abrí los ojos supe que mi intento de desaparecer del mundo no había funcionado, comenzaba a creer en eso de que "Todos tenemos un propósito en la vida" solo que yo no sabía y creo que ni quiero saber del mío. Me sentía tan débil físicamente, me había costado mucho abrir los ojos, me dolía tanto el cuerpo, no tenía la más mínima idea de qué hora era, menos de donde estaba, solo giré la cabeza y vi a mi mamá en un sillón de aquella habitación, busqué un reloj o algo y en una de las paredes lo encontré, decía 7:10 am, era temprano, así que cerré los ojos un rato más, me desperté con el ruido de la puerta, vi mi mamá saliendo del baño que había en la habitación.

-Mami -le dije con el hilo de voz que me salía.

-Mi chiquita -se acercó lo más rápido que pudo hacia mi- perdóname por todo mi amor.

-Vos sos la mejor del mundo ma, no te tengo que perdonar absolutamente nada, por mi culpa todos la están pasando mal y te pido perdón por eso.

-Ya está hijita, ya está -besó mi mano libre sin el suero.

-Permiso -tocó la puerta una doctora- buen día, hola Mariana, ¿Cómo amaneciste? ¿Cómo te sentís?

-Bien, aunque siento un poco de pesadez y cansancio en el cuerpo -le dije.

-Es normal -me dijo- pasaste por un proceso un poco duro y complicado, pero con un poco de reposo vas a estar mejor.

Me dijo un par de cosas más, lo de una dieta especial, porque mi estómago era el que había sido más perjudicado, pero sería solo hasta mañana que me darán el alta. A las 11 de la mañana más o menos llamó mi papá, él también me pidió perdón de todas las maneras posibles, nunca lo había escuchado así de angustiado, me volvía a sentir culpable por eso. Cuando dejé de hablar con él, entró mi hermano a la habitación, lo primero que hizo fue abrazarme.

-Nos tenías a todos preocupados hermanita -fue lo primero que dijo.

-Perdón por eso -le dije.

-Perdóname vos porque sé que soy pesado, pero no sé otra forma de cuidarte.

-No te tengo que perdonar nada Bri, vos mamá y papá son la mejor familia que me pudo haber tocado.

-Ayer Abril, Ori y los chicos me llamaron, también angustiados por eso, sos muy importante para todos Lali, te das cuenta de que nosotros y tus amigos te quieren?

-Perdón, no sé qué más decirte Brian, lo último que quería era que ustedes la pasen mal, pero yo no podía más.

-Vamos a estar para vos siempre hermanita, te lo prometo.

A pesar de que me sentía aún cansada, quería volver a mí casa, a mi vida, pero la doctora había dicho que recién mañana en la tarde me darían el alta, así como también el psiquiatra me había diagnosticado depresión y ansiedad, era leve,  pero para evitar escenarios como el reciente me indicó una medicación.

Al día siguiente me dieron el alta, pero temprano una enfermera se quedó conmigo mientras mi mamá fue con mi hermano a llevarlo al colegio y luego hablaría con el director para decirle de mi tema, ella me hablaba y literal por poco me pregunta hasta por qué había intentado matarme.

-En minutos viene la doctora para firmar el alta y pueden irse -le dijo la enfermera a mí mamá.

-Gracias -respondió mi mamá y la enfermera salió de la habitación.

Verdadera AtracciónWhere stories live. Discover now