"Lo siento, Lahey, pero soy más una persona de gatos."
Vera Pérez no es ajena a lo sobrenatural. Crecer junto a la familia Hale la ha mantenido bastante bien informada sobre las criaturas que acechan en la oscuridad. Sin embargo, no se convirtió en...
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(desatado previamente, parte i)
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VERA REVUELVE SU batido con su pajita, mezclando la crema batida suave y espumosa con el color marrón claro del manjar de chocolate y luego haciendo que Cora frunza el ceño desde el otro lado de la mesa en el restaurante local. Los grandes ojos marrones del hombre lobo se entrecerran con irritación mientras observan los movimientos circulares de la muñeca de Vera dando vueltas y vueltas sin pensar en el vaso alto.
Eventualmente, Cora no puede soportarlo más. Extiende la mano con una velocidad sobrenatural hasta que su mano está firmemente encerrada alrededor del antebrazo de Vera y manteniéndola en su lugar. La otra chica mira hacia arriba con leve sorpresa.
"¿Todavía le haces eso a tus batidos?" pregunta su hermana, soltando su brazo. "Y deja de moverte, me estás poniendo ansiosa."
Vera pone los ojos en blanco. "Sí, todavía mezclo mi crema batida en mi batido". Mira la bebida de Cora, que es casi idéntica a la de ella, excepto por el hecho de que Cora había elegido sacar toda la crema batida y comérsela primero. "Y no es mi culpa, es el TDAH. No puedo ayudar cuando necesito moverme."
Cora exhala un suspiro por la comisura de la boca, la mirada parpadea alrededor del restaurante con inquietud. Este es el lugar al que Vera y Dominic han estado yendo a comer desde que estaban en la escuela secundaria. La comida es terrible para sus cuerpos pero muy buena para sus papilas gustativas,y por eso han estado disfrutando de la seguridad de Dawson's Diner durante años, encontrando consuelo en las papas fritas saladas y las hamburguesas celestiales. Sin mencionar que tienen batidos increíbles. Es un lugar no muy conocido en Beacon Hills, el personal es tan pequeño que conocen a Vera y Dominic por su nombre y ya tienen sus órdenes regulares memorizadas.
Hay ojeras debajo de los ojos de Cora debido a la falta de sueño. Ella y Vera han tenido que compartir una habitación desde el rescate de anoche, y dado que supuestamente Derek está "demasiado ocupado para comprar muebles de verdad", él simplemente fue a la tienda y compró otro saco de dormir. Vera está segura de que no es el peor lugar en el que Cora ha dormido durante sus seis años de fuga en Sudamérica, pero el suelo frío y duro cubierto por una fina pieza de tela aún no se adapta a la comodidad de una cama.
Los tres, junto con la señorita Blake, que había quedado atrapada en la sala de calderas, habían sobrevivido a la noche de luna llena. Vera casi había llorado de alivio cuando ella, Scott e Isaac irrumpieron en el sótano con la primera luz del sol y vieron a Derek de rodillas, cubierto de sangre y profundos cortes que aún no habían sanado. Cora y Boyd habían estado inconscientes a ambos lados de él. Estaba claro que se había rendido a ellos, permitiéndoles destrozarlo si así lo deseaban. Y casi lo habían conseguido.
