-shuichi es un detective novato que es constantemente infravalorado en su trabajo, solo quiere resolver un caso y cumplir con su deber.
-ouma es un ex-criminal que fue metido a prisión por el único crimen que no cometió y ahora que finalmente es lib...
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Las 08:00 de la mañana llegaron, lo que empezaría un ajetreado día que muy probablemente shuichi no olvidaría, pues sería el inició de lo que para él empezaría a ser la normalidad.
-saihara-chan, saihara-chan
Una voz infantil y algo irritante comenzó a rebotar en su cabeza, todavía estaba en la cama intentando seguir durmiendo pero la voz lo empezaba a agobiar, se dió cuenta que algo pesado se había posado sobre su pecho y le empezaba a costar respirar por lo que abrió lentamente los ojos aún con cansancio, su vista se empezó a aclarar y termino espantado al ver a ouma encima suyo ignorando cualquier regla sobre el espacio personal.
-ha...¡Ha!-
shuichi no tardó en dar una cachetada que agarró por sorpresa a ouma asiendo que cayera al suelo. Para la sorpresa de shuichi, ouma se levantó como si nada y sobándose la mejilla exclamó-¡Buenos días dormilón!- parecía feliz, emocionado y no podía evitar dar pequeños brinquitos como si fuera una caricatura de los 30's
-¿que-?
-¿sabes que día es hoy?-continuo lo más entusiasmado que podía estar
-...no...
-hoy es...yo tampoco llevo años sin ver un calendario
-...
-¿Pero sabes que harás hoy?-parecia que le hablaba a un niño de primaria o kinder
-...
-hoy es tu investigación imbécil-termino diciendo con hartazgo al ver que el otro no le seguía el juego
Esto termino de despertar a shuichi quien sacó rápidamente a ouma de su cuarto para empezar a vestirse.
-¡esta bien yo te espero!-grito ouma al otro lado
Mientras shuichi se apresuraba a bañarse y cambiarse ouma no perdía el tiempo y entraba a su nuevo cuarto, era muy simple obviamente ya que acababa de llegar pero sabía que sería cuestión de tiempo para que lo cambiara a su estilo, una cama marrón, dos buros, un tocador y un armario, las paredes estaban sin pintar y en general todo se resumía en cosas aburridas de color café o beige.
-¿Quién se baña para asistir a una escena del crimen?-se pregunto a si mismo mientras se miraba en el espejo
Llevaba usando la misma ropa desde que salió de prisión, una playera gris con pants negros que lo hacían parecer pordiosero lo cual le indigna, no era una diva pero por lo menos se aseguraba de estar siempre presentable, su cabello se veía descuidado y alborotado, su cara tenía ojeras ya que no acostumbraba dormir desde que entró a prisión y por supuesto lo que más odia ver en su reflejo, sus extraños ojos. Ouma tocó su cara y saco una mueca de disgusto reconsiderando que quizás el debería bañarse también, pero lo haría después del casó.
También pensó en robarle un poco de dinero a shuichi para comprar ropa nueva, quien sabe, quizás esa sería su nueva forma de supervivencia.
No alcanzo a hacer nada de eso ya que vio por el reflejo del espejo como shuichi pasaba de largo la habitación y bajaba las escaleras, ouma no tardó en salir corriendo para alcanzarlo llegando hasta la esquina de la calle.
