15

121 13 9
                                    

—Buenas tardes mi nombre es Odette bienvenido a "The Little cup" ¿En qué puedo servirle? —pregunto con monotonía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Buenas tardes mi nombre es Odette bienvenido a "The Little cup" ¿En qué puedo servirle? —pregunto con monotonía.

—Me da un café americano —contesta la persona del otro lado del mostrador.

—Claro —contesto con una sonrisa anotando el pedido—. ¿Desea algo más? —pregunto y él niega con la cabeza—. Perfecto serían dos dólares con cincuenta centavos —digo y el me entrega un billete de cinco dólares. Tomo el ticket, y se lo entrego junto al cambio.

—Gracias —dice con una sonrisa.

—De nada, que pase un buen día —termino y él pasa a donde les entregan los cafés.

—Vaya, para ser tu segundo día lo haces muy bien —escucho que me dice Zack.

—Gracias —sonrío—. La verdad es que tal vez nací para esto, me voy a retirar de fotografía —digo en broma y ambos nos reímos.

El domingo me cayó un correo diciendo que había sido contratada, la verdad no suelo revisar mis correos los domingos, pero Zack me aviso por mensaje así que el lunes inicie y ahora estoy en mi segundo día, todavía estoy a prueba, pero intento hacer mi mejor esfuerzo para que no tengan ninguna queja, más de las que ya tuvieron ayer...

La campana de la puerta suena indicándonos que hay un nuevo cliente así que Zack y yo dejamos de bromear para trabajar. Al levantar mi mirada me encuentro con una inconfundible cabellera pelirroja, al verme sonríe y yo la imito.

—Odette, hola —me saluda con una sonrisa. ¿Qué se hace en estos casos? ¿Tengo que decir el mismo discurso? Decido que lo mejor es no hacerlo.

—Hola Zoey —respondo de la misma forma—. ¿Cómo estás? —pregunto cortésmente.

—Muy bien ¿Y tú? No sabía que trabajabas aquí —comenta sorprendida.

—Empecé ayer —le explico—-. Pero bueno, ¿Qué vas a pedir? —pregunto de una forma más informal de lo que lo suelo hacer.

—Un capuchino y un croissant —pide a lo que anoto el pedido.

—¿Solamente? —pregunto y ella asiente—. Bien serían cinco dólares con setenta y cinco centavos —le digo y ella me entrega el billete.

—Gracias —me dice cuando le entrego el vuelto­—. Oye ¿Tienes planes este viernes? Así podemos ir al bar que te dije, la temática de será máscaras, aunque no es obligatorio, las irán entregando en la entrada y así. Es una actividad que se le ocurrió al amigo que te dije, entonces no sé si te interesa —me explica.

—Me parece genial —exclamo emocionada. Siempre quise ir a una de esas fiestas de máscaras que salen en las películas—. Creo que si podré ir, te confirmo por mensaje, pero estoy casi segura.

—Bien, porque tengo que ver lo de las identificaciones y eso —me explica a lo cual asiento—. ¿También ira tu amiga Scarlet? —pregunta y yo asiento un poco con duda, aunque seguramente ira, ella es fan de las fiestas.

La pieza perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora