Nuestra Dualidad- Saiouma/Oumasai

6.atraco

Ya era de mañana, el señor saihara preparaba el desayuno lleno de alegría como siempre ignorando por completo lo que pasaba en su propia sala.

—¿Y que haremos?—pregunto shuichi en susurros

— robar los papeles—contesto ouma con seguridad

—¿¡Qué!?

—¿Que?

Los dos estaban sentados en sillones contrarios, shuichi con una cara de notable preocupación y ouma sonriendo como si nada, era claro que necesitaban los documentos faltantes sobre el caso si querían que shuichi tuviera una oportunidad de resolverlo pero su primer intento de trabajo en equipo no podía ir peor.

—eres bueno con las palabras ¿No? ¿No puedes convencerlos de que nos den los papeles?

—¡obviamente no saihara! Ni siquiera deben saber que estoy aquí

—pues no vamos a robar—termino con los brazos cruzados y la cabeza en alto

—pues nunca serás nada en la vida—repitio la acción de shuichi quedando en la misma posición

—...de todas formas no podrías hacerlo

—¡Ja! ¿Encerio lo dudas? Puedo robar la casa blanca si se me da la gana

—no eres tan hábil

—busca tu billetera

—...—Shuichi reviso todos sus bolsillos y efectivamente no tenía su cartera por lo que miro a ouma con cierto enojó-bien, puedes pero no vas a robar los papeles

—¡Hag! ¿Y si los tomamos prestados?

—¿Crees que soy estúpido?

—¿Qué? Por supuesto que no... No lo creo, estoy seguro

—...

—escucha no creo que se enojen si atrapas al tipo que los humilló y cuando eso pase lo menos importante serán esos estúpidos papeles

—no

—tu no harás nada, solo me llevaras hasta la estación y yo me encargo del resto

—no

—solo serán 5 minutos...

—no

—...¡Es que ni satanás puede ayudarte!

—¡Tu eres como satanás!

—¡Exacto!

En éso el timbre de la casa sonó y el señor saihara gritó -¡Tocan!- por todo esto shuichi se levantó y se dirigió a la puerta no sin antes dedicarle una última mirada de fastidio a su compañero quien le respondió sacando la lengua

Shuichi llegó a la puerta y la abrió pero está casi sale volando por el entusiasmo de Miu quien entró golpeando a saihara con la puerta e ignorandolo completamente.

—¡O-oye!—quejo shuichi pero la chica siguió ignorandolo por lo que no tuvo de otra más que seguirla a la sala

—¡Hoooo rata!—grito la rubia al entrar a la sala

—¡Hoooo prostituta barata!—respondió ouma

—mira lo que trajo la chica inocente que en definitiva nunca se creyó esa estupidez de que eras un asesino—saco de su bolsa un conjunto de ropas blancas con decorativos como botones coloridos y broches, siendo lo más destacable un pañuelo de cuadros blancos y negros

—¡Maldita perra!—grito con una gran sonrisa

—¡¿E-eso fue un "buen trabajo" o "serás mi primera víctima"?!