"Lo siento, Lahey, pero soy más una persona de gatos."
Vera Pérez no es ajena a lo sobrenatural. Crecer junto a la familia Hale la ha mantenido bastante bien informada sobre las criaturas que acechan en la oscuridad. Sin embargo, no se convirtió en...
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(tatuaje, parte i)
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VERA ESTÁ INTENTANDO terminar su tarea de lectura de verano cuando recibe la llamada.
"Tienes que salir de Beacon Hills".
Vera frunce el ceño, colocando su teléfono celular entre la mejilla y el hombro para poder sacar el bolígrafo de la boca y hablar. "Hola a ti también. ¿Cuál es la ocasión? Tuvimos todo el verano para hacer un viaje. Es la noche antes de que comiencen las clases y tengo un libro completo para leer antes de la clase de inglés".
La voz al otro lado de la línea suspira, pero no puede decir si es por el motivo de su llamada o por el hecho de que había esperado hasta el último minuto una vez más para comenzar su tarea. A nadie cercano a ella le sorprendería este hecho. Es mejor hacer las cosas por completo justo antes de su vencimiento que a medias tan pronto como se asignan. Así es como funciona el cerebro de Vera.
Derek Hale le dice con firmeza: "Ha vuelto".
Su ceño se profundiza. Eso no es específico en absoluto, y tanto andar por las ramas le dice que, sea lo que sea lo que esté sucediendo, Derek realmente no quiere ser él quien le cuente al respecto. Una flor de preocupación envía un dolor que se extiende por su pecho. Los latidos de su corazón aumentan, los dedos se vuelven húmedos. Pocas cosas pueden desconcertar a su hermano mayor, que no es pariente de sangre."Derek", dice en voz baja. "¿Quién está de vuelta?"
"Deucalion".
Vera inhala bruscamente al oír su nombre. Ella lo sabe bien. Después de todo, ella había crecido con él visitando a la madre de Derek cada vez que necesitaba orientación. Ella solo lo había visto desde lejos, se suponía que los humanos no debían entrometerse en las reuniones de la Manada, pero Derek la había sacado a escondidas de todos modos porque él también había sentido curiosidad, y ella sabe cómo su reputación lo precede hoy en día. Hay muchos alias para él. El Alfa de los Alfas. El lobo demoníaco.
El apodo preferido de Vera para él es El idiota psicótico que había matado a mi padre.
Obliga a que su respiración salga lentamente cuando exhala por la boca. El nombre la aterroriza. El hombre la aterroriza. Pero si Derek lo sabe, aparecerá en su casa en segundos y la llevará a cientos de millas él mismo. Tiene que asegurarse de que no haya ni un atisbo de miedo en su voz cuando responda.
"No me voy a ir."
"Vera", advierte Derek en un tono que le recuerda a un padre decepcionado.
"¡No puedo!" Explica un poco más alto esta vez, metiendo el bolígrafo en el pliegue de Grandes esperanzas para no perder la página. "Tengo escuela mañana. Perdí suficientes días el año pasado cuando tuve que recuperarme de la mordedura, y realmente no quiero pasar por otra ronda de detención para recuperar el tiempo perdido. Además, mi mamá está en otro viaje de negocios y no tengo adónde ir. No estoy corriendo ".
