13

110 15 4
                                    

Por alguna razón no puedo moverme, sus ojos mieles mi miran con una intensidad que hace que quiera apartar la mirada sin embargo me contengo haciendo que él sea el primero que baje su mirada, lo cual me da vía libre para desviar mi mirada y al hac...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Por alguna razón no puedo moverme, sus ojos mieles mi miran con una intensidad que hace que quiera apartar la mirada sin embargo me contengo haciendo que él sea el primero que baje su mirada, lo cual me da vía libre para desviar mi mirada y al hacerlo está se encuentra con sus labios los cuales remoja lentamente. No me gusta esta sensación, es como si por un momento perdiera el sentido de la razón, no puedo despegar mi vista de él y estoy expectante de cada movimiento de su parte. Carraspea dirigiendo su atención al rompecabezas y haciéndome regresar a la realidad. Aparto mi cabello y me alejo por completo de él.

Estúpidas hormonas, esto es lo qué pasa cuando llevas un buen rato sin tener sexo. Necesito concentrarme, si sigo así no terminaré el rompecabezas, y no puedo dejar que Evans gane.

—Bueno, mientras tanto haré algo de comer —anuncia alejándose de la mesa cosa que un agradezco. La ley de los dos metros no funciona en espacios cerrados al parecer.

La ley de los dos metros funciona cuando la cumples.

¡No fue mi culpa! Él era el que seguía acercándose.

Empiezo a apartar todas las piezas que son orillas, posteriormente las ordeno y separo según el color. Cuando todo está listo comienzo a armar toda la orilla. Me distraigo unos segundos viendo como Dereck prepara la cena, tengo la vista de su espalda la cual se le marca tan bien con esa camisa blanca. Se voltea haciendo que automáticamente dirija mi vista a el rompecabezas. Espero que no haya notado que lo estaba viendo, eso sería vergonzoso, y no necesito más burlas de su parte.

—¿Cómo vas? —pregunta acercándose a la mesa—. Parece que si eres bastante rápida— dice al ver mi progreso—. Sin embargo, eso es lo más fácil, veamos cómo te va con el cielo —comenta viendo las piezas de diferentes tonos azules. La verdad es que, en mi caso, los cielos no son complicados, lo más difícil suele ser la parte de bosques, no sé por qué. 

—No me subestimes Evans —respondo concentrada en las piezas. ¡Si! Era esta.

—No lo hago, créeme que no —contesta para girarse y seguir con la cena. ¿Qué estará preparando? Lo que sea que esté haciendo huele muy bien. Huele a Lasaña, mi comida favorita. 

Luego de un rato pongo música ya que está me ayuda a concentrarme mejor. Y vaya que necesito más concentración.

No sé qué me pasa, claro que desde un principio lo vi bastante atractivo, pero luego de recordar todo lo que me había hecho de pequeños esa pizca de curiosidad se borró por completo, más cuando descubrí que no había cambiado, en absoluto. Es el mismo niño que intenta quedar bien con todos y hacerse el buen niño cuando en realidad es todo lo contrario. Todo mundo habla de lo perfecto que es, de que es el mejor en todo y él ama esa atención, y también echarme en cara que obtiene esa atención. Lo peor es que por alguna razón a pesar de que quisiera simplemente ignorarlo y dejarlo a un lado, por alguna razón siempre está alrededor, entiendo que trabaja con papá, pero no por eso tiene que estar detrás de él por todos lados.

La pieza perfectaWhere stories live. Discover now