10. Confiar

690 79 91
                                    

Justo enfrente de ella podía ver los dos ojos rojos más brillantes y la mirada más intensa que haya podido presenciar, lo sabía, no necesitaba reafirmarlo de ninguna manera, el asesino estaba enfrente suyo, pensó en como pudo terminar en esa situación y se termino excusando en que nadie le había advertido que no debía entrar a lugares oscuros y apartados en una escena del crimen y menos si es porque escucho ruidos sospechosos.

- Silenció, no queremos problemas ¿Cierto? - susurro la figura encapuchada mientras ponía una navaja en los labios de Miu en forma de advertencia para que no volviera a gritar.

La presumible mujer miro hacía la puerta que era lo único que las separaba del resto del hotel y escucho como sus dos objetivos se acercaban.

"La escuche por aquí" -

"Algún oficial debió verla, sígueme" - 

Después sus pasos apresurados alejándose y con ellos el poco alivio que podía tener su amiga.

La cabeza de Miu soltó sus miedos sobre ella ¿La iban a matar? No, imposible, la gran y asombrosa Miu Iruma no podía morir de una manera tan "patética" siempre imagino que seria en una explosión épica con rayos láser y tiburones en el cielo, quizás un poco de diamantina y un discurso del presidente sobre sus grandes aportaciones al mundo... Aunque no había hecho tampoco grandes aportaciones al mundo, claro que tenia que ser en el futuro, por lo menos darle tiempo para volverse la mujer más rica y admirada del mundo, solo después de eso le daría permiso al universo de matarla.

Pero si se volvía la mujer más rica y admirada ¿Por qué solo su presidente debería dar el discurso? Todos los presidentes de todos los países deberían hablar de ella, la ONU se lamentaría porque habrían guerras para ver donde enterrarían su tan preciado cadáver.

Su alucín termino debido a que la chica misteriosa le había dado una fuerte cachetada.

- hiii - chillo en voz baja

- Te estoy hablando

¿Se había dado el lujo de ignorar a su probable asesino para darse un alucín con guerras, tiburones y diamantina? Sí... ¿Por qué no? 

- no puedes matarme, la ONU nunca te lo perdonaría 

Claramente Miu todavía no distinguía entre su alucín y la realidad, ya sea por el miedo que sentía o porque toda su vida había sido así de rara, la chica misteriosa se encontraba claramente confundida pero no podía dejar que la excentricidad de Miu detuvieran sus planes.

Claramente Miu todavía no distinguía entre su alucín y la realidad, ya sea por el miedo que sentía o porque toda su vida había sido así de rara, la chica misteriosa se encontraba claramente confundida pero no podía dejar que la excentricidad de Mi...

Hoppla! Dieses Bild entspricht nicht unseren inhaltlichen Richtlinien. Um mit dem Veröffentlichen fortfahren zu können, entferne es bitte oder lade ein anderes Bild hoch.

 Preguntaron a un sin fin de oficiales, pero ninguno pareció haber visto a la rubia, es como si simplemente hubiera desaparecido.

- ¡Esto es malo! - Preocupo Shuichi

- ¡Tranquilo! Seguramente se le rompió la uña y ahora esta encerrada en un cuarto corriendo en círculos porque piensa que eso provocara la tercera guerra mundial - Calmo Kokichi

Nuestra Dualidad- Saiouma/OumasaiWo Geschichten leben. Entdecke jetzt