Wei Wuxian era el discípulo principal de la Secta YunmengJiang, era el orgullo de Yunmeng. Jiang Fengmian lo ve como un hijo, todos - excepto Madame Yu - lo aman.
Haría todo por sus seres queridos.
Entonces, ¿Por qué se siente tan mal cuando el tí...
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Hacía mucho que se había ido la mirada infantil en su rostro y de regreso ahora era Wen Ying. — Hiciste un gran trabajo, tan genial que pueden pensar que ahora no hay un punto de retorno para mí —.
Y en cierto modo era cierto.
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— Todo lo que tienes que hacer es decirlo o hacerlo —, murmuró la voz en su oído. — Esos son los enemigos de tu familia, tus enemigos —.
Los ojos grises brillantes se llenaron de lágrimas, — No puedo —.
— Sí, puedes, él es el que cortará la garganta de tu hermano —. La voz era suave como el agua, pero el significado no lo era.
Tragó saliva y trató de no mirar al cultivador más joven, el que vestía una túnica de color púrpura brillante y una campana plateada. — ¡Daxiong por favor! P-PIEDAD d-daxiong, por favor —, suplicó el chico como lo hizo antes. Era solo una ilusión, una buena, pero aún así, esta tenía la voz y el rostro de uno de sus shidis.
Su ex-Shidi, que siempre estará de acuerdo con sus bromas. El chico que siempre lo seguirá y se reirá con él de la desgracia de sus víctimas de bromas.
— Vamos chico, ¿No quieres pasar? —. Dijo la voz una vez más.
— ¿Por qué?... ¿Por qué necesito matar a esta persona, solo porque está siendo incriminado? ¿Tengo pruebas? ¿Lo vi rebanar la garganta de mi hermano? —. El espíritu estaba en silencio pero él sabía mejor, el espíritu lo estaba mirando, probándolo. — No puedo matar a alguien que es inocente —.
— Pero no lo es —, insistió el espíritu. — Chico, éste no es inocente, va a matar a tu hermano —.
No lo hará, lo sabía y aún así... — Lo siento mucho, pero no puedo dejar ir el asesino de mi hermano —. Y antes de que el chico pudiera gritar o suplicar piedad, usó Chongseng para matarlo, la espada vibró con él al mismo tiempo que la sangre salía de la garganta del chico.
Sintió las lágrimas en los ojos y el nudo en la garganta, mientras miraba la sangre correr por el cadáver se sintió enfermo.
El espíritu tocó su cabello de una manera casi tierna y se estremeció ante la sensación que le dio, — Buen trabajo chico, pasaste de nuevo. ¿Estás listo para tu última prueba? —.
