"Lo siento, Lahey, pero soy más una persona de gatos."
Vera Pérez no es ajena a lo sobrenatural. Crecer junto a la familia Hale la ha mantenido bastante bien informada sobre las criaturas que acechan en la oscuridad. Sin embargo, no se convirtió en...
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(tatuaje, parte ii)
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AUNQUE LOS PÁJAROS han cesado su implacable ataque contra los estudiantes de la primera clase de inglés de la señorita Blake, eso no impide que la sala sea menos caótica. Ahora está lleno de oficiales de policía y médicos forenses que atienden las lesiones e inspeccionan las diversas plumas que cubren los escritorios y el piso. Vera está sentada en el borde de una mesa que había cepillado con la mano. Balanceando sus piernas hacia adelante y hacia atrás, intenta en vano no escuchar la conversación que Allison está teniendo con su padre a solo unos metros de distancia, pero su cerebro es como un imán para captar cualquier conversación sobre lo sobrenatural.
"Papá, el ciervo y ahora esto?" Allison cuestiona en voz baja mientras Chris Argent venda meticulosamente un corte en el dorso de su mano. "No puede ser una coincidencia".
Vera comparte una mirada de complicidad con Stiles, quien se sienta en el escritorio a su lado con las manos entrelazadas en su regazo y los pulgares golpeando ansiosamente. Allison también lo sabe, algo extraño está sucediendo en Beacon Hills. De nuevo.
Su conversación atrae la atención del padre de Stiles, el sheriff. Se acerca a los Argents con precaución, un profundo remache entre sus cejas y las arrugas de su frente se vuelven más pronunciadas cuando pregunta: "Sr. Argent, no tendría ninguna idea de esto, ¿verdad?"
"¿Yo?" Argent repite, sus cejas subiendo por su frente. Juega bien la carta inocente; después de tantos años de ser un cazador de hombres lobo, es bueno fingiendo olvido de todo lo sobrenatural que sucede. Hay un pequeño ceño que tira de sus labios y talla líneas en su perilla. Incluso sus ojos azul cielo tienen un destello de perplejidad en ellos.
"Sí", confirma el sheriff Stilinski con un asentimiento. "Todo este extraño comportamiento animal, debes haber visto algo como esto antes, ¿verdad?"
"No estoy seguro de por qué lo haría o por qué pensarías que lo haría", responde Argent con una sonrisa confusa pero educada en su rostro que muestra un destello de dientes perfectos.
Hay una pausa breve e incómoda. El alguacil Stilinski lo rompe diciendo: "Lo siento. Yo ... podría haber jurado que escuché a mi hijo hablar de que usted era un cazador experimentado".
