11. sentimientos

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Cada vez que llegaba a esa lúgubre casa tenía la misma sensación, era inmensa y tétrica, como sacada de una novela que leería en la lluvia esperando un tren de vapor, bajo de su coche recién estacionado y admiro el cielo despejado por unos segundos sabiendo que adentro no lo vería más, respiro hondo y camino hasta la puerta donde los sirvientes de su socio ya la esperaban, como de costumbre se enfrento a los mismos saludos formales, los mismos pasillo y los mismos susurros melancólicos impregnados en las paredes, por fin llego al estudió de Togami y se sentó donde de costumbre, se digno a esperar mientras su mirada bailaba en el escritorio viendo cada detalle intento averiguar así cuanto tardaría en llegar.

Pero en su lugar, una mujer con ropa oscura y un largo cabello en dos torbellinos entro en la habitación, camino hasta la detective y se sentó en el escritorio de Togami, sus labios rojos saboreaban un cigarrillo y combinando a la perfección con su intenso mirar escarlata.

— Mi esposo tardara un poco en llegar — Comenzó a hablar la mujer — Así que me envió a acompañarla, es un placer Detective

Kirigiri la miro un segundo y asintió.

— No había tenido el placer de conocerla, soy... — La mujer no pudo terminar antes de que Kirigiri la interrumpiera.

— Celestia Ludenberg, Dueña del Ludenberg Night, el casino más grande del país

— Así que usted si me conoce — Sonrió

— Tengo que conocer a la esposa de mi socio, además, su casino es demasiado problemático

— Es de esperarse, ahí suelen ir solo las personas más influyentes y su influencia es por alguna razón, digamos que el orden y la paz no es lo ideal para mis clientes — Jugo un rato con el cigarrillo y luego lo apago en la revista sobre el escritorio — Pero no hablemos sobre mi casino, me estoy tomando unas vacaciones de él, hablemos de ti, querida

— No hay nada que pueda compartir con usted

— Sé de un caso sin resolver que tiene a mi marido muy estresado y sé que usted tiene algo que ver

— Toda información es clasificada

— No lo entiende, ya nada es igual, incluso dudo si en algún momento fue algo, este matrimonio se cae a pedazos

— Eso no es de mi incumbencia

— Yo haría lo que fuera por poder dormir tranquila otra vez, lo entiende ¿Verdad?

— ...

— Por supuesto que no, sé que usted solo se dedica a alejar a las personas, si pudiera metería a todos a una prisión los dejaría haría por más de tres años con tal de que la dejen en paz, pero imagine por un segundo que no es así y entiéndame

La oficial se quedó helada.

— Termine con este caso para que recupere a mi marido

— Hacemos todo lo que esta en nuestras manos

— No soy la prensa para que pueda decirme eso, solo hágalo

La puerta se volvió a abrir, ahora era Togami cargando carpetas y dándole señales a su esposa para que se fuera, ella se levantó y salió de la habitación sin ni siquiera mirar a nadie, así, Togami pudo tomar su lugar.

— ¡Esto es inaceptable! No veo ningún avance en la investigación

— Saihara ha traído lo necesario para justificar su trabajo, muestras de ADN sospechosas, análisis más que congruentes sobre las escenas de crimen, inclusive tiene una teoría respaldada y un contacto con el asesino

Nuestra Dualidad- Saiouma/OumasaiWhere stories live. Discover now